El nuevo test calcula cantidad y define la morfología de las células endoteliales circulantes (CEC). Fuente: Scripps Translational Science Institute.
Predecir un ataque al corazón hasta dos semanas antes de que el paciente experimente la crisis cardiovascular ya es posible.
A diferencia de otras pruebas, un nuevo test realizado por investigadores norteamericanos ha demostrado ser capaz de detectar si la grieta arterial de las placas coronarias está en curso.
“El santo grial de la cardiología es identificar la placa aterosclerótica mientras se rompe”, ha explicado a SINC Eric Topol, investigador de The Scripps Research Institute de California, en Estados Unidos, y uno de los autores del trabajo.
El estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, analiza las células endoteliales circulantes (CEC) para determinar el riesgo de accidente cardiovascular.
Se trata del primer estudio que caracteriza objetivamente la morfología de las CEC de pacientes con historial médico marcado por crisis cardiovasculares, resalta Topol, que insiste que “hasta ahora era imposible medir las CEC de la placa de ruptura”. De hecho, el científico las define como células grandes, sin forma, con tendencia a tener más de dos núcleos y a aparecer en clústeres.
A diferencia de otras pruebas, un nuevo test realizado por investigadores norteamericanos ha demostrado ser capaz de detectar si la grieta arterial de las placas coronarias está en curso.
“El santo grial de la cardiología es identificar la placa aterosclerótica mientras se rompe”, ha explicado a SINC Eric Topol, investigador de The Scripps Research Institute de California, en Estados Unidos, y uno de los autores del trabajo.
El estudio, publicado en la revista Science Translational Medicine, analiza las células endoteliales circulantes (CEC) para determinar el riesgo de accidente cardiovascular.
Se trata del primer estudio que caracteriza objetivamente la morfología de las CEC de pacientes con historial médico marcado por crisis cardiovasculares, resalta Topol, que insiste que “hasta ahora era imposible medir las CEC de la placa de ruptura”. De hecho, el científico las define como células grandes, sin forma, con tendencia a tener más de dos núcleos y a aparecer en clústeres.
Adelantarse al infarto
La investigación norteamericana analizó cultivos para caracterizar las células anormales procedentes de la superficie de los vasos sanguíneos de 50 individuos con antecedentes de accidentes cardiovasculares y de 44 participantes sanos. Los resultados revelan diferencias notables en las CEC de los dos perfiles de paciente.
Además, una de las principales conclusiones sugiere que las células endoteliales circulantes en los pacientes con ataques al corazón podrían ser un 400% superiores que en personas sanas.
Topol subraya que “las CEC de un ataque al corazón fueron identificadas correctamente en más del 90% de los casos”, lo que refuerza la idea de que niveles elevados de CEC son índices de predicción independientes para impedir un ataque de corazón.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en los países enriquecidos. A día de hoy, solo en los pacientes con lesión muscular en el corazón se puede detectar un accidente inminente. El resto abandona la consulta, con lo que cabe la posibilidad de sufrir el infarto días después. “Este test se convertirá en una prueba rutinaria para aquellos que puedan padecer un ataque al corazón”, concluye Eric Topol.
La investigación norteamericana analizó cultivos para caracterizar las células anormales procedentes de la superficie de los vasos sanguíneos de 50 individuos con antecedentes de accidentes cardiovasculares y de 44 participantes sanos. Los resultados revelan diferencias notables en las CEC de los dos perfiles de paciente.
Además, una de las principales conclusiones sugiere que las células endoteliales circulantes en los pacientes con ataques al corazón podrían ser un 400% superiores que en personas sanas.
Topol subraya que “las CEC de un ataque al corazón fueron identificadas correctamente en más del 90% de los casos”, lo que refuerza la idea de que niveles elevados de CEC son índices de predicción independientes para impedir un ataque de corazón.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en los países enriquecidos. A día de hoy, solo en los pacientes con lesión muscular en el corazón se puede detectar un accidente inminente. El resto abandona la consulta, con lo que cabe la posibilidad de sufrir el infarto días después. “Este test se convertirá en una prueba rutinaria para aquellos que puedan padecer un ataque al corazón”, concluye Eric Topol.