Construir una casa a partir de árboles vivos en lugar de madera cortada es la propuesta de investigadores del Smart Cities Group del MIT Media Lab. Se trata de un nuevo concepto de hogar, respetuoso y colaborador con el medio ambiente, denominado Fab Tree Hab e ideado por el arquitecto Mitchel Joachim, en colaboración con la ingeniera ecológica Lara Greden y el arquitecto Javier Arbona. El Fab Tree Hab es, de hecho, un ecosistema en sí mismo, aseguran sus creadores.
Estas casas-árbol se caracterizan por ser sostenibles y tener un bajo impacto en el medioambiente y en la salud humana, dentro de las pautas del llamado “diseño verde”. La calidad de vida de sus habitantes, así como su salud, están aseguradas en este tipo de casas, fabricadas con una antigua tecnología de trenzado de ramas de árboles, lo que permite formar arcos, entramados y mamparas de madera.
Los troncos de los árboles conforman la base estructural de estas construcciones, mientras que las ramas forman un entramado y se convertirían en las paredes y el tejado. Este denso tejido se completa con otras plantas crecederas.
En el interior, un material compuesto de arcilla y paja aisla la construcción de la humedad, cubriendo los huecos que queden en el trenzado. Asimismo, se le añadiría una capa de arcilla, como si fuera yeso, con fines estéticos.
Este material compuesto de arcilla y paja ya se utiliza en algunas construcciones, y se ha demostrado que es eficaz y perdurable. A medida que las ramas crezcan y los trenzados aumenten, la casa podría aumentar su tamaño, así como su capacidad de protección.
Frescor y calor
Mitchel Joachim ha ideado además unas ventanas fabricadas con plásticos cuya base sea la soja, y que por su flexibilidad se adaptarían al crecimiento del árbol con el paso del tiempo.
El agua necesaria para la vivienda se almacena en el tejado y circula gracias a la gravedad que la atrae al interior. Asimismo, el estanque de agua está también “habitado” por bacterias, peces y plantas que consumen residuos orgánicos, de manera que naturalmente el agua se purifica.
El agua almacenada sirve al mismo tiempo para hidratar las plantas y el árbol que forman la casa. Éstos, a su vez, producen un vapor durante su transpiración que se aprovecha para refrescar el hogar. El agua que se obtiene de dicho vapor también se conserva, cerrando así el ciclo del consumo y recuperación del agua. Por otro lado, es posible instalar un sistema de descomposición de materia orgánica que genere cómpost, empleado como abono en agricultura.
Para calentar la casa, el diseño comprende largos ventanales orientados hacia el sur, que absorban el calor durante el invierno. En los meses más calurosos, las ventanas situadas hacia las zonas en sombra aportan el frescor necesario.
Primeros proyectos y comunidad verde
Tal como explica al respecto Discovery Channel, el sueño de Joachim es llegar a construir algún día una comunidad entera compuesta por este tipo de casas, pero antes deben llevarse a cabo una serie de estudios de viabilidad. Mientras tanto, trabaja ya en el diseño de una casa de estas características en California, que estará construida la mitad con materiales reciclables y reutilizables, y la otra mitad con materiales vivos.
Este proyecto se ha bautizado ya con el nombre de MatScape, y también está basado en la idea de colaboración del hombre con la naturaleza. La estructura de esta casa de California aprovecha las lluvias y la luz del sol para auto-suministrarse, tanto de agua como de energía. Formada por paneles que pueden ser sustituidos o modificados, la casa será simbiótica con el entorno e irá cambiando con el tiempo. Su estructura es cinética.
La intención de estas construcciones es obtener ahorro energético, así como reducir costes externos. Según sus creeadores, estas casas tendrán una larga vida, podrán renovarse y adaptarse, y evolucionan con el tiempo.
Propuesta inédita
Tanto el Fab Tree Hab como MatScape no son los únicos proyectos arquitectónicos que persiguen el objetivo de proporcionar a las personas viviendas cada vez más integradas en la naturaleza. Tal como explica al respecto Comunidades Inteligentes, las posibilidades de conseguir estos objetivos son diversas.
En líneas generales, las viviendas llamadas verdes son las que promueven la conservación de recursos, incluyendo eficiencia de energía, energía renovable, y elementos de conservación de agua; consideran el impacto ambiental y minimización de desechos; crean un ambiente sano y cómodo; reducen los costos de operación y mantención; y responden a preocupaciones tales como la preservación histórica, el acceso a transporte público y a otros sistemas de infraestructura comunitaria.
El Fab Tree Hab se integra en esta corriente de edificaciones amigables con el entorno, si bien lleva el concepto hasta extremos inéditos en la historia de la arquitectura, con casas que se integran en los árboles hasta formar parte de ellos y de su dinámica vital, ya que crecen con sus ramas y se adaptan a sus evoluciones naturales.
Estas casas-árbol se caracterizan por ser sostenibles y tener un bajo impacto en el medioambiente y en la salud humana, dentro de las pautas del llamado “diseño verde”. La calidad de vida de sus habitantes, así como su salud, están aseguradas en este tipo de casas, fabricadas con una antigua tecnología de trenzado de ramas de árboles, lo que permite formar arcos, entramados y mamparas de madera.
Los troncos de los árboles conforman la base estructural de estas construcciones, mientras que las ramas forman un entramado y se convertirían en las paredes y el tejado. Este denso tejido se completa con otras plantas crecederas.
En el interior, un material compuesto de arcilla y paja aisla la construcción de la humedad, cubriendo los huecos que queden en el trenzado. Asimismo, se le añadiría una capa de arcilla, como si fuera yeso, con fines estéticos.
Este material compuesto de arcilla y paja ya se utiliza en algunas construcciones, y se ha demostrado que es eficaz y perdurable. A medida que las ramas crezcan y los trenzados aumenten, la casa podría aumentar su tamaño, así como su capacidad de protección.
Frescor y calor
Mitchel Joachim ha ideado además unas ventanas fabricadas con plásticos cuya base sea la soja, y que por su flexibilidad se adaptarían al crecimiento del árbol con el paso del tiempo.
El agua necesaria para la vivienda se almacena en el tejado y circula gracias a la gravedad que la atrae al interior. Asimismo, el estanque de agua está también “habitado” por bacterias, peces y plantas que consumen residuos orgánicos, de manera que naturalmente el agua se purifica.
El agua almacenada sirve al mismo tiempo para hidratar las plantas y el árbol que forman la casa. Éstos, a su vez, producen un vapor durante su transpiración que se aprovecha para refrescar el hogar. El agua que se obtiene de dicho vapor también se conserva, cerrando así el ciclo del consumo y recuperación del agua. Por otro lado, es posible instalar un sistema de descomposición de materia orgánica que genere cómpost, empleado como abono en agricultura.
Para calentar la casa, el diseño comprende largos ventanales orientados hacia el sur, que absorban el calor durante el invierno. En los meses más calurosos, las ventanas situadas hacia las zonas en sombra aportan el frescor necesario.
Primeros proyectos y comunidad verde
Tal como explica al respecto Discovery Channel, el sueño de Joachim es llegar a construir algún día una comunidad entera compuesta por este tipo de casas, pero antes deben llevarse a cabo una serie de estudios de viabilidad. Mientras tanto, trabaja ya en el diseño de una casa de estas características en California, que estará construida la mitad con materiales reciclables y reutilizables, y la otra mitad con materiales vivos.
Este proyecto se ha bautizado ya con el nombre de MatScape, y también está basado en la idea de colaboración del hombre con la naturaleza. La estructura de esta casa de California aprovecha las lluvias y la luz del sol para auto-suministrarse, tanto de agua como de energía. Formada por paneles que pueden ser sustituidos o modificados, la casa será simbiótica con el entorno e irá cambiando con el tiempo. Su estructura es cinética.
La intención de estas construcciones es obtener ahorro energético, así como reducir costes externos. Según sus creeadores, estas casas tendrán una larga vida, podrán renovarse y adaptarse, y evolucionan con el tiempo.
Propuesta inédita
Tanto el Fab Tree Hab como MatScape no son los únicos proyectos arquitectónicos que persiguen el objetivo de proporcionar a las personas viviendas cada vez más integradas en la naturaleza. Tal como explica al respecto Comunidades Inteligentes, las posibilidades de conseguir estos objetivos son diversas.
En líneas generales, las viviendas llamadas verdes son las que promueven la conservación de recursos, incluyendo eficiencia de energía, energía renovable, y elementos de conservación de agua; consideran el impacto ambiental y minimización de desechos; crean un ambiente sano y cómodo; reducen los costos de operación y mantención; y responden a preocupaciones tales como la preservación histórica, el acceso a transporte público y a otros sistemas de infraestructura comunitaria.
El Fab Tree Hab se integra en esta corriente de edificaciones amigables con el entorno, si bien lleva el concepto hasta extremos inéditos en la historia de la arquitectura, con casas que se integran en los árboles hasta formar parte de ellos y de su dinámica vital, ya que crecen con sus ramas y se adaptan a sus evoluciones naturales.