Científicos de la Escuela Superior de Economía (HSE, Moscú, Rusia) junto con colegas de la Universidad de Helsinki (Finlandia) han descubierto que el aprendizaje de idiomas extranjeros mejora la elasticidad de nuestro cerebro y su capacidad para codificar la información.
Cuantas más lenguas extranjeras aprendemos, más eficazmente reacciona nuestro cerebro y procesa los datos acumulados en el curso del aprendizaje.
Un artículo de Yury Shtyrov, investigador del Centro de HSE para la Cognición y la Toma de Decisiones, y Lilli Kimppa y Teija Kujala, de la Universidad de Helsinki, resume los nuevos hallazgos en Scientific Reports.
Según el estudio, los mecanismos neurofisiológicos de la lengua y la adquisición del habla están poco explorados en comparación con otras funciones del cerebro. La razón de tal escasa atención es la incapacidad para estudiar la función verbal en animales de prueba.
Electroencefalografía
Los investigadores llevaron a cabo experimentos en los que midieron la actividad eléctrica del cerebro con EEG (electroencefalografía). 22 estudiantes en total (10 hombres y 12 mujeres) participaron en la investigación, con una edad media de 24.
Se colocaron electrodos en la cabeza de los participantes, y éstos escucharon grabaciones de diferentes palabras en su lengua materna, así como en idiomas extranjeros, tanto conocidos como desconocidos por completo por ellos.
Cuando aparecían palabras conocidas o desconocidas, se rastreaban los cambios en la actividad cerebral. Los investigadores se centraron sobre todo en la velocidad a la que el cerebro reajustaba su actividad para analizar las palabras desconocidas.
Posteriormente, los datos neurofisiológicos recogidos se compararon con antecedentes lingüísticos de los sujetos: el número de idiomas que sabían, a qué edad empezaron a aprenderlos, y así sucesivamente.
Cuantas más lenguas extranjeras aprendemos, más eficazmente reacciona nuestro cerebro y procesa los datos acumulados en el curso del aprendizaje.
Un artículo de Yury Shtyrov, investigador del Centro de HSE para la Cognición y la Toma de Decisiones, y Lilli Kimppa y Teija Kujala, de la Universidad de Helsinki, resume los nuevos hallazgos en Scientific Reports.
Según el estudio, los mecanismos neurofisiológicos de la lengua y la adquisición del habla están poco explorados en comparación con otras funciones del cerebro. La razón de tal escasa atención es la incapacidad para estudiar la función verbal en animales de prueba.
Electroencefalografía
Los investigadores llevaron a cabo experimentos en los que midieron la actividad eléctrica del cerebro con EEG (electroencefalografía). 22 estudiantes en total (10 hombres y 12 mujeres) participaron en la investigación, con una edad media de 24.
Se colocaron electrodos en la cabeza de los participantes, y éstos escucharon grabaciones de diferentes palabras en su lengua materna, así como en idiomas extranjeros, tanto conocidos como desconocidos por completo por ellos.
Cuando aparecían palabras conocidas o desconocidas, se rastreaban los cambios en la actividad cerebral. Los investigadores se centraron sobre todo en la velocidad a la que el cerebro reajustaba su actividad para analizar las palabras desconocidas.
Posteriormente, los datos neurofisiológicos recogidos se compararon con antecedentes lingüísticos de los sujetos: el número de idiomas que sabían, a qué edad empezaron a aprenderlos, y así sucesivamente.
Resultados
El experimento demuestra que la actividad eléctrica del cerebro de los participantes que ya conocían algunos idiomas extranjeros era mayor.
El autor del estudio, Yuriy Shtyrov, comenta en la nota de prensa de HSE recogida por EurekAlert! que cuantos más idiomas dominaba la persona, más rápido se formaba la red de neuronas que codificaban la información sobre las nuevas palabras. Es decir, que llenar la mente con más conocimiento aumenta su elasticidad.
Los científicos creen que la comprensión de cómo funciona el cerebro en la adquisición del lenguaje es de crucial importancia en el diagnóstico de trastornos del habla después de accidentes, crisis cerebrovasculares y otras enfermedades relacionadas, y para encontrar formas de tratarlos.
Por otra parte, cuando logremos una mejor comprensión de los principios de la creación y el fortalecimiento de las redes de neuronas, seremos capaces de aprovechar estos mecanismos, acelerarlos y mejorar el proceso de aprendizaje.
El experimento demuestra que la actividad eléctrica del cerebro de los participantes que ya conocían algunos idiomas extranjeros era mayor.
El autor del estudio, Yuriy Shtyrov, comenta en la nota de prensa de HSE recogida por EurekAlert! que cuantos más idiomas dominaba la persona, más rápido se formaba la red de neuronas que codificaban la información sobre las nuevas palabras. Es decir, que llenar la mente con más conocimiento aumenta su elasticidad.
Los científicos creen que la comprensión de cómo funciona el cerebro en la adquisición del lenguaje es de crucial importancia en el diagnóstico de trastornos del habla después de accidentes, crisis cerebrovasculares y otras enfermedades relacionadas, y para encontrar formas de tratarlos.
Por otra parte, cuando logremos una mejor comprensión de los principios de la creación y el fortalecimiento de las redes de neuronas, seremos capaces de aprovechar estos mecanismos, acelerarlos y mejorar el proceso de aprendizaje.
Referencia bibliográfica:
Lilli Kimppa, Teija Kujala, Yury Shtyrov: Individual language experience modulates rapid formation of cortical memory circuits for novel words. Scientific Reports (2016). DOI: 10.1038/srep30227.
Lilli Kimppa, Teija Kujala, Yury Shtyrov: Individual language experience modulates rapid formation of cortical memory circuits for novel words. Scientific Reports (2016). DOI: 10.1038/srep30227.