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30.000 voluntarios realizarán un test de Bell masivo al comportamiento oculto de los átomos 04/10/2016¿Cambian los átomos cuando los miramos? ¿Pueden hablar entre ellos para decirse que los estamos observando? Un nuevo proyecto tratará de responder a estas preguntas con la ayuda de todos los ciudadanos dispuestos a generar ceros y unos de forma aleatoria en el Gran Test de Bell, un proyecto mundial coordinado desde el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), en Barcelona, para realizar experimentos de física cuántica en diferentes laboratorios de todo el mundo el próximo 30 de noviembre. Participarán instituciones de Australia, Chile, Suecia, Italia, China, Austria, Alemania, Suiza, y el ICFO y la Universidad de Sevilla de España. El sentido común nos dice que la materia existe independientemente de nosotros, pero la física cuántica de Niels Bohr afirma que observar el mundo lo puede cambiar, una idea a la que se oponía con vehemencia su amigo Albert Einstein. Una de las vías con la que los físicos investigan esto es el test de Bell, con el que tratan de descubrir si las partículas cuánticas realmente están entrelazadas de forma secreta y conspiran cambiando su apariencia solo cuando las miramos. Cualquier persona tendrá ocasión de participar en el Gran Test de Bell, para demostrar, por primera vez, que las decisiones humanas pueden contribuir a la ciencia fundamental, y, a la vez, poder llevar a cabo pruebas científicas nunca antes realizadas. Para que la iniciativa funcione se requiere la contribución de al menos 30.000 personas, que podrán participar a través de un videojuego, creado específicamente para este proyecto en la web www.thebigbelltest.org. La página ya está disponible para poder ir entrenando. Todo aquel que se una a la iniciativa se enfrenta al reto de crear una secuencia de ceros y unos los más impredecibles o aleatorios posible. Estos bits se enviarán en tiempo real a los experimentos de física cuántica, donde van a determinar las preguntas (es decir, las mediciones realizadas) de los objetos cuánticos, que incluyen átomos, fotones y superconductores. Este proyecto surgió a raíz de las contribuciones hechas por el ICFO a los experimentos de Bell realizados en 2015, que implicaron una atención extraordinaria a la naturaleza de la aleatoriedad y su papel en experimentos de física. Este instituto contribuyó aportando un generador físico de números aleatorios que produce números aleatorios muy puros y a una velocidad muy rápida. “La física esconde misterios muy profundos que solo pueden estudiarse mediante preguntas impredecibles", comenta el profesor Morgan Mitchell, del ICFO. "La idea recae en que si la naturaleza sabe lo que le vamos a preguntar, podría engañarnos con una respuesta preparada. Normalmente los científicos no son tan paranoicos, pero algunas de las predicciones hechas por la física cuántica son tan extrañas, que llevan a pensar que la paranoia es completamente apropiada, incluso necesaria. Los seres humanos toman decisiones independientes, las cuales son muy valiosas, y comprenden una forma única de hacer preguntas impredecibles, sin importar qué secretos nos podría estar escondiendo la naturaleza". Más información Sinc
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