Una empresa israelí, pionera en medir automáticamente los diamantes, ha desarrollado ahora una nueva tecnología para clasificar automática y objetivamente la claridad y color de estas piedras preciosas.
La tecnología introduce instrumentos para medir el calibrado, los colores y la claridad de los diamantes, considerando sus creadores que es revolucionaria e innovadora para esta industria. Utiliza diversas tecnologías asociadas a la inteligencia artificial para obtener resultados.
Según se explica en un comunicado de la compañía Sarine Techonolgies, autora de la patente, los laboratorios de piedras preciosas utilizan en la actualidad equipos de expertos para proporcionar a los diamantes certificados que determinan sus características y clasificación, base de su precio final.
Y aunque existen en la actualidad algunas tecnologías para evaluar el color de los diamantes, generalmente el color y la claridad se basan en la opinión subjetiva de un gemólogo.
Definir la claridad de una piedra preciosa es todavía más difícil que definir su color, ya que es necesario identificar el número de fallos que se han formado durante la creación natural del diamante, determinar hasta qué punto están cerca uno del otro, trazar su localización e indicar qué son exactamente.
Todo ello hace que el proceso de evaluación manual de un diamante es manual, fastidioso y extremadamente subjetivo y a esta deficiencia de la industria a la que la empresa creadora de esta tecnología se propone darle una solución más moderna, ya que es capaz de proporcionar con precisión y de forma automática el color y la claridad de su clasificación, sin depender de la subjetividad humana.
Los creadores de esta tecnología precisan que no sustituirá el trabajo de los gemólogos, sino que racionaliza el proceso de evaluación de las piedras preciosas y permite obtener gradaciones más precisas, lo que otorga mayor credibilidad a la industria y mayor confianza a los consumidores de diamantes.
La tecnología introduce instrumentos para medir el calibrado, los colores y la claridad de los diamantes, considerando sus creadores que es revolucionaria e innovadora para esta industria. Utiliza diversas tecnologías asociadas a la inteligencia artificial para obtener resultados.
Según se explica en un comunicado de la compañía Sarine Techonolgies, autora de la patente, los laboratorios de piedras preciosas utilizan en la actualidad equipos de expertos para proporcionar a los diamantes certificados que determinan sus características y clasificación, base de su precio final.
Y aunque existen en la actualidad algunas tecnologías para evaluar el color de los diamantes, generalmente el color y la claridad se basan en la opinión subjetiva de un gemólogo.
Definir la claridad de una piedra preciosa es todavía más difícil que definir su color, ya que es necesario identificar el número de fallos que se han formado durante la creación natural del diamante, determinar hasta qué punto están cerca uno del otro, trazar su localización e indicar qué son exactamente.
Todo ello hace que el proceso de evaluación manual de un diamante es manual, fastidioso y extremadamente subjetivo y a esta deficiencia de la industria a la que la empresa creadora de esta tecnología se propone darle una solución más moderna, ya que es capaz de proporcionar con precisión y de forma automática el color y la claridad de su clasificación, sin depender de la subjetividad humana.
Los creadores de esta tecnología precisan que no sustituirá el trabajo de los gemólogos, sino que racionaliza el proceso de evaluación de las piedras preciosas y permite obtener gradaciones más precisas, lo que otorga mayor credibilidad a la industria y mayor confianza a los consumidores de diamantes.
Tecnología y mercado
El sistema para determinar la claridad del diamante proporciona inicialmente un mapa preciso y objetivo de la piedra una vez pulida.
A continuación, un conjunto preestablecido de reglas y de algoritmos determina la claridad apropiada adoptando las normas establecidas al respecto. La comercialización de este producto está prevista a mediados del 2017, según la compañía.
La tecnología desarrollada por esta empresa para determinar la claridad de las piedras pulidas puede manipular la mayor parte de los diamantes fabricados cada año. También permite la evaluación de las piedras más pequeñas de gran calidad, como las preferidas de los relojeros de alta gama.
El mercado mundial del diamante, según explica The Times of Israel, es de 80.000 millones de dólares y está en retroceso por la contracción de la demanda en mercados clave como el de Estados Unidos, Medio Oriente y China, que ha hecho bajar el precio alrededor del 25 por ciento el año pasado, según un informe de Bain & Company citado por el diario israelí.
Israel es el segundo centro de pulido de diamantes del mundo y también ha visto descender un 20 por ciento sus exportaciones de diamantes el año pasado debido a la caída de la demanda europea y de Hong Kong.
Esta situación es la que está llevando a los industriales y comerciantes a definir mejor los productos que ofrecen al mercado y a reducir los costos de producción para mejorar la rentabilidad, por lo que esta tecnología puede ayudar a conseguir ambos objetivos.
El sistema para determinar la claridad del diamante proporciona inicialmente un mapa preciso y objetivo de la piedra una vez pulida.
A continuación, un conjunto preestablecido de reglas y de algoritmos determina la claridad apropiada adoptando las normas establecidas al respecto. La comercialización de este producto está prevista a mediados del 2017, según la compañía.
La tecnología desarrollada por esta empresa para determinar la claridad de las piedras pulidas puede manipular la mayor parte de los diamantes fabricados cada año. También permite la evaluación de las piedras más pequeñas de gran calidad, como las preferidas de los relojeros de alta gama.
El mercado mundial del diamante, según explica The Times of Israel, es de 80.000 millones de dólares y está en retroceso por la contracción de la demanda en mercados clave como el de Estados Unidos, Medio Oriente y China, que ha hecho bajar el precio alrededor del 25 por ciento el año pasado, según un informe de Bain & Company citado por el diario israelí.
Israel es el segundo centro de pulido de diamantes del mundo y también ha visto descender un 20 por ciento sus exportaciones de diamantes el año pasado debido a la caída de la demanda europea y de Hong Kong.
Esta situación es la que está llevando a los industriales y comerciantes a definir mejor los productos que ofrecen al mercado y a reducir los costos de producción para mejorar la rentabilidad, por lo que esta tecnología puede ayudar a conseguir ambos objetivos.