La investigadora Dina Katabi, creadora del sistema, junto a sus colaboradores Shyam Gollakota (izquierda) y Haitham Hassanieh. Imagen: M. Scott Brauer. Fuente: MIT.
Los implantes médicos de última generación incorporan novedades tecnológicas de diversa índole. Es el caso de la utilización de pilas de litio recargables sin emplear la cirugía o la fabricación de implantes personalizados.
La mayoría de estos dispositivos tienen conexiones inalámbricas, característica que permite a los médicos controlar los signos vitales de los pacientes o revisar los programas de tratamiento sin necesidad de que acudan a la consulta médica.
Pero, hasta ahora, existía la posibilidad de que estos dispositivos fueran demasiado vulnerables a ataques. Para evitar que una persona implantada pueda sufrir un ataque causado por la interferencia de otra persona o de un sistema que lo provoque, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y de la Universidad de Massachusetts-Amherst han desarrollado un filtro inalámbrico que bloquea todas las señales en una frecuencia concreta, tal y como explica el MIT en un comunicado.
El filtro, según se recoge además en otro informe, también del MIT, actúa como barrera ante cualquier señal que detecte, excepto con aquéllas que hayan sido previamente autorizadas por su sistema de encriptación.
Acceso rápido en situaciones de emergencia
El filtro consiste en un dispositivo inalámbrico que velaría por el correcto funcionamiento del implante, sea del tipo que sea, es decir, marcapasos, implantes cocleares, etc. No obstante, en casos de emergencia, los profesionales sanitarios podrán eliminar rápidamente este filtro y acceder rápidamente a los implantes, sin necesidad de intervenir al paciente mediante cirugía.
La mayoría de estos dispositivos tienen conexiones inalámbricas, característica que permite a los médicos controlar los signos vitales de los pacientes o revisar los programas de tratamiento sin necesidad de que acudan a la consulta médica.
Pero, hasta ahora, existía la posibilidad de que estos dispositivos fueran demasiado vulnerables a ataques. Para evitar que una persona implantada pueda sufrir un ataque causado por la interferencia de otra persona o de un sistema que lo provoque, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y de la Universidad de Massachusetts-Amherst han desarrollado un filtro inalámbrico que bloquea todas las señales en una frecuencia concreta, tal y como explica el MIT en un comunicado.
El filtro, según se recoge además en otro informe, también del MIT, actúa como barrera ante cualquier señal que detecte, excepto con aquéllas que hayan sido previamente autorizadas por su sistema de encriptación.
Acceso rápido en situaciones de emergencia
El filtro consiste en un dispositivo inalámbrico que velaría por el correcto funcionamiento del implante, sea del tipo que sea, es decir, marcapasos, implantes cocleares, etc. No obstante, en casos de emergencia, los profesionales sanitarios podrán eliminar rápidamente este filtro y acceder rápidamente a los implantes, sin necesidad de intervenir al paciente mediante cirugía.
Según Dina Katabi, profesora asociada del departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación del MIT y responsable de este sistema, "es difícil codificar estos dispositivos. Hay muchos de ellos que son realmente pequeños, y por tanto no tendría sentido instalarles una clave”.
Al mismo tiempo, Katabi añade que la incorporación directa de sistemas cifrados en los dispositivos podría ser “peligrosa”, sobre todo en situaciones de emergencia en las que sea indispensable la intervención de los servicios médicos. “La recuperación de una clave para desbloquear el implante podría conllevar retrasos fatales, pero con el sistema de la Universidad de Massachusetts y del MIT, se conseguiría simplemente eliminar este escudo del implante del paciente”, asegura la investigadora.
La innovación de este nuevo sistema es “una nueva técnica que permite enviar y recibir simultáneamente señales en la misma frecuencia de banda. Todo el que no conoce la clave secreta sólo percibe la existencia de una señal basura", matiza Katabi.
Junto con los estudiantes de postgrado Shyam Gollakota y Hassanieh Haitham, y en colaboración con Kevin Fu, profesor asistente de Ciencias de la Computación en la Universidad de Massachusetts, y el estudiante Ben Ransford, Katabi realizó una serie de experimentos utilizando desfibriladores implantables de segunda mano procedentes de hospitales de Boston, en Estados Unidos.
Del tamaño de un reloj
El sistema diseñado por estos científicos utiliza un segundo transmisor para interceptar frecuencias de señales no autorizadas. Con ello, permitirá únicamente que sólo los usuarios autorizados se comuniquen con él.
Los investigadores prevén que el transmisor de interferencia -al que denominan escudo- sea lo suficientemente pequeño como para poder usarlo de la misma forma que un collar o un reloj.
Katabi y su equipo presentarán este novedoso sistema en la próxima conferencia de la Asociación Computing Machinery SIGCOMM, que se celebrará en Toronto del 15 al 19 del próximo mes de agosto.
Al mismo tiempo, Katabi añade que la incorporación directa de sistemas cifrados en los dispositivos podría ser “peligrosa”, sobre todo en situaciones de emergencia en las que sea indispensable la intervención de los servicios médicos. “La recuperación de una clave para desbloquear el implante podría conllevar retrasos fatales, pero con el sistema de la Universidad de Massachusetts y del MIT, se conseguiría simplemente eliminar este escudo del implante del paciente”, asegura la investigadora.
La innovación de este nuevo sistema es “una nueva técnica que permite enviar y recibir simultáneamente señales en la misma frecuencia de banda. Todo el que no conoce la clave secreta sólo percibe la existencia de una señal basura", matiza Katabi.
Junto con los estudiantes de postgrado Shyam Gollakota y Hassanieh Haitham, y en colaboración con Kevin Fu, profesor asistente de Ciencias de la Computación en la Universidad de Massachusetts, y el estudiante Ben Ransford, Katabi realizó una serie de experimentos utilizando desfibriladores implantables de segunda mano procedentes de hospitales de Boston, en Estados Unidos.
Del tamaño de un reloj
El sistema diseñado por estos científicos utiliza un segundo transmisor para interceptar frecuencias de señales no autorizadas. Con ello, permitirá únicamente que sólo los usuarios autorizados se comuniquen con él.
Los investigadores prevén que el transmisor de interferencia -al que denominan escudo- sea lo suficientemente pequeño como para poder usarlo de la misma forma que un collar o un reloj.
Katabi y su equipo presentarán este novedoso sistema en la próxima conferencia de la Asociación Computing Machinery SIGCOMM, que se celebrará en Toronto del 15 al 19 del próximo mes de agosto.