Miembros de la plataforma Stop Ley Wert, en el momento de la presentación de la iniciativa "La Educación que nos Une".
Ayer se presentó en la Federación Setem de Madrid, la iniciativa ciudadana La Educación que nos Une, surgida como respuesta a la entrada en vigor de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), cuya aplicación está previsto que comience el curso 2014-2015.
Los integrantes de la platafoma ciudadana Stop Ley Wert (Juventud sin Futuro, Red IRES, Ecologistas en Acción, Movimientos de Renovación Pedagógica, ATTAC, Rosa Sensat, Yo Estudié en la Pública, Foro Mundial de Educación, etc.) pretenden con esta iniciativa denunciar y detener una Ley que consideran supondrá “el desmantelamiento sistemático de la educación pública en todos sus niveles y la perversión del concepto mismo de educación a manos de los mercados”.
En la presentación de La Educación que nos Une se leyó un manifiesto que señala como inaceptable “una educación desvinculada de los cuidados de la vida, que dé la espalda a los graves problemas de la Humanidad, que separe a las personas de su territorio, y que reproduzca y genere injusticias sociales y ambientales”.
El manifiesto denuncia asimismo que la educación “no debe ser un mero adiestramiento de mano de obra, consumidores y clientes; ni debe estar regida por organizaciones de corte exclusivamente economicista o religioso”.
En él también se protesta contra una educación concebida en términos de competitividad y ranking o que potencie la segregación escolar. Por último, se critica la “recentralización” de las políticas educativas que, según la plataforma, provocan “pérdida de democracia en los centros”, dificultando la tarea de maestros y profesores y mermando las competencias en materia educativa de las Comunidades Autónomas.
Los integrantes de la platafoma ciudadana Stop Ley Wert (Juventud sin Futuro, Red IRES, Ecologistas en Acción, Movimientos de Renovación Pedagógica, ATTAC, Rosa Sensat, Yo Estudié en la Pública, Foro Mundial de Educación, etc.) pretenden con esta iniciativa denunciar y detener una Ley que consideran supondrá “el desmantelamiento sistemático de la educación pública en todos sus niveles y la perversión del concepto mismo de educación a manos de los mercados”.
En la presentación de La Educación que nos Une se leyó un manifiesto que señala como inaceptable “una educación desvinculada de los cuidados de la vida, que dé la espalda a los graves problemas de la Humanidad, que separe a las personas de su territorio, y que reproduzca y genere injusticias sociales y ambientales”.
El manifiesto denuncia asimismo que la educación “no debe ser un mero adiestramiento de mano de obra, consumidores y clientes; ni debe estar regida por organizaciones de corte exclusivamente economicista o religioso”.
En él también se protesta contra una educación concebida en términos de competitividad y ranking o que potencie la segregación escolar. Por último, se critica la “recentralización” de las políticas educativas que, según la plataforma, provocan “pérdida de democracia en los centros”, dificultando la tarea de maestros y profesores y mermando las competencias en materia educativa de las Comunidades Autónomas.
Propuestas constructivas
El manifiesto de La Educación que nos Une no se queda sólo en las quejas. Además, lanza una serie de propuestas constructivas a favor de una educación más justa, completa y solidaria. Éstas son:
1. Una educación transformadora que trabaje desde la comunidad y desde el territorio, que cree una red de personas comprometidas en la construcción de una sociedad más justa y más respetuosa con la Tierra.
2. Una educación que respete los derechos de la infancia y la juventud y atienda a la dimensión afectiva y ética de las personas; que dé respuesta a la necesidad humana de investigar y de crear, y cuyo fin sea el desarrollo de una ciudadanía crítica, responsable y comprometida.
3. Que la comunidad educativa y la sociedad en su conjunto sean quienes decidan el qué, el cómo y el para qué de la educación de nuestros hijos e hijas.
4. Una educación compensadora de desigualdades; una educación que apueste por el trabajo en equipo y la construcción colectiva de conocimiento.
5. Una educación que recupere el valor de la diversidad entendida como riqueza: la diversidad de culturas, de lenguajes, de propuestas, de personas, es requisito indispensable para el desarrollo humano y la construcción de una sociedad solidaria y cohesionada.
El manifiesto de La Educación que nos Une no se queda sólo en las quejas. Además, lanza una serie de propuestas constructivas a favor de una educación más justa, completa y solidaria. Éstas son:
1. Una educación transformadora que trabaje desde la comunidad y desde el territorio, que cree una red de personas comprometidas en la construcción de una sociedad más justa y más respetuosa con la Tierra.
2. Una educación que respete los derechos de la infancia y la juventud y atienda a la dimensión afectiva y ética de las personas; que dé respuesta a la necesidad humana de investigar y de crear, y cuyo fin sea el desarrollo de una ciudadanía crítica, responsable y comprometida.
3. Que la comunidad educativa y la sociedad en su conjunto sean quienes decidan el qué, el cómo y el para qué de la educación de nuestros hijos e hijas.
4. Una educación compensadora de desigualdades; una educación que apueste por el trabajo en equipo y la construcción colectiva de conocimiento.
5. Una educación que recupere el valor de la diversidad entendida como riqueza: la diversidad de culturas, de lenguajes, de propuestas, de personas, es requisito indispensable para el desarrollo humano y la construcción de una sociedad solidaria y cohesionada.
Rosa Linares, miembro de la junta directiva de la plataforma Yo estudié en la Pública, una de las promotoras de la iniciativa, ha explicado a Tendencias21 algunos de los aspectos de la nueva ley educativa LOMCE y de su aplicación; así como sus implicaciones para la educación y la sociedad españolas.
Está previsto que la LOMCE comience a aplicarse el curso 2014-15 en 1º,3º y 5º de Primaria y en la nueva FP básica para alumnos de 15 años. ¿Hay alguna posibilidad de que esto no suceda?
Cinco comunidades autónomas se han referido a la imposibilidad de elaborar para septiembre los desarrollos normativos de la ley. Pero el Gobierno no escucha. Como en todo lo referido a la LOMCE, el Ministerio se conduce guiado únicamente por sus propias decisiones, sin entender que la importancia de una ley educativa reclama una redacción consensuada por todos los agentes educativos. De aplicarse, la LOMCE será una ley claramente antidemocrática, impuesta por la fuerza a la sociedad.
¿En qué consiste la iniciativa "La Educación que nos Une" y cuáles serán sus primeras acciones?
La Educación que nos Une nace como respuesta al desmantelamiento sistemático de la educación pública y la perversión del concepto mismo de educación. Su objetivo no es solo oponerse a la LOMCE, sino propiciar un espacio de aportación colectiva en el que confluyan propuestas educativas respetuosas con la idea de una escuela pública, democrática, inclusiva, coeducativa, científica, ecológica y laica.
Mirando hacia el resto de Europa, ¿podemos encontrar algún modelo de educación que aplique los valores y los modos educativos que vosotros proponéis?
Más que de modelos educativos o de países, La Educación que nos Une prefiere hablar de prácticas educativas transformadoras que se producen en cualquier parte del planeta. Desde nuestra página, invitamos a quienes conozcan o hayan participado en alguna experiencia educativa –acorde con nuestras propuestas– a compartirla en nuestro Mapa de resistencias.
Los recortes aplicados a la educación española han supuesto pérdidas de derechos para los alumnos, como desatención a la diversidad o supresión de becas. ¿Qué opináis de estas medidas?
Consideramos los recortes en educación, que afectan sobre todo a los más desfavorecidos, una agresión inadmisible al derecho a la educación y a la igualdad de oportunidades.
De un tiempo a esta parte, venimos observando que los maestros y profesores de la educación públcia en nuestro país padecen una enorme presión por el aumento de las labores burocráticas en los centros… ¿Cree que es ésta otra forma indirecta de degradar la educación pública?
Más que por la burocracia, la educación se degrada tanto por el aumento de alumnos por aula como por el número de alumnos por docente. Esta circunstancia impide llevar a cabo un seguimiento personalizado de los estudiantes. El profesorado está desbordado no por la burocracia como tal, sino porque no disfruta ni de medios ni de tiempo para atender a las alumnas y alumnos como se merecen.
¿No cree que debería reclamarse también un mayor respeto y un mayor reconocimiento sociales de la figura del profesor o de la profesora, como parte de cualquier proyecto de mejora de la educación? Pienso en el ejemplo de otros países como Finlandia, que se sitúa siempre en los primeros puestos en los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), y en el que la figura del profesor es muy respetada…
Lo importante no es reclamar mayor respeto solo de palabra, sino propiciar las condiciones que favorezcan la labor de los profesores.
¿Cuál es la imagen o concepción de los estudiantes (niños y jóvenes) que se desprende del proyecto de la LOMCE? ¿Tan deshumanizadora es esta ley como la describe el manifiesto?
La idea que la LOMCE tiene de los estudiantes se limita al papel que el mercado les reserva como individuos en nuestra sociedad. El sistema educativo actual perpetúa un modelo social y económico que genera injusticias sociales y ambientales.
La LOMCE va a aumentar flagrantemente estas injusticias. Adaptar la educación “a las necesidades cambiantes del mercado”, como ha llegado a decir recientemente la OCDE, organismo que elabora las pruebas PISA, no solo convierte la educación en el engranaje necesario de adiestramiento de mano de obra, sino que impide el desarrollo de todas aquellas asignaturas o experiencias educativas que atienden a la dimensión ética, afectiva y creativa de las personas. Qué se estudia, cómo se estudia y para qué se estudia son preguntas que la sociedad en su conjunto, y no organismos económicos, debe responder.
Muchas son las organizaciones que participan en "La Educación que nos Une", lo que denota que los movimientos sociales organizados sí están concienciados con lo que la LOMCE supone para la educación pública española, ¿se puede decir lo mismo de la sociedad en general?
Llevamos dos años de protestas en los que gran parte de la ciudadanía ha mostrado su desacuerdo contra la LOMCE. No obstante, el discurso del poder, que ha secuestrado los medios de comunicación, tiene la voluntad de ofrecer como inevitables los cambios que su ley pretende implantar. De ahí que sea crucial ofrecer a la sociedad un discurso contrario, perfectamente abordable, y que lo hagamos de manera colectiva.
¿Qué medidas podrían ejercer los padres y los alumnos que no estén de acuerdo con los nuevos planes educativos, para tratar de cambiar esta situación?
Las acciones de desobediencia en ningún caso deben implicar la heroicidad de las familias o el riesgo de pérdida de derechos de alumnas y alumnos. Recordemos que la LOMCE es una ley. Antidemocrática e ilegítima, pero una ley. En este sentido, se han de proponer medidas concretas que no perjudiquen a quienes las llevan a cabo.
Una de ellas podría ser no proponer a un estudiante que curse estudios en un itinerario desde el que no es posible la obtención del título de Graduado en Secundaria, como lo es el ciclo de Formación Profesional Básica, que aboca a un pozo negro sin salida, por más que se esté intentando maquillar con medias verdades.
Las familias, la sociedad en su conjunto, tienen que entender que la educación es mucho más que aquellos aprendizajes que se verán consagrados en las reválidas externas de la LOMCE. Con las reválidas se corre el riesgo de que los aprendizajes que sirven para superar los exámenes sean los únicos que cobren legitimidad.
Además, una educación fundamentada en estas pruebas conduce a la competitividad y a la exclusión. Es importante reflexionar sobre la sociedad que queremos porque es el modelo educativo el que termina configurándola. La Educación que nos Une apuesta por una educación que trabaje para la construcción de una sociedad crítica, solidaria y cohesionada.
Está previsto que la LOMCE comience a aplicarse el curso 2014-15 en 1º,3º y 5º de Primaria y en la nueva FP básica para alumnos de 15 años. ¿Hay alguna posibilidad de que esto no suceda?
Cinco comunidades autónomas se han referido a la imposibilidad de elaborar para septiembre los desarrollos normativos de la ley. Pero el Gobierno no escucha. Como en todo lo referido a la LOMCE, el Ministerio se conduce guiado únicamente por sus propias decisiones, sin entender que la importancia de una ley educativa reclama una redacción consensuada por todos los agentes educativos. De aplicarse, la LOMCE será una ley claramente antidemocrática, impuesta por la fuerza a la sociedad.
¿En qué consiste la iniciativa "La Educación que nos Une" y cuáles serán sus primeras acciones?
La Educación que nos Une nace como respuesta al desmantelamiento sistemático de la educación pública y la perversión del concepto mismo de educación. Su objetivo no es solo oponerse a la LOMCE, sino propiciar un espacio de aportación colectiva en el que confluyan propuestas educativas respetuosas con la idea de una escuela pública, democrática, inclusiva, coeducativa, científica, ecológica y laica.
Mirando hacia el resto de Europa, ¿podemos encontrar algún modelo de educación que aplique los valores y los modos educativos que vosotros proponéis?
Más que de modelos educativos o de países, La Educación que nos Une prefiere hablar de prácticas educativas transformadoras que se producen en cualquier parte del planeta. Desde nuestra página, invitamos a quienes conozcan o hayan participado en alguna experiencia educativa –acorde con nuestras propuestas– a compartirla en nuestro Mapa de resistencias.
Los recortes aplicados a la educación española han supuesto pérdidas de derechos para los alumnos, como desatención a la diversidad o supresión de becas. ¿Qué opináis de estas medidas?
Consideramos los recortes en educación, que afectan sobre todo a los más desfavorecidos, una agresión inadmisible al derecho a la educación y a la igualdad de oportunidades.
De un tiempo a esta parte, venimos observando que los maestros y profesores de la educación públcia en nuestro país padecen una enorme presión por el aumento de las labores burocráticas en los centros… ¿Cree que es ésta otra forma indirecta de degradar la educación pública?
Más que por la burocracia, la educación se degrada tanto por el aumento de alumnos por aula como por el número de alumnos por docente. Esta circunstancia impide llevar a cabo un seguimiento personalizado de los estudiantes. El profesorado está desbordado no por la burocracia como tal, sino porque no disfruta ni de medios ni de tiempo para atender a las alumnas y alumnos como se merecen.
¿No cree que debería reclamarse también un mayor respeto y un mayor reconocimiento sociales de la figura del profesor o de la profesora, como parte de cualquier proyecto de mejora de la educación? Pienso en el ejemplo de otros países como Finlandia, que se sitúa siempre en los primeros puestos en los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), y en el que la figura del profesor es muy respetada…
Lo importante no es reclamar mayor respeto solo de palabra, sino propiciar las condiciones que favorezcan la labor de los profesores.
¿Cuál es la imagen o concepción de los estudiantes (niños y jóvenes) que se desprende del proyecto de la LOMCE? ¿Tan deshumanizadora es esta ley como la describe el manifiesto?
La idea que la LOMCE tiene de los estudiantes se limita al papel que el mercado les reserva como individuos en nuestra sociedad. El sistema educativo actual perpetúa un modelo social y económico que genera injusticias sociales y ambientales.
La LOMCE va a aumentar flagrantemente estas injusticias. Adaptar la educación “a las necesidades cambiantes del mercado”, como ha llegado a decir recientemente la OCDE, organismo que elabora las pruebas PISA, no solo convierte la educación en el engranaje necesario de adiestramiento de mano de obra, sino que impide el desarrollo de todas aquellas asignaturas o experiencias educativas que atienden a la dimensión ética, afectiva y creativa de las personas. Qué se estudia, cómo se estudia y para qué se estudia son preguntas que la sociedad en su conjunto, y no organismos económicos, debe responder.
Muchas son las organizaciones que participan en "La Educación que nos Une", lo que denota que los movimientos sociales organizados sí están concienciados con lo que la LOMCE supone para la educación pública española, ¿se puede decir lo mismo de la sociedad en general?
Llevamos dos años de protestas en los que gran parte de la ciudadanía ha mostrado su desacuerdo contra la LOMCE. No obstante, el discurso del poder, que ha secuestrado los medios de comunicación, tiene la voluntad de ofrecer como inevitables los cambios que su ley pretende implantar. De ahí que sea crucial ofrecer a la sociedad un discurso contrario, perfectamente abordable, y que lo hagamos de manera colectiva.
¿Qué medidas podrían ejercer los padres y los alumnos que no estén de acuerdo con los nuevos planes educativos, para tratar de cambiar esta situación?
Las acciones de desobediencia en ningún caso deben implicar la heroicidad de las familias o el riesgo de pérdida de derechos de alumnas y alumnos. Recordemos que la LOMCE es una ley. Antidemocrática e ilegítima, pero una ley. En este sentido, se han de proponer medidas concretas que no perjudiquen a quienes las llevan a cabo.
Una de ellas podría ser no proponer a un estudiante que curse estudios en un itinerario desde el que no es posible la obtención del título de Graduado en Secundaria, como lo es el ciclo de Formación Profesional Básica, que aboca a un pozo negro sin salida, por más que se esté intentando maquillar con medias verdades.
Las familias, la sociedad en su conjunto, tienen que entender que la educación es mucho más que aquellos aprendizajes que se verán consagrados en las reválidas externas de la LOMCE. Con las reválidas se corre el riesgo de que los aprendizajes que sirven para superar los exámenes sean los únicos que cobren legitimidad.
Además, una educación fundamentada en estas pruebas conduce a la competitividad y a la exclusión. Es importante reflexionar sobre la sociedad que queremos porque es el modelo educativo el que termina configurándola. La Educación que nos Une apuesta por una educación que trabaje para la construcción de una sociedad crítica, solidaria y cohesionada.