eLEGS. Fuente: Berkeley Bionics.
Una compañía estadounidense llamada Berkeley Bionics ha desarrollado un dispositivo biónico, artificialmente inteligente y portátil llamado eLEGS que, según sus creadores, permitirá a los parapléjicos volver a levantarse, a sostenerse en pie e, incluso, a andar.
Según publica Berkeley Bionics en un comunicado, inicialmente este dispositivo se ofrecerá sólo en centros de rehabilitación para ser utilizado bajo supervisión médica, pero en el futuro sus aplicaciones pueden ampliarse.
En qué consiste
eLEGS es una especie de “esqueleto” artificial que puede ajustarse en tan sólo unos minutos a cualquier persona que mida entre 1,60 y 1,90 metros, y que pese menos de 99 kilos.
El ajuste puede llevarlo a cabo el propio usuario, desde su silla de ruedas. Unas simples cintas de Velcro y unos tirantes sirven para sujetar el dispositivo al cuerpo, por encima de la ropa y de los zapatos. Con un poco de práctica, el aparato puede colocarse o quitarse en tan sólo uno o dos minutos.
Una vez colocado, eLEGS produce la flexión de las rodillas necesaria para hacer que el usuario camine de manera natural, y que pueda desplazarse por diversos tipos de terrenos.
La velocidad al andar dependerá de las aptitudes y condiciones de cada persona, pero se calcula que con este dispositivo puede llegar a andarse a una velocidad de hasta un metro por segundo.
Según publica Berkeley Bionics en un comunicado, inicialmente este dispositivo se ofrecerá sólo en centros de rehabilitación para ser utilizado bajo supervisión médica, pero en el futuro sus aplicaciones pueden ampliarse.
En qué consiste
eLEGS es una especie de “esqueleto” artificial que puede ajustarse en tan sólo unos minutos a cualquier persona que mida entre 1,60 y 1,90 metros, y que pese menos de 99 kilos.
El ajuste puede llevarlo a cabo el propio usuario, desde su silla de ruedas. Unas simples cintas de Velcro y unos tirantes sirven para sujetar el dispositivo al cuerpo, por encima de la ropa y de los zapatos. Con un poco de práctica, el aparato puede colocarse o quitarse en tan sólo uno o dos minutos.
Una vez colocado, eLEGS produce la flexión de las rodillas necesaria para hacer que el usuario camine de manera natural, y que pueda desplazarse por diversos tipos de terrenos.
La velocidad al andar dependerá de las aptitudes y condiciones de cada persona, pero se calcula que con este dispositivo puede llegar a andarse a una velocidad de hasta un metro por segundo.
Presentación del exoesqueleto. Berkeley Bionics
Manejo sencillo
eLEGS está impulsado por una batería y cuenta con una interfaz máquina-humano basada en las gesticulaciones que –usando sensores- observa los gestos que el usuario hace, determina a partir de ellos sus intenciones, y actúa de manera acorde con ellas.
De esta forma, los movimientos son más naturales porque un ordenador orquesta a tiempo real cada zancada.
El dispositivo eLEGS pesa en total alrededor de 20 kilos, por lo que puede ser trasladado y transportado con facilidad. Además, gracias a su estrecha cintura y su ajuste ceñido, se puede manejar fácilmente para hacerlo pasar a través de puertas y pasillos, explican los desarrolladores en su página web.
Las pruebas clínicas con este aparato empezarán a principios del próximo año en algunas clínicas de rehabilitación de Estados Unidos. En la segunda mitad de 2011, los creadores de eLEGS esperan llevar estas piernas artificiales a la mayoría de los centros de rehabilitación más prestigiosos del país.
En ese momento, algunos pacientes tendrán la oportunidad de implicarse en un programa de entrenamiento para la utilización del eLEGS, supervisado por médicos.
eLEGS está impulsado por una batería y cuenta con una interfaz máquina-humano basada en las gesticulaciones que –usando sensores- observa los gestos que el usuario hace, determina a partir de ellos sus intenciones, y actúa de manera acorde con ellas.
De esta forma, los movimientos son más naturales porque un ordenador orquesta a tiempo real cada zancada.
El dispositivo eLEGS pesa en total alrededor de 20 kilos, por lo que puede ser trasladado y transportado con facilidad. Además, gracias a su estrecha cintura y su ajuste ceñido, se puede manejar fácilmente para hacerlo pasar a través de puertas y pasillos, explican los desarrolladores en su página web.
Las pruebas clínicas con este aparato empezarán a principios del próximo año en algunas clínicas de rehabilitación de Estados Unidos. En la segunda mitad de 2011, los creadores de eLEGS esperan llevar estas piernas artificiales a la mayoría de los centros de rehabilitación más prestigiosos del país.
En ese momento, algunos pacientes tendrán la oportunidad de implicarse en un programa de entrenamiento para la utilización del eLEGS, supervisado por médicos.
Rex: las piernas biónicas
El invento de Berkeley Bionics no es el único creado hasta la fecha para ayudar a andar a los parapléjicos. Recientemente dos inventores de Nueva Zelanda presentaron otro sistema similar.
Según publicó el pasado mes de julio la revista Physorg, estos investigadores han desarrollado Rex, un sistema de piernas biónicas de 38 kilos de peso, cuyo diseño ha estado inspirado en el exoesqueleto robótico de ficción que aparece en la película “Alien” (aparato en que sube Ripley –Sigourney Weaver cuando va a luchar contra sus enemigos extraterrestres).
Los inventores afirman que Rex es “una alternativa realista a la silla de ruedas” que permitirá andar y mantenerse de pie a las personas que no pueden hacerlo por lesiones.
Según ellos, además, Rex permite al usuario subir y bajar escaleras, sentarse y caminar marcha atrás, de lado y hacia delante.
A diferencia de eLEGS, Rex sí se encuentra ya disponible en el mercado, aunque de momento sólo en Nueva Zelanda y a un precio algo desorbitado: unos 106.000 euros. Sus creadores esperan que llegue al resto del mundo el año que viene.
HAL amplía la potencia muscular
Este mismo año, también hemos sabido del desarrollo, por parte de la compañía japonesa Cyberdyne, del sistema Hibrid Assistive Limb (HAL).
Aunque el HAL no está destinado a parapléjicos, también es un exoesqueleto que puede ayudar a andar y a moverse a individuos que necesiten cierto apoyo, como las personas mayores o las personas que se estén rehabilitando de alguna lesión.
Como eLEGS, el HAL se coloca alrededor del cuerpo de los usuarios. Una vez puesto, el dispositivo amplía la potencia muscular de las piernas que lo llevan. Impulsado por una batería, HAL detecta los impulsos musculares y se anticipa y apoya los movimientos de su portador.
El invento de Berkeley Bionics no es el único creado hasta la fecha para ayudar a andar a los parapléjicos. Recientemente dos inventores de Nueva Zelanda presentaron otro sistema similar.
Según publicó el pasado mes de julio la revista Physorg, estos investigadores han desarrollado Rex, un sistema de piernas biónicas de 38 kilos de peso, cuyo diseño ha estado inspirado en el exoesqueleto robótico de ficción que aparece en la película “Alien” (aparato en que sube Ripley –Sigourney Weaver cuando va a luchar contra sus enemigos extraterrestres).
Los inventores afirman que Rex es “una alternativa realista a la silla de ruedas” que permitirá andar y mantenerse de pie a las personas que no pueden hacerlo por lesiones.
Según ellos, además, Rex permite al usuario subir y bajar escaleras, sentarse y caminar marcha atrás, de lado y hacia delante.
A diferencia de eLEGS, Rex sí se encuentra ya disponible en el mercado, aunque de momento sólo en Nueva Zelanda y a un precio algo desorbitado: unos 106.000 euros. Sus creadores esperan que llegue al resto del mundo el año que viene.
HAL amplía la potencia muscular
Este mismo año, también hemos sabido del desarrollo, por parte de la compañía japonesa Cyberdyne, del sistema Hibrid Assistive Limb (HAL).
Aunque el HAL no está destinado a parapléjicos, también es un exoesqueleto que puede ayudar a andar y a moverse a individuos que necesiten cierto apoyo, como las personas mayores o las personas que se estén rehabilitando de alguna lesión.
Como eLEGS, el HAL se coloca alrededor del cuerpo de los usuarios. Una vez puesto, el dispositivo amplía la potencia muscular de las piernas que lo llevan. Impulsado por una batería, HAL detecta los impulsos musculares y se anticipa y apoya los movimientos de su portador.