Más de un millón de personas padecen Parkinson en Europa, y, como resultado del envejecimiento de la población, la Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson espera que esta cifra se duplique de aquí a 2030.
El proyecto Rempark pretende facilitar la vida de las personas con Parkinson y ayudar a la comunidad médica a mejorar el tratamiento. La labor de estos investigadores es desarrollar un sistema médico que detecte y registre el estado motor del paciente en cada momento y le ayude a recuperar casi por completo el control de sus movimientos.
"Además de ayudar al paciente a gestionar los síntomas, este sistema ofrece información a su médico para que pueda realizar un seguimiento más preciso del curso de la enfermedad", afirma el profesor Joan Cabestany, coordinador del proyecto y miembro del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), en la información de Cordis.
Componentes
El sistema consta de un sensor que se coloca en la cintura; un teléfono inteligente que actúa como nodo para enviar y recibir información; un servidor que recibe los datos y se comunica con el personal médico; un sistema de ritmos sonoros, y un dispositivo de estimulación eléctrica funcional sensorial.
El sensor evalúa el estado motor del paciente en tiempo real y es capaz de identificar síntomas específicos de esta enfermedad. El sistema permite evaluar lo que se conoce como "fenómenos on/off de discinesia ". La fase on es aquella durante la cual el paciente puede moverse de forma casi totalmente funcional, mientras que durante los periodos off presenta dificultades motrices, temblores u otros movimientos espasmódicos musculares involuntarios característicos del Parkinson.
Cuando comienza a experimentar dificultades para moverse de manera coordinada, el paciente escucha a través de un auricular conectado al sistema un tono rítmico muy similar al de un metrónomo. De este modo el sistema guía los pasos del paciente, permitiéndole recuperar la funcionalidad suficiente para desenvolverse en su vida diaria.
Información
Normalmente los neurólogos reconocen a sus pacientes con Parkinson unas cuantas veces al año, y solo pueden obtener visiones inconexas de su estado. Gracias al sistema Rempark, estos especialistas podrán monitorizar y analizar la evolución de la enfermedad.
La red de área corporal del paciente envía datos a un servidor en la nube a través de su teléfono inteligente. El facultativo puede acceder a esta información de forma remota para valorar el estado del paciente y realizar un seguimiento de la evolución de la enfermedad. Con este sistema el médico puede además comunicarse con el paciente.
"El sistema ayuda al personal médico a identificar tendencias", explica Cabestany. "Pueden examinar los datos en cualquier momento", continúa. "El sensor es un dispositivo que ya puede utilizarse para mejorar el seguimiento de los pacientes. Los médicos pueden valorar la evolución de la enfermedad a lo largo de una jornada o cualquier otro periodo de tiempo, en condiciones ambulatorias, mientras el paciente lleva a cabo su vida con normalidad".
Gracias a este análisis los neurólogos pueden ajustar el tratamiento del paciente y mantenerse dentro de los límites de la "ventana terapéutica", esto es, garantizar que los beneficios de la medicación superan siempre sus posibles efectos secundarios.
El acceso a esta información no solo resulta útil a los médicos.
"Saber cuántas horas se encontraron en estado on y off permite a los pacientes gestionar mejor los síntomas y hacer los ajustes necesarios en su actividad diaria y su entorno", comenta el profesor Manuel Moreno, compañero de Cabestany en la Facultad de Ingeniería de la UPC.
El proyecto Rempark pretende facilitar la vida de las personas con Parkinson y ayudar a la comunidad médica a mejorar el tratamiento. La labor de estos investigadores es desarrollar un sistema médico que detecte y registre el estado motor del paciente en cada momento y le ayude a recuperar casi por completo el control de sus movimientos.
"Además de ayudar al paciente a gestionar los síntomas, este sistema ofrece información a su médico para que pueda realizar un seguimiento más preciso del curso de la enfermedad", afirma el profesor Joan Cabestany, coordinador del proyecto y miembro del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), en la información de Cordis.
Componentes
El sistema consta de un sensor que se coloca en la cintura; un teléfono inteligente que actúa como nodo para enviar y recibir información; un servidor que recibe los datos y se comunica con el personal médico; un sistema de ritmos sonoros, y un dispositivo de estimulación eléctrica funcional sensorial.
El sensor evalúa el estado motor del paciente en tiempo real y es capaz de identificar síntomas específicos de esta enfermedad. El sistema permite evaluar lo que se conoce como "fenómenos on/off de discinesia ". La fase on es aquella durante la cual el paciente puede moverse de forma casi totalmente funcional, mientras que durante los periodos off presenta dificultades motrices, temblores u otros movimientos espasmódicos musculares involuntarios característicos del Parkinson.
Cuando comienza a experimentar dificultades para moverse de manera coordinada, el paciente escucha a través de un auricular conectado al sistema un tono rítmico muy similar al de un metrónomo. De este modo el sistema guía los pasos del paciente, permitiéndole recuperar la funcionalidad suficiente para desenvolverse en su vida diaria.
Información
Normalmente los neurólogos reconocen a sus pacientes con Parkinson unas cuantas veces al año, y solo pueden obtener visiones inconexas de su estado. Gracias al sistema Rempark, estos especialistas podrán monitorizar y analizar la evolución de la enfermedad.
La red de área corporal del paciente envía datos a un servidor en la nube a través de su teléfono inteligente. El facultativo puede acceder a esta información de forma remota para valorar el estado del paciente y realizar un seguimiento de la evolución de la enfermedad. Con este sistema el médico puede además comunicarse con el paciente.
"El sistema ayuda al personal médico a identificar tendencias", explica Cabestany. "Pueden examinar los datos en cualquier momento", continúa. "El sensor es un dispositivo que ya puede utilizarse para mejorar el seguimiento de los pacientes. Los médicos pueden valorar la evolución de la enfermedad a lo largo de una jornada o cualquier otro periodo de tiempo, en condiciones ambulatorias, mientras el paciente lleva a cabo su vida con normalidad".
Gracias a este análisis los neurólogos pueden ajustar el tratamiento del paciente y mantenerse dentro de los límites de la "ventana terapéutica", esto es, garantizar que los beneficios de la medicación superan siempre sus posibles efectos secundarios.
El acceso a esta información no solo resulta útil a los médicos.
"Saber cuántas horas se encontraron en estado on y off permite a los pacientes gestionar mejor los síntomas y hacer los ajustes necesarios en su actividad diaria y su entorno", comenta el profesor Manuel Moreno, compañero de Cabestany en la Facultad de Ingeniería de la UPC.
Alertas
Si un paciente se encuentra en una situación difícil y no es consciente de ello, el sistema puede alertarle enviando un mensaje a través de su teléfono inteligente para que se percate de su estado motor y reaccione según corresponda.
De producirse una emergencia como, por ejemplo, una caída, el sistema avisa a los familiares del enfermo, su médico o un centro de atención de llamadas.
El proyecto, activo del 1 de noviembre de 2011 hasta el 30 de abril de 2015, recibió financiación europea por valor de 3,3 millones de euros. El equipo llevó a cabo ensayos en condiciones ambulatorias con cuarenta y tres pacientes adscritos a cuatro centros médicos de España, Irlanda, Israel e Italia. Estas experiencias piloto, de varios meses de duración, se iniciaron en septiembre de 2014.
Los resultados, informa la UPC en una nota de prensa, se presentarán en un workshop el próximo 21 de abril, en Madrid. Durante la jornada se valorará la aportación de beneficios tanto médicos como sociales y económicos.
Consorcio
En el proyecto participan también el Hospital Quirón Teknon, Telefónica y la Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson, así como varios centros de investigación y empresas de Alemania, Portugal, Italia, Israel, Irlanda y Suecia.
El proyecto es una concreción de investigaciones anteriores del Centro de Estudios Tecnológicos para la Atención a la Dependencia y la Vida Autónoma (CETpD), situado en el Campus de la UPC en Vilanova i la Geltrú. Desde 2008 este centro de investigación trabaja en el desarrollo de sistemas objetivos de medida de la sintomatología de la enfermedad, así como en herramientas de apoyo a los médicos para facilitar una diagnosis más precisa de su evolución. Estos sistemas están basados en acelerómetros y giroscopios para medir los parámetros asociados al movimiento de las personas.
Los primeros trabajos, en el marco del proyecto de Monitorización de la Movilidad de Enfermos de Parkinson (MoMoPa), estaban centrados en la detección de los estados motores de los pacientes mediante la utilización de sistemas inerciales.
En el segundo proyecto en el que se participó, HELP, coordinado por Telefónica I+D, se mejoraron los algoritmos desarrollados y se realizó la primera prueba de funcionamiento en tiempo real. En este proyecto se probó, por primera vez, la regulación de la medicación por bomba subcutánea en función de la movilidad del paciente, siempre con la supervisión médica. Los resultados en seis pacientes fueron muy positivos.
El CETpD está trabajando actualmente en el nuevo proyecto MoMoPa2, que es una extensión del anterior en el uso ambulatorio de los resultados alcanzados en la primera versión.
Si un paciente se encuentra en una situación difícil y no es consciente de ello, el sistema puede alertarle enviando un mensaje a través de su teléfono inteligente para que se percate de su estado motor y reaccione según corresponda.
De producirse una emergencia como, por ejemplo, una caída, el sistema avisa a los familiares del enfermo, su médico o un centro de atención de llamadas.
El proyecto, activo del 1 de noviembre de 2011 hasta el 30 de abril de 2015, recibió financiación europea por valor de 3,3 millones de euros. El equipo llevó a cabo ensayos en condiciones ambulatorias con cuarenta y tres pacientes adscritos a cuatro centros médicos de España, Irlanda, Israel e Italia. Estas experiencias piloto, de varios meses de duración, se iniciaron en septiembre de 2014.
Los resultados, informa la UPC en una nota de prensa, se presentarán en un workshop el próximo 21 de abril, en Madrid. Durante la jornada se valorará la aportación de beneficios tanto médicos como sociales y económicos.
Consorcio
En el proyecto participan también el Hospital Quirón Teknon, Telefónica y la Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson, así como varios centros de investigación y empresas de Alemania, Portugal, Italia, Israel, Irlanda y Suecia.
El proyecto es una concreción de investigaciones anteriores del Centro de Estudios Tecnológicos para la Atención a la Dependencia y la Vida Autónoma (CETpD), situado en el Campus de la UPC en Vilanova i la Geltrú. Desde 2008 este centro de investigación trabaja en el desarrollo de sistemas objetivos de medida de la sintomatología de la enfermedad, así como en herramientas de apoyo a los médicos para facilitar una diagnosis más precisa de su evolución. Estos sistemas están basados en acelerómetros y giroscopios para medir los parámetros asociados al movimiento de las personas.
Los primeros trabajos, en el marco del proyecto de Monitorización de la Movilidad de Enfermos de Parkinson (MoMoPa), estaban centrados en la detección de los estados motores de los pacientes mediante la utilización de sistemas inerciales.
En el segundo proyecto en el que se participó, HELP, coordinado por Telefónica I+D, se mejoraron los algoritmos desarrollados y se realizó la primera prueba de funcionamiento en tiempo real. En este proyecto se probó, por primera vez, la regulación de la medicación por bomba subcutánea en función de la movilidad del paciente, siempre con la supervisión médica. Los resultados en seis pacientes fueron muy positivos.
El CETpD está trabajando actualmente en el nuevo proyecto MoMoPa2, que es una extensión del anterior en el uso ambulatorio de los resultados alcanzados en la primera versión.