Fuente: BinCam. Universidad de Newcastle.
Según un informe sobre reciclaje publicado recientemente por Eurostat, cada europeo genera 513 kilos de basura al año y sólo recicla el 24% de los residuos que genera. Este estudio refleja, además, notables diferencias entre los 27 estados miembros de la UE: mientras que Alemania recicla el 48% de los 587 kilos de basura por persona y año, los chipriotas generan 778 kilos y mandan el 86% al vertedero. En el caso de España, la tasa de reciclado se sitúa en torno al 15%, por debajo de la media europea, y la basura que acaba en el vertedero llega al 52%, frente al 38% registrado en Europa.
Para concienciar a la población de la necesidad de caminar hacia una sociedad del reciclaje, administraciones, instituciones, entidades e incluso iniciativas ciudadanas han elaborado guías y recomendaciones a modo de buenas prácticas relacionadas con las denominadas "tres R de la ecología": reducir, reutilizar y reciclar.
Facebook como plataforma de "autorreflexión"
Una de estas iniciativas es la que han puesto en marcha científicos de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, con la creación de BinCam, un dispositivo que combina los avances tecnológicos e informáticos con las nuevas tecnologías para supervisar el comportamiento ciudadano ante el reciclaje de residuos, tal y como recoge el informe "BinCam: Waste Logging for Behavioral Change" (BinCam: Registro de basura para cambio de comportamiento").
Para ello, han ideado un sistema compuesto por un sensor que se conecta a un teléfono móvil con cámara integrada. El teléfono, según publica la Universidad Newcastle en un comunicado, se coloca en la parte inferior de la tapa de un cubo de basura con dos compartimentos –uno para restos orgánicos y otro para material reciclable- de forma que, cada vez que alguien abra el contenedor para verter restos de basura, la cámara lo capture de forma automática nada más cerrarse. Acto seguido, utiliza su conexión 3G o WiFi para subir la imagen a la aplicación BinCam Facebook.
Para concienciar a la población de la necesidad de caminar hacia una sociedad del reciclaje, administraciones, instituciones, entidades e incluso iniciativas ciudadanas han elaborado guías y recomendaciones a modo de buenas prácticas relacionadas con las denominadas "tres R de la ecología": reducir, reutilizar y reciclar.
Facebook como plataforma de "autorreflexión"
Una de estas iniciativas es la que han puesto en marcha científicos de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, con la creación de BinCam, un dispositivo que combina los avances tecnológicos e informáticos con las nuevas tecnologías para supervisar el comportamiento ciudadano ante el reciclaje de residuos, tal y como recoge el informe "BinCam: Waste Logging for Behavioral Change" (BinCam: Registro de basura para cambio de comportamiento").
Para ello, han ideado un sistema compuesto por un sensor que se conecta a un teléfono móvil con cámara integrada. El teléfono, según publica la Universidad Newcastle en un comunicado, se coloca en la parte inferior de la tapa de un cubo de basura con dos compartimentos –uno para restos orgánicos y otro para material reciclable- de forma que, cada vez que alguien abra el contenedor para verter restos de basura, la cámara lo capture de forma automática nada más cerrarse. Acto seguido, utiliza su conexión 3G o WiFi para subir la imagen a la aplicación BinCam Facebook.
Dispositivo BinCam. Fuente: Universidad de Newcastle.
“Las imágenes pueden ser borradas por sus propietarios en caso de que así lo deseen” matiza Anja Thieme, quien lidera el proyecto junto con Jack Weeden y Julia Miebach, también jóvenes investigadores de la Universidad de Newcastle y de la Universidad alemana de Duisburg-Essen, respectivamente.
La idea de utilizar la red social Facebook como plataforma responde, según los científicos, a “su capacidad para la auto-reflexión sobre las conductas de residuos. Consideramos que Facebook, con su dinámica de comunicación y las influencias sociales, es una poderosa fuente de opinión en el cambio de actitudes personales y del comportamiento”.
Entre tanto, los autores de esta iniciativa han puesto en marcha un juego que pretende incentivar las buenas prácticas sobre reciclaje y fomentar un comportamiento responsable en este sentido, así como reducir el volumen de residuos.
Jóvenes de entre 18 y 34 años, los que menos reciclan
“Al final de cada semana, la Liga Bin calcula la participación de cada persona en el programa. Se otorgan dos puntuaciones a cada compartimiento, uno para el reciclaje y otra para los residuos de alimentos, que se calculan por el número de elementos presentes en todas las imágenes capturadas en el transcurso de la semana. El cambio porcentual se comunica por medio de imágenes: aquella persona que esté reciclando más, tendrá más hojas en su árbol virtual y quién haya desperdiciado menos comida, obtendrá más lingotes de oro”, explican los investigadores de la Universidad de Newcastle.
Cada día, se muestra a los participantes una imagen diferente, que también puede ser un vídeo divertido o un juego lúdico destinado a crear conciencia sobre el reciclaje y los residuos de alimentos. Esta "imagen del día" ocupa un lugar prominente en la página principal, pero no obstante, los usuarios también pueden ver las imágenes de días anteriores.
De momento, esta aplicación tecnológica no admite comentarios sobre las fotografías o compartir consejos de reciclaje, ya que “no se trata de avergonzar ni humillar a nadie, sino de que sea divertido”.
Tras analizar el perfil de los participantes y sus hábitos en materia de reciclaje dentro de este proyecto, el psicólogo Rob Comber, de la Universidad de Newcastle, confirma que los jóvenes de entre 18 y 34 años “son los mayores culpables. Hasta la mayoría de edad reciclamos porque nuestros padres lo hacen, pero cuando cumplimos los 18 años, solemos dejar nuestra casa y vivir de forma independiente. Cuando esto ocurre, tenemos que aprender a tomar decisiones sobre cuestiones como la sostenibilidad. Entonces ya no tenemos alrededor personas que nos guíen en la toma de las decisiones correctas”.
En este sentido, Comber argumenta que la BinCam “permite a las personas no sólo controlar lo que están haciendo, sino también conocer qué hacen quienes están en su red social y obtener así comentarios. Esto ayuda a aumentar la conciencia y en última instancia, a cambiar el comportamiento de un grupo que de otro modo podrían no ser conscientes de las consecuencias de sus acciones".
Resultados óptimos
Después de dos semanas desde que comenzara este proyecto, los resultados iniciales revelan la inclinación de los participantes a adoptar medidas para llevar a cabo buenas prácticas de reciclaje. De hecho, el cubo de la basura se vacía menos veces debido a la menor presencia de desechos y al mayor reciclado de algunos envases, como latas de cerveza y cajas de pizza.
"Algunas veces hemos visto incluso gente tirando algo desde lejos a la basura y luego han vuelto a ir al cubo para sacarlo y dejarlo en el espacio destinado al reciclado", dice la investigadora Anja Thieme.
Según los responsables del estudio, durante las reuniones de grupo, los estudiantes reconocieron que sentían que la tapa del cubo de la basura los observaba y que, sin duda, eso les hizo pensar dos veces lo que estaban tirando. Así, “se sintieron motivados por la clasificación en línea para reciclar más y mejorar su calificación", apuntan.
El proyecto BinCam es una colaboración entre el grupo de Interacción Digital del Laboratorio de Cultura de la Universidad de Newcastle, el Centro de Investigación de Informática Social Universidad de Lincoln y la Universidad alemana de Duisburg-Essen. La siguiente fase de esta iniciativa es implantar la BinCam en casas de estudiantes a partir del próximo curso académico.
La idea de utilizar la red social Facebook como plataforma responde, según los científicos, a “su capacidad para la auto-reflexión sobre las conductas de residuos. Consideramos que Facebook, con su dinámica de comunicación y las influencias sociales, es una poderosa fuente de opinión en el cambio de actitudes personales y del comportamiento”.
Entre tanto, los autores de esta iniciativa han puesto en marcha un juego que pretende incentivar las buenas prácticas sobre reciclaje y fomentar un comportamiento responsable en este sentido, así como reducir el volumen de residuos.
Jóvenes de entre 18 y 34 años, los que menos reciclan
“Al final de cada semana, la Liga Bin calcula la participación de cada persona en el programa. Se otorgan dos puntuaciones a cada compartimiento, uno para el reciclaje y otra para los residuos de alimentos, que se calculan por el número de elementos presentes en todas las imágenes capturadas en el transcurso de la semana. El cambio porcentual se comunica por medio de imágenes: aquella persona que esté reciclando más, tendrá más hojas en su árbol virtual y quién haya desperdiciado menos comida, obtendrá más lingotes de oro”, explican los investigadores de la Universidad de Newcastle.
Cada día, se muestra a los participantes una imagen diferente, que también puede ser un vídeo divertido o un juego lúdico destinado a crear conciencia sobre el reciclaje y los residuos de alimentos. Esta "imagen del día" ocupa un lugar prominente en la página principal, pero no obstante, los usuarios también pueden ver las imágenes de días anteriores.
De momento, esta aplicación tecnológica no admite comentarios sobre las fotografías o compartir consejos de reciclaje, ya que “no se trata de avergonzar ni humillar a nadie, sino de que sea divertido”.
Tras analizar el perfil de los participantes y sus hábitos en materia de reciclaje dentro de este proyecto, el psicólogo Rob Comber, de la Universidad de Newcastle, confirma que los jóvenes de entre 18 y 34 años “son los mayores culpables. Hasta la mayoría de edad reciclamos porque nuestros padres lo hacen, pero cuando cumplimos los 18 años, solemos dejar nuestra casa y vivir de forma independiente. Cuando esto ocurre, tenemos que aprender a tomar decisiones sobre cuestiones como la sostenibilidad. Entonces ya no tenemos alrededor personas que nos guíen en la toma de las decisiones correctas”.
En este sentido, Comber argumenta que la BinCam “permite a las personas no sólo controlar lo que están haciendo, sino también conocer qué hacen quienes están en su red social y obtener así comentarios. Esto ayuda a aumentar la conciencia y en última instancia, a cambiar el comportamiento de un grupo que de otro modo podrían no ser conscientes de las consecuencias de sus acciones".
Resultados óptimos
Después de dos semanas desde que comenzara este proyecto, los resultados iniciales revelan la inclinación de los participantes a adoptar medidas para llevar a cabo buenas prácticas de reciclaje. De hecho, el cubo de la basura se vacía menos veces debido a la menor presencia de desechos y al mayor reciclado de algunos envases, como latas de cerveza y cajas de pizza.
"Algunas veces hemos visto incluso gente tirando algo desde lejos a la basura y luego han vuelto a ir al cubo para sacarlo y dejarlo en el espacio destinado al reciclado", dice la investigadora Anja Thieme.
Según los responsables del estudio, durante las reuniones de grupo, los estudiantes reconocieron que sentían que la tapa del cubo de la basura los observaba y que, sin duda, eso les hizo pensar dos veces lo que estaban tirando. Así, “se sintieron motivados por la clasificación en línea para reciclar más y mejorar su calificación", apuntan.
El proyecto BinCam es una colaboración entre el grupo de Interacción Digital del Laboratorio de Cultura de la Universidad de Newcastle, el Centro de Investigación de Informática Social Universidad de Lincoln y la Universidad alemana de Duisburg-Essen. La siguiente fase de esta iniciativa es implantar la BinCam en casas de estudiantes a partir del próximo curso académico.