El traje elástico con electrodos en los principales músculos. Fuente: KTH.
Una alternativa a los tratamientos dolorosos y a la cirugía para el daño cerebral puede estar ahora disponible en forma del traje corporal elástico provisto de electrodos que ha sido diseñado en el KTH Royal Institute of Technology (Suecia), en colaboración con socios industriales del sector de la salud y el cuidado.
La prenda, llamada Mollii, podría aumentar el rango de movimientos y reducir el dolor de las personas con lesiones cerebrales y trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral. La prenda proporciona al cuerpo estimulación eléctrica para aliviar la tensión y los espasmos. El resultado es una menor percepción del dolor y un aumento de la movilidad.
Origen de la idea
La idea la tuvo un quiropráctico sueco, Fredrik Lundqvist, que trabajaba en la rehabilitación de pacientes con daño cerebral. A Lundqvist se le ocurrió coser estímulos eléctricos en prendas que el paciente pudiera llevar puestas.
Les llevó la idea a los investigadores del KTH, Johan Gawell y Jonas Wistrand, del Departamento de Diseño de Máquinas. "Crearon un prototipo del producto, y ahora ya trabajan a tiempo completo en el desarrollo de Mollii", explica Lundqvist en la nota de prensa del KTH. "Necesitamos más ingenieros en la atención médica", añade.
La prenda, llamada Mollii, podría aumentar el rango de movimientos y reducir el dolor de las personas con lesiones cerebrales y trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral. La prenda proporciona al cuerpo estimulación eléctrica para aliviar la tensión y los espasmos. El resultado es una menor percepción del dolor y un aumento de la movilidad.
Origen de la idea
La idea la tuvo un quiropráctico sueco, Fredrik Lundqvist, que trabajaba en la rehabilitación de pacientes con daño cerebral. A Lundqvist se le ocurrió coser estímulos eléctricos en prendas que el paciente pudiera llevar puestas.
Les llevó la idea a los investigadores del KTH, Johan Gawell y Jonas Wistrand, del Departamento de Diseño de Máquinas. "Crearon un prototipo del producto, y ahora ya trabajan a tiempo completo en el desarrollo de Mollii", explica Lundqvist en la nota de prensa del KTH. "Necesitamos más ingenieros en la atención médica", añade.
Composición del traje
Diseñado con los mismos materiales que un traje de baño ordinario, el traje tiene cosido un conductor elástico y electrodos que caen sobre los músculos principales. La corriente eléctrica está alimentada con pilas y se lleva a cabo a través de cables de plata enchufados a los 58 electrodos del interior de la prenda, que a su vez estimulan hasta 42 músculos distintos, de acuerdo con las necesidades del paciente. Las pilas se colocan en una pequeña caja de control montada en la cintura.
"La idea es que la prenda debe usarse durante unas horas, tres veces por semana, y se espera que el efecto dure hasta dos días", señala Lundqvist. A los usuarios se les recomienda entrenarse y hacer estiramientos al tiempo que siguen el tratamiento.
"Para mejorar la calidad de vida del paciente se puede optar por utilizar Mollii una hora antes de ir al trabajo, la escuela o un evento social. Eso permite que el cuerpo funcione de la mejor manera posible cuando es realmente necesario", explica.
La prenda se ha demostrado ser altamente eficaz en exámenes llevados a cabo en pacientes, en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, asegura Lundvist. "El cien por ciento de los participantes en la encuesta dicen que han experimentado mejoras en su calidad de vida", añade. Por ejemplo, pacientes de ictus, con parálisis en un lado, han conseguido un aumento de la movilidad en las extremidades espásticas (con espasmos), y mejoraron su modo de andar y el funcionamiento de sus brazos y manos.
Dormir mejor
"Como beneficio adicional, los pacientes suelen dormir mejor, y sus habilidades motoras faríngeas y su habla mejoraron después de usar Mollii", añade Lundqvist.
El tratamiento de los pacientes con dificultades de movimiento y dolor debido a daño neurológico a menudo puede requerir cirugía, inyecciones de bótox o fuertes medicamentos. "Estos tratamientos implican altos costes y efectos secundarios, mientras que nuestra ropa es simple y segura de usar", afirma Lundqvist. "Se puede reducir el número de visitas al hospital porque el tratamiento puede realizarse en casa. Y, cuando aumenta la movilidad, hay menos necesidad de andadores o sillas de ruedas."
Mollii es un dispositivo médico que cuenta con la marca CE de seguridad, pero aún no se han realizado pruebas clínicas independientes.
La prenda ya está disponible a través del sistema de salud sueco como herramienta personal prescrita por los terapeutas físicos u ocupacionales. En Dinamarca, ya está subvencionada con fondos municipales para el tratamiento del daño nervioso, con la prescripción de un fisioterapeuta.
También se puede comprar directamente a la compañía Inerventions. El precio es de unos 5.600 euros por dos años garantizados de tratamiento de la espasticidad. Si durante ese tiempo la prenda se queda pequeña, el paciente puede obtener otra sin coste adicional.
Diseñado con los mismos materiales que un traje de baño ordinario, el traje tiene cosido un conductor elástico y electrodos que caen sobre los músculos principales. La corriente eléctrica está alimentada con pilas y se lleva a cabo a través de cables de plata enchufados a los 58 electrodos del interior de la prenda, que a su vez estimulan hasta 42 músculos distintos, de acuerdo con las necesidades del paciente. Las pilas se colocan en una pequeña caja de control montada en la cintura.
"La idea es que la prenda debe usarse durante unas horas, tres veces por semana, y se espera que el efecto dure hasta dos días", señala Lundqvist. A los usuarios se les recomienda entrenarse y hacer estiramientos al tiempo que siguen el tratamiento.
"Para mejorar la calidad de vida del paciente se puede optar por utilizar Mollii una hora antes de ir al trabajo, la escuela o un evento social. Eso permite que el cuerpo funcione de la mejor manera posible cuando es realmente necesario", explica.
La prenda se ha demostrado ser altamente eficaz en exámenes llevados a cabo en pacientes, en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, asegura Lundvist. "El cien por ciento de los participantes en la encuesta dicen que han experimentado mejoras en su calidad de vida", añade. Por ejemplo, pacientes de ictus, con parálisis en un lado, han conseguido un aumento de la movilidad en las extremidades espásticas (con espasmos), y mejoraron su modo de andar y el funcionamiento de sus brazos y manos.
Dormir mejor
"Como beneficio adicional, los pacientes suelen dormir mejor, y sus habilidades motoras faríngeas y su habla mejoraron después de usar Mollii", añade Lundqvist.
El tratamiento de los pacientes con dificultades de movimiento y dolor debido a daño neurológico a menudo puede requerir cirugía, inyecciones de bótox o fuertes medicamentos. "Estos tratamientos implican altos costes y efectos secundarios, mientras que nuestra ropa es simple y segura de usar", afirma Lundqvist. "Se puede reducir el número de visitas al hospital porque el tratamiento puede realizarse en casa. Y, cuando aumenta la movilidad, hay menos necesidad de andadores o sillas de ruedas."
Mollii es un dispositivo médico que cuenta con la marca CE de seguridad, pero aún no se han realizado pruebas clínicas independientes.
La prenda ya está disponible a través del sistema de salud sueco como herramienta personal prescrita por los terapeutas físicos u ocupacionales. En Dinamarca, ya está subvencionada con fondos municipales para el tratamiento del daño nervioso, con la prescripción de un fisioterapeuta.
También se puede comprar directamente a la compañía Inerventions. El precio es de unos 5.600 euros por dos años garantizados de tratamiento de la espasticidad. Si durante ese tiempo la prenda se queda pequeña, el paciente puede obtener otra sin coste adicional.