Neuronas espejo. Fuente: UCLA.
Un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha conseguido registrar, por vez primera, la actividad de las neuronas espejo en cerebros humanos.
Estas neuronas tienen la peculiaridad de activarse cuando realizamos una acción concreta pero, también, cuando vemos a otras personas realizar una acción.
Así, las neuronas espejo “reflejan” la actividad ajena, permitiéndonos ciertas habilidades cognitivas sociales, como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) o la capacidad de imitación.
Algunos científicos consideran que el hallazgo de las neuronas espejo constituye uno de los más importantes descubrimientos de las neurociencias en la última década.
Registradas, por fin
El problema principal que hasta ahora había habido con este tipo de neuronas es que no se habían conseguido pruebas directas de su existencia, sino únicamente sospechas o evidencias indirectas, publica la UCLA en un comunicado.
En la presente investigación, dirigida por Itzhak Fried, profesor de neurocirugía de dicha universidad, se ha conseguido por vez primera un registro directo de la actividad de las neuronas espejo en el cerebro humano.
Los investigadores registraron la actividad tanto de células neuronales individuales como de múltiples células, y no sólo en las regiones motoras del cerebro donde se creía que las neuronas espejo estaban alojadas, sino también en otras áreas cerebrales relacionadas con la visión y la memoria.
Electrodos intracraneales
Los científicos explican en un artículo aparecido en la revista Current Biology que se recopilaron datos directamente de los cerebros de 21 pacientes que estaban siendo atendidos en el Ronald Reagan UCLA Medical Center por sufrir un tipo de epilepsia intratable.
Estas neuronas tienen la peculiaridad de activarse cuando realizamos una acción concreta pero, también, cuando vemos a otras personas realizar una acción.
Así, las neuronas espejo “reflejan” la actividad ajena, permitiéndonos ciertas habilidades cognitivas sociales, como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) o la capacidad de imitación.
Algunos científicos consideran que el hallazgo de las neuronas espejo constituye uno de los más importantes descubrimientos de las neurociencias en la última década.
Registradas, por fin
El problema principal que hasta ahora había habido con este tipo de neuronas es que no se habían conseguido pruebas directas de su existencia, sino únicamente sospechas o evidencias indirectas, publica la UCLA en un comunicado.
En la presente investigación, dirigida por Itzhak Fried, profesor de neurocirugía de dicha universidad, se ha conseguido por vez primera un registro directo de la actividad de las neuronas espejo en el cerebro humano.
Los investigadores registraron la actividad tanto de células neuronales individuales como de múltiples células, y no sólo en las regiones motoras del cerebro donde se creía que las neuronas espejo estaban alojadas, sino también en otras áreas cerebrales relacionadas con la visión y la memoria.
Electrodos intracraneales
Los científicos explican en un artículo aparecido en la revista Current Biology que se recopilaron datos directamente de los cerebros de 21 pacientes que estaban siendo atendidos en el Ronald Reagan UCLA Medical Center por sufrir un tipo de epilepsia intratable.
A estos pacientes se les habían implantado electrodos intracraneales, con un fin terapéutico: identificar el foco cerebral de sus ataques epilépticos para atajarlos quirúrgicamente a posteriori. Los científicos, con el consentimiento de los pacientes, aprovecharon la localización de los electrodos para llevar a cabo su investigación.
En total, se registró la actividad de 1.177 neuronas espejo situadas en las cortezas temporal y frontal media del cerebro, dos sistemas neuronales en los que las respuestas “reflejas” a nivel de células individuales no habían sido registradas previamente, ni siquiera en experimentos realizados con monos.
La actividad neuronal fue constatada mientras los pacientes realizaban u observaban acciones de agarre y expresiones faciales con contenido emocional.
Amplia distribución por el cerebro
Por otra parte, los científicos constataron a partir de los registros, que subconjuntos específicos de neuronas espejo incrementan su actividad durante la ejecución de una acción, y la reducen cuando dicha acción simplemente es observada mientras otros la ejecutan.
Según ellos, esta reducción de la actividad de ciertas neuronas espejo podría deberse a que, cuando observamos una acción, el cerebro inhibe al observador para que éste no realice automáticamente el acto que está viendo. Estos subconjuntos de neuronas espejo podrían ayudarnos asimismo a establecer la diferencia entre las acciones de otros y nuestros propios actos.
Los registros obtenidos demostraron, además, que las neuronas espejo se hallan en más áreas del cerebro humano de lo que se creía, es decir, que la distribución de estas células únicas – gracias a las que relacionamos la actividad del yo con la de los otros- es más amplia de lo que hasta ahora se pensaba.
Dado que estas partes del cerebro se encargan de realizar funciones distintas –en este caso, la corteza frontal media se encarga de la selección del movimiento, y la corteza temporal media de la memoria-, la actividad de las neuronas espejo en dichas áreas supone que estas células proporcionan un complejo y rico reflejo de las acciones de otras personas.
Tratamiento del autismo
De hecho, considerando que estas neuronas se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando otros realizan esa misma acción, se cree que ese “reflejo” es el mecanismo neuronal por el que podemos comprender, de manera automática, las acciones, intenciones y emociones de los otros.
Los científicos sospechan, por eso mismo, que la disfunción en el funcionamiento de las neuronas espejo podría implicar la aparición de un trastorno como el autismo, cuyos síntomas clínicos pueden incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, con la imitación y con la capacidad empática.
Conocer mejor el sistema de las neuronas espejo podría ayudar a desarrollar estrategias para tratar este trastorno.
En total, se registró la actividad de 1.177 neuronas espejo situadas en las cortezas temporal y frontal media del cerebro, dos sistemas neuronales en los que las respuestas “reflejas” a nivel de células individuales no habían sido registradas previamente, ni siquiera en experimentos realizados con monos.
La actividad neuronal fue constatada mientras los pacientes realizaban u observaban acciones de agarre y expresiones faciales con contenido emocional.
Amplia distribución por el cerebro
Por otra parte, los científicos constataron a partir de los registros, que subconjuntos específicos de neuronas espejo incrementan su actividad durante la ejecución de una acción, y la reducen cuando dicha acción simplemente es observada mientras otros la ejecutan.
Según ellos, esta reducción de la actividad de ciertas neuronas espejo podría deberse a que, cuando observamos una acción, el cerebro inhibe al observador para que éste no realice automáticamente el acto que está viendo. Estos subconjuntos de neuronas espejo podrían ayudarnos asimismo a establecer la diferencia entre las acciones de otros y nuestros propios actos.
Los registros obtenidos demostraron, además, que las neuronas espejo se hallan en más áreas del cerebro humano de lo que se creía, es decir, que la distribución de estas células únicas – gracias a las que relacionamos la actividad del yo con la de los otros- es más amplia de lo que hasta ahora se pensaba.
Dado que estas partes del cerebro se encargan de realizar funciones distintas –en este caso, la corteza frontal media se encarga de la selección del movimiento, y la corteza temporal media de la memoria-, la actividad de las neuronas espejo en dichas áreas supone que estas células proporcionan un complejo y rico reflejo de las acciones de otras personas.
Tratamiento del autismo
De hecho, considerando que estas neuronas se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando otros realizan esa misma acción, se cree que ese “reflejo” es el mecanismo neuronal por el que podemos comprender, de manera automática, las acciones, intenciones y emociones de los otros.
Los científicos sospechan, por eso mismo, que la disfunción en el funcionamiento de las neuronas espejo podría implicar la aparición de un trastorno como el autismo, cuyos síntomas clínicos pueden incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, con la imitación y con la capacidad empática.
Conocer mejor el sistema de las neuronas espejo podría ayudar a desarrollar estrategias para tratar este trastorno.