Una cámara tan avanzada que puede fotografiar y grabar el metano del aire acaba de ser presentada por un equipo de investigadores de las Universidades de Linköping y Estocolmo (Suecia). Puede ayudar a medir y observar los gases de efecto invernadero. La utilidad de la cámara se ha demostrado en un estudio publicado en Nature Climate Change.
"La cámara es muy sensible, lo que significa que el metano es a la vez visible y medible cerca del nivel del suelo, con una resolución mucho mayor que antes. Ser capaz de medir a pequeña escala es crucial", dice Magnus Gålfalk, profesor de Cambio Ambiental en la Universidad de Linköping que dirigió el estudio, en la nota de prensa de la institución.
La cámara hiperespectral avanzada de infrarrojos pesa 30 kilos y mide 50 x 45 x 25 centímetros. Está optimizada para medir la misma radiación que absorbe el metano, que hace que el metano sea un gas de efecto invernadero tan potente.
La cámara se puede utilizar para medir las emisiones en muchos entornos, incluyendo los depósitos de lodos de depuradora, los procesos de combustión, la cría de animales y los lagos. Para cada píxel de imagen de la cámara, se registra un espectro de alta resolución, lo que hace posible cuantificar el metano por separado de los otros gases.
"La cámara es muy sensible, lo que significa que el metano es a la vez visible y medible cerca del nivel del suelo, con una resolución mucho mayor que antes. Ser capaz de medir a pequeña escala es crucial", dice Magnus Gålfalk, profesor de Cambio Ambiental en la Universidad de Linköping que dirigió el estudio, en la nota de prensa de la institución.
La cámara hiperespectral avanzada de infrarrojos pesa 30 kilos y mide 50 x 45 x 25 centímetros. Está optimizada para medir la misma radiación que absorbe el metano, que hace que el metano sea un gas de efecto invernadero tan potente.
La cámara se puede utilizar para medir las emisiones en muchos entornos, incluyendo los depósitos de lodos de depuradora, los procesos de combustión, la cría de animales y los lagos. Para cada píxel de imagen de la cámara, se registra un espectro de alta resolución, lo que hace posible cuantificar el metano por separado de los otros gases.
Imagen de la cámara, visualizada con el color púrpura. Fuente: Universidad de Linköping.
Desarrollo
La cámara fue desarrollada por un equipo que combina conocimientos de diferentes campos de especialización, incluyendo astronomía, biogeoquímica, ingeniería y las ciencias ambientales.
"Esto nos da nuevas posibilidades para el mapeo y monitorización de las fuentes y sumideros de metano, y nos ayudará a entender cómo se regulan las emisiones de metano y cómo podemos reducir las emisiones. Hasta el momento la cámara se ha utilizado desde el suelo y ahora estamos trabajando para que se pueda utilizar en el aire, para cartografiar e metano a gran escala", dice David Bastviken, profesor de Cambio Ambiental en la Universidad de Linköping e investigador principal del proyecto.
Bastviken hace hincapié en que el proyecto no hubiera sido posible sin la financiación de la Fundación Knut y Alice Wallenberg y el Consejo de Investigación sueco, VR. Además de Gålfalk y Bastviken, los profesores Göran Olofsson y Patrick Crill de la Universidad de Estocolmo también han contribuido al proyecto.
La cámara fue desarrollada por un equipo que combina conocimientos de diferentes campos de especialización, incluyendo astronomía, biogeoquímica, ingeniería y las ciencias ambientales.
"Esto nos da nuevas posibilidades para el mapeo y monitorización de las fuentes y sumideros de metano, y nos ayudará a entender cómo se regulan las emisiones de metano y cómo podemos reducir las emisiones. Hasta el momento la cámara se ha utilizado desde el suelo y ahora estamos trabajando para que se pueda utilizar en el aire, para cartografiar e metano a gran escala", dice David Bastviken, profesor de Cambio Ambiental en la Universidad de Linköping e investigador principal del proyecto.
Bastviken hace hincapié en que el proyecto no hubiera sido posible sin la financiación de la Fundación Knut y Alice Wallenberg y el Consejo de Investigación sueco, VR. Además de Gålfalk y Bastviken, los profesores Göran Olofsson y Patrick Crill de la Universidad de Estocolmo también han contribuido al proyecto.
Referencia bibliográfica:
Magnus Gålfalk, Göran Olofsson, Patrick Crill, David Bastviken: Making methane visible. Nature Climate Change (2015). DOI: 10.1038/nclimate2877.
Magnus Gålfalk, Göran Olofsson, Patrick Crill, David Bastviken: Making methane visible. Nature Climate Change (2015). DOI: 10.1038/nclimate2877.