Un gran terremoto puede estar preparándose por debajo de Bangladesh, la nación más densamente poblada de la Tierra. Los científicos dicen que tienen nueva evidencia de un aumento de la tensión, allí donde dos placas tectónicas son la base del mayor delta de río del mundo.
Se estima que al menos 140 millones de personas de la región podrían verse afectadas si se rompe esa unión; la destrucción podría provenir no sólo de los resultados directos de la agitación, sino de los cambios en los cursos de los grandes ríos, y en el nivel de la tierra, ya peligrosamente cerca del nivel del mar.
La amenaza recientemente identificada es una zona de subducción, donde una parte de la corteza de la Tierra, o placa tectónica, está empujando lentamente por debajo de otra. Todos los terremotos más grandes conocidos de la tierra ocurren a lo largo de dichas zonas; éstas incluyen el terremoto y tsunami del Océano Índico que mató a unas 230.000 personas en 2004, y el terremoto y tsunami de Tohoku de 2011, en Japón, que barrió a más de 20.000 y causó el desastre nuclear de Fukushima. Los hallazgos aparecen en la edición de esta semana de la revista Nature Geoscience.
Los terremotos en zonas de subducción generalmente ocurren donde las placas de la pesada corteza oceánica se sumergen lentamente, en alta mar, por debajo de las rocas más ligeras de los continentes adyacentes, o bajo otras partes del fondo marino.
A veces se atascan unas contra otras durante años o siglos, y, finalmente, se deslizan, moviendo la tierra.
Los científicos conocían el límite entre placas en y alrededor de Bangladesh, pero muchos asumían que se deslizaban en sentido horizontal cerca de la superficie, donde puede causar terremotos bastante grandes, pero menos perjudiciales, en áreas que no están tan densamente pobladas.
Sin embargo, los autores de la nueva investigación, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.), dicen que los movimientos en la superficie durante la última década muestran que se está produciendo subducción por debajo, y que parte de la unión de las placa está bloqueada y cargándose de tensión. No pronostican un gran terremoto inminente, pero dicen que es un "peligro subestimado."
"Algunos de nosotros hemos sospechado durante mucho tiempo este peligro, pero no teníamos los datos y un modelo", dice el autor principal, Michael Steckler, geofísico del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la universidad, en la web de ésta". Ahora tenemos los datos y un modelo, y podemos estimar el tamaño".
La tensión entre las placas ha ido creciendo por lo menos durante 400 años -el lapso de registros históricos fiables, en el que no hay informes de mega-terremotos-. Cuando llegue la inevitable liberación de tensión, el temblor es probable que sea mayor que 8,2, y podría alcanzar una magnitud de 9, similar a los más grandes terremotos modernos conocidos, dice Steckler.
"No sabemos cuánto tiempo va a necesitar para coger fuerza, porque no sabemos cuánto tiempo pasó desde el último de ellos," dice. "No podemos decir que sea inminente, o que pasen otros 500 años. Pero definitivamente podemos ver que está creciendo".
La zona
La zona recientemente identificada es una extensión de la misma frontera tectónica que causó el terremoto submarino del Índico en 2004, unos 2.000 kilómetros al sur. Como el límite alcanza el sureste de Asia, la complejidad de los movimientos a lo largo de ella se multiplican, y los científicos no los entienden todos completamente.
Pero, básicamente, dicen, una placa gigante que comprende la India y gran parte del Índico ha ido empujando hacia el nordeste, hacia Asia, durante decenas de millones de años. Esta colisión ha hecho que el Himalaya se eleve hacia el norte, provocando eventos como el sismo de 2015 en Nepal, que mató a 8.000 personas.
Se estima que al menos 140 millones de personas de la región podrían verse afectadas si se rompe esa unión; la destrucción podría provenir no sólo de los resultados directos de la agitación, sino de los cambios en los cursos de los grandes ríos, y en el nivel de la tierra, ya peligrosamente cerca del nivel del mar.
La amenaza recientemente identificada es una zona de subducción, donde una parte de la corteza de la Tierra, o placa tectónica, está empujando lentamente por debajo de otra. Todos los terremotos más grandes conocidos de la tierra ocurren a lo largo de dichas zonas; éstas incluyen el terremoto y tsunami del Océano Índico que mató a unas 230.000 personas en 2004, y el terremoto y tsunami de Tohoku de 2011, en Japón, que barrió a más de 20.000 y causó el desastre nuclear de Fukushima. Los hallazgos aparecen en la edición de esta semana de la revista Nature Geoscience.
Los terremotos en zonas de subducción generalmente ocurren donde las placas de la pesada corteza oceánica se sumergen lentamente, en alta mar, por debajo de las rocas más ligeras de los continentes adyacentes, o bajo otras partes del fondo marino.
A veces se atascan unas contra otras durante años o siglos, y, finalmente, se deslizan, moviendo la tierra.
Los científicos conocían el límite entre placas en y alrededor de Bangladesh, pero muchos asumían que se deslizaban en sentido horizontal cerca de la superficie, donde puede causar terremotos bastante grandes, pero menos perjudiciales, en áreas que no están tan densamente pobladas.
Sin embargo, los autores de la nueva investigación, de la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.), dicen que los movimientos en la superficie durante la última década muestran que se está produciendo subducción por debajo, y que parte de la unión de las placa está bloqueada y cargándose de tensión. No pronostican un gran terremoto inminente, pero dicen que es un "peligro subestimado."
"Algunos de nosotros hemos sospechado durante mucho tiempo este peligro, pero no teníamos los datos y un modelo", dice el autor principal, Michael Steckler, geofísico del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la universidad, en la web de ésta". Ahora tenemos los datos y un modelo, y podemos estimar el tamaño".
La tensión entre las placas ha ido creciendo por lo menos durante 400 años -el lapso de registros históricos fiables, en el que no hay informes de mega-terremotos-. Cuando llegue la inevitable liberación de tensión, el temblor es probable que sea mayor que 8,2, y podría alcanzar una magnitud de 9, similar a los más grandes terremotos modernos conocidos, dice Steckler.
"No sabemos cuánto tiempo va a necesitar para coger fuerza, porque no sabemos cuánto tiempo pasó desde el último de ellos," dice. "No podemos decir que sea inminente, o que pasen otros 500 años. Pero definitivamente podemos ver que está creciendo".
La zona
La zona recientemente identificada es una extensión de la misma frontera tectónica que causó el terremoto submarino del Índico en 2004, unos 2.000 kilómetros al sur. Como el límite alcanza el sureste de Asia, la complejidad de los movimientos a lo largo de ella se multiplican, y los científicos no los entienden todos completamente.
Pero, básicamente, dicen, una placa gigante que comprende la India y gran parte del Índico ha ido empujando hacia el nordeste, hacia Asia, durante decenas de millones de años. Esta colisión ha hecho que el Himalaya se eleve hacia el norte, provocando eventos como el sismo de 2015 en Nepal, que mató a 8.000 personas.
Bangladesh, el vecino de la India, se encuentra en el borde oriental de esta placa, pero la presión de la colisión parece estar deformando Asia en el sentido de las agujas del reloj alrededor de la parte superior de Bangladesh, terminando en gran medida en el siguiente país, Myanmar.
Esta disposición envolvente se ha traducido en una colcha de retazos de fallas y terremotos en Bangladesh y sus alrededores. Entre los más grandes, un sismo en 1762 cerca de la costa oriental mató al menos a 700 personas. Este mes de enero, un evento de magnitud 6,7 en el este de la India mató a más de 20.
Ha habido docenas de grandes terremotos entre medias, pero la hipótesis era que ninguna subducción real tenía lugar debajo de la propia Bangladesh, pareciendo que eso salvaba a la región de uno verdaderamente gigantesco. El nuevo estudio socava esta idea.
Investigación
Desde 2003, investigadores de Estados Unidos y Bangladesh establecieron unas dos docenas de instrumentos GPS enlazados con satélites, capaces de rastrear pequeños movimientos del terreno. Diez años de datos muestran ahora que el este de Bangladesh y un poco del este de la India están presionando de forma diagonal hacia el oeste de Myanmar a un ritmo de 46 milímetros por año.
Combinados con los datos GPS de la India y Myanmar, las mediciones muestran que gran parte de la tensión resultante ha sido absorbida por varias fallas de superficie conocidas, que se mueven lentamente en Myanmar y la India.
Pero el resto del movimiento, unos 17 milímetros, está acortando la distancia desde Myanmar y Bangladesh. Esto ha estado ocurriendo durante mucho tiempo, y los resultados son claramente visibles: líneas de montañas que empiezan a cubrir el paisaje, como una alfombra al ser empujada contra una pared.
Los investigadores interpretan el patrón de acortamiento en el sentido de que está habiendo subducción por debajo, y que una enorme zona de unos 250 kilómetros por 250 kilómetros está bloqueada y ganando presión, unos pocos kilómetros por debajo de la superficie. La zona incluye la densamente poblada capital de Bangladesh, Daca, una megalópolis de más de 15 millones.
Steckler dice que, en el supuesto de un movimiento bastante constante durante los últimos 400 años, se ha acumulado suficiente tensión para que la zona salte horizontalmente alrededor de 5,5 metros, si la tensión se libera de una vez. Si la tensión se ha acumulado durante más tiempo, la subida podría ser de 30 metros. Este es el peor de los casos; en el mejor, sólo una parte se deslizaría, y el terremoto sería más pequeño y más lejos de Dacca, añade.
Delta
En cualquier caso, Bangladesh y el este de la India se asientan encima de un paisaje vulnerable incluso a los terremotos moderados: el vasto delta de los ríos Ganges y Brahmaputra. En un terremoto, este sustrato de barro de baja altitud podría magnificar el temblor como la gelatina, y licuarse en muchos lugares, absorbiendo edificios, carreteras y gente, dice el coautor del estudio Syed Humayun Akhter, geólogo de la Universidad de Daca. Los grandes ríos -16 kilómetros de ancho en algunos lugares- podrían saltar de sus cauces y cambiar de recorrido, ahogándolo todo en el camino; de hecho hay evidencia de que tales cambios han sucedido en siglos anteriores.
Akhter dice que la pobre y de rápido crecimiento Bangladesh no está preparada; no había códigos de construcción antes de 1993, e incluso ahora, las nuevas construcciones, de mala calidad, se burlan de las regulaciones.
"Bangladesh está superpoblado en todas partes", dice. "Todos los campos de gas natural, las industrias pesadas y las plantas de energía eléctrica se encuentran cerca de terremotos potenciales, y son propensos a ser destruidos. En Daca, la imagen catastrófica estaría más allá de nuestra imaginación, e incluso podría llevar al abandono de la ciudad".
Roger Bilham, geofísico de la Universidad de Colorado que ha estudiado la región, pero no participó en el nuevo artículo, dice que sus "datos son inexpugnables, la interpretación es sensata".
Los científicos de Bangladesh y los países vecinos continúan evaluando los riesgos. James Ni, sismólogo de la Universidad Estatal de Nuevo México, die que él y sus colegas esperan desplegar 70 sismógrafos en todo Myanmar en 2017, para obtener una mejor imagen del bloque en subducción. "No tenemos una idea clara de su geometría, no sabemos hasta qué punto va hacia abajo", dice Ni.
Participaron también en el estudio otros centros de EE.UU. y Singapur.
Esta disposición envolvente se ha traducido en una colcha de retazos de fallas y terremotos en Bangladesh y sus alrededores. Entre los más grandes, un sismo en 1762 cerca de la costa oriental mató al menos a 700 personas. Este mes de enero, un evento de magnitud 6,7 en el este de la India mató a más de 20.
Ha habido docenas de grandes terremotos entre medias, pero la hipótesis era que ninguna subducción real tenía lugar debajo de la propia Bangladesh, pareciendo que eso salvaba a la región de uno verdaderamente gigantesco. El nuevo estudio socava esta idea.
Investigación
Desde 2003, investigadores de Estados Unidos y Bangladesh establecieron unas dos docenas de instrumentos GPS enlazados con satélites, capaces de rastrear pequeños movimientos del terreno. Diez años de datos muestran ahora que el este de Bangladesh y un poco del este de la India están presionando de forma diagonal hacia el oeste de Myanmar a un ritmo de 46 milímetros por año.
Combinados con los datos GPS de la India y Myanmar, las mediciones muestran que gran parte de la tensión resultante ha sido absorbida por varias fallas de superficie conocidas, que se mueven lentamente en Myanmar y la India.
Pero el resto del movimiento, unos 17 milímetros, está acortando la distancia desde Myanmar y Bangladesh. Esto ha estado ocurriendo durante mucho tiempo, y los resultados son claramente visibles: líneas de montañas que empiezan a cubrir el paisaje, como una alfombra al ser empujada contra una pared.
Los investigadores interpretan el patrón de acortamiento en el sentido de que está habiendo subducción por debajo, y que una enorme zona de unos 250 kilómetros por 250 kilómetros está bloqueada y ganando presión, unos pocos kilómetros por debajo de la superficie. La zona incluye la densamente poblada capital de Bangladesh, Daca, una megalópolis de más de 15 millones.
Steckler dice que, en el supuesto de un movimiento bastante constante durante los últimos 400 años, se ha acumulado suficiente tensión para que la zona salte horizontalmente alrededor de 5,5 metros, si la tensión se libera de una vez. Si la tensión se ha acumulado durante más tiempo, la subida podría ser de 30 metros. Este es el peor de los casos; en el mejor, sólo una parte se deslizaría, y el terremoto sería más pequeño y más lejos de Dacca, añade.
Delta
En cualquier caso, Bangladesh y el este de la India se asientan encima de un paisaje vulnerable incluso a los terremotos moderados: el vasto delta de los ríos Ganges y Brahmaputra. En un terremoto, este sustrato de barro de baja altitud podría magnificar el temblor como la gelatina, y licuarse en muchos lugares, absorbiendo edificios, carreteras y gente, dice el coautor del estudio Syed Humayun Akhter, geólogo de la Universidad de Daca. Los grandes ríos -16 kilómetros de ancho en algunos lugares- podrían saltar de sus cauces y cambiar de recorrido, ahogándolo todo en el camino; de hecho hay evidencia de que tales cambios han sucedido en siglos anteriores.
Akhter dice que la pobre y de rápido crecimiento Bangladesh no está preparada; no había códigos de construcción antes de 1993, e incluso ahora, las nuevas construcciones, de mala calidad, se burlan de las regulaciones.
"Bangladesh está superpoblado en todas partes", dice. "Todos los campos de gas natural, las industrias pesadas y las plantas de energía eléctrica se encuentran cerca de terremotos potenciales, y son propensos a ser destruidos. En Daca, la imagen catastrófica estaría más allá de nuestra imaginación, e incluso podría llevar al abandono de la ciudad".
Roger Bilham, geofísico de la Universidad de Colorado que ha estudiado la región, pero no participó en el nuevo artículo, dice que sus "datos son inexpugnables, la interpretación es sensata".
Los científicos de Bangladesh y los países vecinos continúan evaluando los riesgos. James Ni, sismólogo de la Universidad Estatal de Nuevo México, die que él y sus colegas esperan desplegar 70 sismógrafos en todo Myanmar en 2017, para obtener una mejor imagen del bloque en subducción. "No tenemos una idea clara de su geometría, no sabemos hasta qué punto va hacia abajo", dice Ni.
Participaron también en el estudio otros centros de EE.UU. y Singapur.
Referencia bibliográfica:
Michael S. Steckler, Dhiman Ranjan Mondal, Syed Humayun Akhter, Leonardo Seeber, Lujia Feng, Jonathan Gale, Emma M. Hill & Michael Howe: Locked and loading megathrust linked to active subduction beneath the Indo-Burman Ranges. Nature Geoscience (2016). DOI: 10.1038/ngeo2760
Michael S. Steckler, Dhiman Ranjan Mondal, Syed Humayun Akhter, Leonardo Seeber, Lujia Feng, Jonathan Gale, Emma M. Hill & Michael Howe: Locked and loading megathrust linked to active subduction beneath the Indo-Burman Ranges. Nature Geoscience (2016). DOI: 10.1038/ngeo2760