Para que los conductores sepan qué hacer cuando se enciende un indicativo luminoso en el cuadro de mandos de su vehículo por una avería, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y de la Universidad de Málaga han diseñado un prototipo que funciona como una aplicación.
“Es una ayuda al conductor no experto”, explica Eugenio Roanes Lozano,
investigador del Instituto de Matemática Interdisciplinar de la UCM y uno de los autores del trabajo, publicado en Applied Mathematics and Com
putation.
El sistema está diseñado para que se pueda acceder desde smartphones, tabletas o cualquier soporte informático con acceso a Internet, y surgió por la experiencia personal de uno de los autores. Un familiar vio cómo se iluminaba un testigo luminoso, que resultó ser el de presión del aceite y, al no saber qué hacer, decidió conducir hasta la gasolinera más cercana para buscar ayuda, una decisión desafortunada, pues provocó daños irreparables en el motor.
Los colores de los iconos suelen indicar su gravedad: el rojo se refiere a un problema grave o a un fallo de seguridad, el amarillo suele señalar que no es un problema urgente, mientras que verde y azul dan información sobre otros sistemas que se hayan conectado.
Dentro del color rojo, “no todos los testigos requieren las mismas respuestas”, matizan los autores. Consultar el manual de instrucciones del vehículo no siempre es la mejor opción, sobre todo si es urgente, debido a su extensión y complejidad.
“Es una ayuda al conductor no experto”, explica Eugenio Roanes Lozano,
investigador del Instituto de Matemática Interdisciplinar de la UCM y uno de los autores del trabajo, publicado en Applied Mathematics and Com
putation.
El sistema está diseñado para que se pueda acceder desde smartphones, tabletas o cualquier soporte informático con acceso a Internet, y surgió por la experiencia personal de uno de los autores. Un familiar vio cómo se iluminaba un testigo luminoso, que resultó ser el de presión del aceite y, al no saber qué hacer, decidió conducir hasta la gasolinera más cercana para buscar ayuda, una decisión desafortunada, pues provocó daños irreparables en el motor.
Los colores de los iconos suelen indicar su gravedad: el rojo se refiere a un problema grave o a un fallo de seguridad, el amarillo suele señalar que no es un problema urgente, mientras que verde y azul dan información sobre otros sistemas que se hayan conectado.
Dentro del color rojo, “no todos los testigos requieren las mismas respuestas”, matizan los autores. Consultar el manual de instrucciones del vehículo no siempre es la mejor opción, sobre todo si es urgente, debido a su extensión y complejidad.
Pautas para saber qué hacer
Conscientes de este problema, los investigadores han diseñado un sistema que, con la ayuda de un motor de inferencia algebraico, recoge los símbolos de la mayoría de marcas y modelos de coches, dando al conductor soluciones concretas. Este solo tiene que identificar la avería, eligiendo el testigo en el amplio catálogo, y el programa le dirá los pasos que tiene que seguir.
En total el sistema consta de tres subsistemas y utiliza 80 variables y 64 reglas. En función de la avería que indique el icono, y varias preguntas que va haciendo al conductor, la aplicación informa de las medidas que se necesitan, como “rellene el depósito de líquido lavaparabrisas”, “conduzca con precaución y lleve el coche al taller por fallo en el ASR (control de tracción)” o “inmovilice el coche y pida una grúa para llevarlo al taller por fallo en el circuito de frenos”.
Los expertos recuerdan que estas indicaciones son pautas y, como tal, no pueden interpretarse como fiables al 100%. “Se trata de un prototipo, una propuesta de lo que se podría hacer. Hemos procurado que no haya errores en el conocimiento implícito ni en la programación”, afirma Roanes Lozano.
Ahora los matemáticos quieren ajustar el prototipo a un modelo concreto de coche y para eso necesitan llegar a un acuerdo de colaboración con una empresa de automóviles.
Conscientes de este problema, los investigadores han diseñado un sistema que, con la ayuda de un motor de inferencia algebraico, recoge los símbolos de la mayoría de marcas y modelos de coches, dando al conductor soluciones concretas. Este solo tiene que identificar la avería, eligiendo el testigo en el amplio catálogo, y el programa le dirá los pasos que tiene que seguir.
En total el sistema consta de tres subsistemas y utiliza 80 variables y 64 reglas. En función de la avería que indique el icono, y varias preguntas que va haciendo al conductor, la aplicación informa de las medidas que se necesitan, como “rellene el depósito de líquido lavaparabrisas”, “conduzca con precaución y lleve el coche al taller por fallo en el ASR (control de tracción)” o “inmovilice el coche y pida una grúa para llevarlo al taller por fallo en el circuito de frenos”.
Los expertos recuerdan que estas indicaciones son pautas y, como tal, no pueden interpretarse como fiables al 100%. “Se trata de un prototipo, una propuesta de lo que se podría hacer. Hemos procurado que no haya errores en el conocimiento implícito ni en la programación”, afirma Roanes Lozano.
Ahora los matemáticos quieren ajustar el prototipo a un modelo concreto de coche y para eso necesitan llegar a un acuerdo de colaboración con una empresa de automóviles.