Imagen: Sebastian Tomus. Fuente: PhotoXpress.
Una persona africana, portadora reciente del VIH, se ha prestado de forma voluntaria para que los científicos rastreen de cerca dentro de su cuerpo los primeros movimientos estratégicos en la batalla entre el virus y las defensas del sistema inmunitario.
Gracias a este individuo, investigadores del Instituto Duke de Vacunas Humanas, en colaboración con varias universidades estadounidenses, han podido describir por primera vez la coevolución de los anticuerpos y del VIH en una persona cuyo sistema inmunitario ataca al virus, según publicaba ayer la revista Nature.
La colaboración de este voluntario es especialmente valiosa para avanzar en una vacuna que sea capaz de dar un ‘empujón’ al cuerpo en la misión de neutralizar el VIH. La razón reside en que su infección se detectó tan pronto que el virus aún no había mutado para evitar el ataque inmunológico, es decir, su sistema inmune era lo bastante fuerte como para luchar contra el patógeno.
“Hemos encontrado en él un tipo de anticuerpo más efectivo que se produce en las primeras fases de la infección –explica a SINC Barton F. Haynes, investigador del Instituto Duke y uno de los autores del estudio–. También hemos encontrado la sustancia que induce la producción de estos anticuerpos. Se trata de la cubierta del virus inicial que da comienzo a la infección”.
Gracias a este individuo, investigadores del Instituto Duke de Vacunas Humanas, en colaboración con varias universidades estadounidenses, han podido describir por primera vez la coevolución de los anticuerpos y del VIH en una persona cuyo sistema inmunitario ataca al virus, según publicaba ayer la revista Nature.
La colaboración de este voluntario es especialmente valiosa para avanzar en una vacuna que sea capaz de dar un ‘empujón’ al cuerpo en la misión de neutralizar el VIH. La razón reside en que su infección se detectó tan pronto que el virus aún no había mutado para evitar el ataque inmunológico, es decir, su sistema inmune era lo bastante fuerte como para luchar contra el patógeno.
“Hemos encontrado en él un tipo de anticuerpo más efectivo que se produce en las primeras fases de la infección –explica a SINC Barton F. Haynes, investigador del Instituto Duke y uno de los autores del estudio–. También hemos encontrado la sustancia que induce la producción de estos anticuerpos. Se trata de la cubierta del virus inicial que da comienzo a la infección”.
Un paciente entre un millón
Aunque muchas vacunas pueden inducir respuesta inmune, el virus cambia con rapidez para escapar de las defensas y ganar la carrera armamentística contra el sistema inmunológico.
Sin embargo, el paciente estudiado presentaba una característica que solo se encuentra en el 20 % de los infectados. Sus defensas son productoras de un tipo especial de anticuerpos capaces de atacar partes vulnerables del virus que se conservan a pesar de las mutaciones.
“Los anticuerpos producidos en esta persona no son los habituales, pero, como las células que los producen son comunes a todos, esperamos que otros puedan responder de forma similar”, explica Haynes.
Este estudio ha sido posible gracias a nuevas tecnologías que pueden detectar la infección temprana y rastrear la respuesta inmune y la evolución del virus. Según el investigador, el siguiente paso en la creación de una vacuna contra el sida, que ha matado a más de 30 millones de personas, “es producir por recombinación genética la cubierta del virus encontrada y probarla en monos para ver si se induce una respuesta inmunológica similar”.
Aunque muchas vacunas pueden inducir respuesta inmune, el virus cambia con rapidez para escapar de las defensas y ganar la carrera armamentística contra el sistema inmunológico.
Sin embargo, el paciente estudiado presentaba una característica que solo se encuentra en el 20 % de los infectados. Sus defensas son productoras de un tipo especial de anticuerpos capaces de atacar partes vulnerables del virus que se conservan a pesar de las mutaciones.
“Los anticuerpos producidos en esta persona no son los habituales, pero, como las células que los producen son comunes a todos, esperamos que otros puedan responder de forma similar”, explica Haynes.
Este estudio ha sido posible gracias a nuevas tecnologías que pueden detectar la infección temprana y rastrear la respuesta inmune y la evolución del virus. Según el investigador, el siguiente paso en la creación de una vacuna contra el sida, que ha matado a más de 30 millones de personas, “es producir por recombinación genética la cubierta del virus encontrada y probarla en monos para ver si se induce una respuesta inmunológica similar”.
Referencia bibliográfica:
Hua-Xin Liao et al. Co-evolution of a broadly neutralizing HIV-1 ANTIBODY AND FOUNDER VIRUS. Nature (2013). DOI: http://dx.doi.org/10.1038/nature12053.
Hua-Xin Liao et al. Co-evolution of a broadly neutralizing HIV-1 ANTIBODY AND FOUNDER VIRUS. Nature (2013). DOI: http://dx.doi.org/10.1038/nature12053.