Sobrevalorar a los hijos provoca que se crean mejores que los demás. Imagen: woodleywonderworks. Fuente: Flickr.
Los niños cuyos padres piensan que son un regalo de Dios para el mundo tienden a eclipsar a sus compañeros... en narcisismo.
En un estudio que pretendía encontrar los orígenes del narcisismo, los investigadores encuestaron a padres e hijos cuatro veces en un año y medio para ver si podían identificar qué factores llevan a los niños a inflar la visión sobre sí mismos.
Los resultados mostraron que los hijos de padres que los "sobrevaloraban" al comienzo del estudio obtenían puntuaciones más altas en las pruebas de narcisismo posteriores.
Los niños sobrevalorados eran descritos por sus padres en las encuestas como "más especiales que los demás niños", y como niños que "merecen algo más en la vida", por ejemplo.
"Los niños se lo creen cuando sus padres les dicen que son más especiales que otros. Eso puede no ser bueno para ellos o para la sociedad", explica Brad Bushman, coautor del estudio y profesor de comunicación y psicología en la Universidad Estatal de Ohio, en la información de ésta.
Bushman condujo el estudio con el autor principal Eddie Brummelman, investigador postdoc de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos). El estudio aparece en la edición en línea de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Brummelman asegura que padres con las mejores intenciones pueden sobrevalorar a sus hijos, pensando que les ayudarán a aumentar su autoestima. "En lugar de elevar su autoestima, pueden elevar sin darse cuenta los niveles de narcisismo", explica.
El estudio
Aunque los peligros del narcisismo son bien conocidos, sus orígenes no, según Bushman. El estudio incluyó a 565 niños de los Países Bajos que tenían entre 7 y 11 años de edad cuando comenzó el estudio, y a sus padres. Todos ellos completaron las encuestas cuatro veces, con seis meses de diferencia entre cada vez. Todas las encuestas utilizadas son habituales en la investigación en psicología.
La sobrevaloración paternal hacia los niños se midió con una escala que preguntaba a las mamás y los papás cuánto estaban de acuerdo con afirmaciones como: "Mi hijo es un gran ejemplo a seguir para otros niños."
Tanto los niños como los padres informaron de cuánto calor emocional mostraban los padres, y para ello los participantes tenían que indicar cuánto estaban de acuerdo con declaraciones como: "Hago que mi hijo/a sepa que lo/la amo" (o "Mi padre/madre me hace saber que me ama"). Luego se midieron los niveles de narcisismo y autoestima de los niños.
El papel clave de la sobrevaloración
En la investigación, los niños con alta autoestima, en lugar de verse a sí mismos como más especiales que los demás, estaban de acuerdo con afirmaciones que sugerían que estaban contentos con ellos mismos como personas y que les gustaba el tipo de persona que eran.
"Las personas con alta autoestima piensan que son tan buenos como los demás, mientras que los narcisistas piensan que son mejores que otros", explica Bushman.
La autoestima y el narcisismo también se desarrollan de diferentes maneras, según el estudio. Mientras que la sobrevaloración de los padres se asoció con mayores niveles de narcisismo infantil a través del tiempo, no se asoció con más autoestima.
Por el contrario, los padres que mostraron calidez emocional tenían niños con una autoestima más alta con el tiempo. La calidez de los padres no mostró relación con el narcisismo. "La sobrevaloración predecía el narcisismo, no la autoestima, mientras que la calidez predecía la autoestima, y no el narcisismo", resume Bushman.
Además, la sobrevaloración de los padres está relacionada con mayor narcisismo en los hijos, incluso después de que tener en cuenta los niveles de narcisismo de los padres. En otras palabras, no basta que los padres sean narcisistas para que tengan hijos narcisistas: la sobrevaloración juega un papel clave.
En un estudio que pretendía encontrar los orígenes del narcisismo, los investigadores encuestaron a padres e hijos cuatro veces en un año y medio para ver si podían identificar qué factores llevan a los niños a inflar la visión sobre sí mismos.
Los resultados mostraron que los hijos de padres que los "sobrevaloraban" al comienzo del estudio obtenían puntuaciones más altas en las pruebas de narcisismo posteriores.
Los niños sobrevalorados eran descritos por sus padres en las encuestas como "más especiales que los demás niños", y como niños que "merecen algo más en la vida", por ejemplo.
"Los niños se lo creen cuando sus padres les dicen que son más especiales que otros. Eso puede no ser bueno para ellos o para la sociedad", explica Brad Bushman, coautor del estudio y profesor de comunicación y psicología en la Universidad Estatal de Ohio, en la información de ésta.
Bushman condujo el estudio con el autor principal Eddie Brummelman, investigador postdoc de la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos). El estudio aparece en la edición en línea de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Brummelman asegura que padres con las mejores intenciones pueden sobrevalorar a sus hijos, pensando que les ayudarán a aumentar su autoestima. "En lugar de elevar su autoestima, pueden elevar sin darse cuenta los niveles de narcisismo", explica.
El estudio
Aunque los peligros del narcisismo son bien conocidos, sus orígenes no, según Bushman. El estudio incluyó a 565 niños de los Países Bajos que tenían entre 7 y 11 años de edad cuando comenzó el estudio, y a sus padres. Todos ellos completaron las encuestas cuatro veces, con seis meses de diferencia entre cada vez. Todas las encuestas utilizadas son habituales en la investigación en psicología.
La sobrevaloración paternal hacia los niños se midió con una escala que preguntaba a las mamás y los papás cuánto estaban de acuerdo con afirmaciones como: "Mi hijo es un gran ejemplo a seguir para otros niños."
Tanto los niños como los padres informaron de cuánto calor emocional mostraban los padres, y para ello los participantes tenían que indicar cuánto estaban de acuerdo con declaraciones como: "Hago que mi hijo/a sepa que lo/la amo" (o "Mi padre/madre me hace saber que me ama"). Luego se midieron los niveles de narcisismo y autoestima de los niños.
El papel clave de la sobrevaloración
En la investigación, los niños con alta autoestima, en lugar de verse a sí mismos como más especiales que los demás, estaban de acuerdo con afirmaciones que sugerían que estaban contentos con ellos mismos como personas y que les gustaba el tipo de persona que eran.
"Las personas con alta autoestima piensan que son tan buenos como los demás, mientras que los narcisistas piensan que son mejores que otros", explica Bushman.
La autoestima y el narcisismo también se desarrollan de diferentes maneras, según el estudio. Mientras que la sobrevaloración de los padres se asoció con mayores niveles de narcisismo infantil a través del tiempo, no se asoció con más autoestima.
Por el contrario, los padres que mostraron calidez emocional tenían niños con una autoestima más alta con el tiempo. La calidez de los padres no mostró relación con el narcisismo. "La sobrevaloración predecía el narcisismo, no la autoestima, mientras que la calidez predecía la autoestima, y no el narcisismo", resume Bushman.
Además, la sobrevaloración de los padres está relacionada con mayor narcisismo en los hijos, incluso después de que tener en cuenta los niveles de narcisismo de los padres. En otras palabras, no basta que los padres sean narcisistas para que tengan hijos narcisistas: la sobrevaloración juega un papel clave.
Estudio anterior
Un estudio anterior de Brummelman, Bushman, y varios colegas mostró lo mucho que algunos padres sobrevaloran a sus hijos. En este trabajo, a los padres se les presentaron temas que sus hijos de entre 8 y 12 años de edad debían conocer, como al astronauta Neil Armstrong o el libro Rebelión en la granja. Se preguntó a los padres cómo de familiarizados creían que estaban sus hijos con esos temas.
Pero los investigadores también incluyeron elementos que no existen, como la "Reina de Alberta" y "El cuento de Benson Bunny". "Los padres sobrevalorantes tendían a afirmar que su hijo tenía conocimientos de muchos temas diferentes, incluso de los inexistentes", recuerda Brummelman.
Pero los investigadores señalan que la sobrevaloración de los padres no es la única causa del narcisismo en los niños. Al igual que otros rasgos de la personalidad, es en parte el resultado de la genética y de los rasgos temperamentales de los propios niños. "Algunos niños pueden ser más propensos que otros a ser narcisistas cuando sus padres los sobrevaloran", señala Bushman.
Bushman, que es padre de tres hijos, dice que su investigación sobre el narcisismo ha cambiado su estilo de crianza. "Cuando empecé a hacer esta investigación en la década de 1990, yo solía pensar que mis hijos debían ser tratados como si fueran extra-especiales. Tengo cuidado de no hacerlo ahora".
Brummelman señala además que estos resultados sugieren una manera práctica de ayudar a los padres. "Las intervenciones de tipo formativo pueden enseñar a los padres a expresar afecto y aprecio hacia los niños sin decirles que son superiores a los demás o que tienen derecho a privilegios", explica. "Estudios futuros deben comprobar si esto puede funcionar."
Un estudio anterior de Brummelman, Bushman, y varios colegas mostró lo mucho que algunos padres sobrevaloran a sus hijos. En este trabajo, a los padres se les presentaron temas que sus hijos de entre 8 y 12 años de edad debían conocer, como al astronauta Neil Armstrong o el libro Rebelión en la granja. Se preguntó a los padres cómo de familiarizados creían que estaban sus hijos con esos temas.
Pero los investigadores también incluyeron elementos que no existen, como la "Reina de Alberta" y "El cuento de Benson Bunny". "Los padres sobrevalorantes tendían a afirmar que su hijo tenía conocimientos de muchos temas diferentes, incluso de los inexistentes", recuerda Brummelman.
Pero los investigadores señalan que la sobrevaloración de los padres no es la única causa del narcisismo en los niños. Al igual que otros rasgos de la personalidad, es en parte el resultado de la genética y de los rasgos temperamentales de los propios niños. "Algunos niños pueden ser más propensos que otros a ser narcisistas cuando sus padres los sobrevaloran", señala Bushman.
Bushman, que es padre de tres hijos, dice que su investigación sobre el narcisismo ha cambiado su estilo de crianza. "Cuando empecé a hacer esta investigación en la década de 1990, yo solía pensar que mis hijos debían ser tratados como si fueran extra-especiales. Tengo cuidado de no hacerlo ahora".
Brummelman señala además que estos resultados sugieren una manera práctica de ayudar a los padres. "Las intervenciones de tipo formativo pueden enseñar a los padres a expresar afecto y aprecio hacia los niños sin decirles que son superiores a los demás o que tienen derecho a privilegios", explica. "Estudios futuros deben comprobar si esto puede funcionar."
Referencia bibliográfica:
Eddie Brummelman, et al. Origins of narcissism in children. PNAS (2015). DOI: 10.1073/pnas.1420870112.
Eddie Brummelman, et al. Origins of narcissism in children. PNAS (2015). DOI: 10.1073/pnas.1420870112.