La consolidación de los recuerdos es el producto de un diálogo neuronal entre el circuito de recompensa (izquierda) y el de la memoria (derecha). UNIGE.
¿Cómo funciona nuestra memoria y cómo optimizar su mecanismo todos los días? Este tema está en el centro de muchos proyectos de investigación en neurociencia.
Entre las estructuras cerebrales examinadas para una mejor comprensión de los mecanismos de memoria, el sistema de recompensa está ahora en el centro de la investigación.
Al examinar la actividad cerebral de sujetos humanos sanos, los científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) descubrieron el efecto positivo duradero de las recompensas (en este caso, el dinero) en la capacidad de un individuo para retener una variedad de información.
Y, aún más sorprendente, el equipo de investigación demostró que la acumulación promedio de recompensas no debería ser demasiado pequeña o grande, para que se fortalezca la memoria.
Al garantizar un diálogo neuronal efectivo entre el circuito de recompensa y el circuito de memoria, este delicado equilibrio permite que la memoria en nuestro cerebro se codifique correctamente, señalan los investigadores.
Mecanismos cerebrales
Por experiencia, parece lógico obtener recompensas para mejorar los recuerdos asociados con ellos. Pero ¿cuáles son los mecanismos cerebrales que funcionan y cómo podemos usarlos para optimizar nuestra memoria?
"El efecto positivo de las recompensas en la memoria es un fenómeno bien conocido", explica la directora de este trabajo, Sophie Schwartz, en un comunicado.
Y añade: “sin embargo, nuestro experimento tiene como objetivo comprender mejor este mecanismo mediante el estudio de dos aspectos importantes: si el efecto continuará con el paso del tiempo y qué papel juega la acumulación de recompensas" en la consolidación de la memoria.
Metodología
Para responder a estas preguntas, los científicos han desarrollado experimentos utilizando imágenes de resonancia magnética funcional, que pueden observar el cerebro en movimiento en tiempo real. Se pidió a unos 30 sujetos sanos que recordaran la conexión entre los objetos y las personas.
Cada respuesta correcta está asociada con los puntos ganados, y cada respuesta incorrecta está asociada con los puntos perdidos (luego cambiarían los puntos por dinero). Veinte minutos después, se pidió a los sujetos que restauraran estas asociaciones para ganar puntos extra. El número promedio de puntos que se pueden obtener durante el experimento varía.
Mediante estos ejercicios, los autores comprobaronb que la amplitud de recompensa en tiempo real ejerce un efecto monotónicamente creciente sobre el núcleo accumbens, el área tegmental ventral (VTA) y la actividad del hipocampo durante la codificación y mejora la memoria. Sus resultados se publican en "Nature Communication".
Kristoffer Aberg, del Instituto de Ciencias Weizmann y primer investigador, dijo: "contrariamente a lo que la gente pueda pensar, los mejores resultados no tienen nada que ver con la mayor acumulación de recompensas. ¿Entonces cuál es la más efectiva?: Aquella situada en algún lugar entre la recompensa acumulativa más alta y la más baja”, matiza.
Sophie Schwartz añade: "Nuestro cerebro necesita recompensas para motivarnos, pero también enfrentar desafíos. Si la tarea es demasiado fácil o difícil, la motivación disminuye rápidamente, lo que afectará a nuestra capacidad de codificar información. Por ejemplo, imaginemos que recogemos bayas en el bosque: si hay por todas partes, no es necesario recordar dónde encontrarlas. Si hay muy pocas, el esfuerzo requerido para encontrar algunas es demasiado grande en comparación con la posible ganancia. Por otro lado, si las bayas se dividen en grupos en el bosque, recordar su ubicación exacta permitirá recolectar más en poco tiempo".
Entre las estructuras cerebrales examinadas para una mejor comprensión de los mecanismos de memoria, el sistema de recompensa está ahora en el centro de la investigación.
Al examinar la actividad cerebral de sujetos humanos sanos, los científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) descubrieron el efecto positivo duradero de las recompensas (en este caso, el dinero) en la capacidad de un individuo para retener una variedad de información.
Y, aún más sorprendente, el equipo de investigación demostró que la acumulación promedio de recompensas no debería ser demasiado pequeña o grande, para que se fortalezca la memoria.
Al garantizar un diálogo neuronal efectivo entre el circuito de recompensa y el circuito de memoria, este delicado equilibrio permite que la memoria en nuestro cerebro se codifique correctamente, señalan los investigadores.
Mecanismos cerebrales
Por experiencia, parece lógico obtener recompensas para mejorar los recuerdos asociados con ellos. Pero ¿cuáles son los mecanismos cerebrales que funcionan y cómo podemos usarlos para optimizar nuestra memoria?
"El efecto positivo de las recompensas en la memoria es un fenómeno bien conocido", explica la directora de este trabajo, Sophie Schwartz, en un comunicado.
Y añade: “sin embargo, nuestro experimento tiene como objetivo comprender mejor este mecanismo mediante el estudio de dos aspectos importantes: si el efecto continuará con el paso del tiempo y qué papel juega la acumulación de recompensas" en la consolidación de la memoria.
Metodología
Para responder a estas preguntas, los científicos han desarrollado experimentos utilizando imágenes de resonancia magnética funcional, que pueden observar el cerebro en movimiento en tiempo real. Se pidió a unos 30 sujetos sanos que recordaran la conexión entre los objetos y las personas.
Cada respuesta correcta está asociada con los puntos ganados, y cada respuesta incorrecta está asociada con los puntos perdidos (luego cambiarían los puntos por dinero). Veinte minutos después, se pidió a los sujetos que restauraran estas asociaciones para ganar puntos extra. El número promedio de puntos que se pueden obtener durante el experimento varía.
Mediante estos ejercicios, los autores comprobaronb que la amplitud de recompensa en tiempo real ejerce un efecto monotónicamente creciente sobre el núcleo accumbens, el área tegmental ventral (VTA) y la actividad del hipocampo durante la codificación y mejora la memoria. Sus resultados se publican en "Nature Communication".
Kristoffer Aberg, del Instituto de Ciencias Weizmann y primer investigador, dijo: "contrariamente a lo que la gente pueda pensar, los mejores resultados no tienen nada que ver con la mayor acumulación de recompensas. ¿Entonces cuál es la más efectiva?: Aquella situada en algún lugar entre la recompensa acumulativa más alta y la más baja”, matiza.
Sophie Schwartz añade: "Nuestro cerebro necesita recompensas para motivarnos, pero también enfrentar desafíos. Si la tarea es demasiado fácil o difícil, la motivación disminuye rápidamente, lo que afectará a nuestra capacidad de codificar información. Por ejemplo, imaginemos que recogemos bayas en el bosque: si hay por todas partes, no es necesario recordar dónde encontrarlas. Si hay muy pocas, el esfuerzo requerido para encontrar algunas es demasiado grande en comparación con la posible ganancia. Por otro lado, si las bayas se dividen en grupos en el bosque, recordar su ubicación exacta permitirá recolectar más en poco tiempo".
Diálogo entre regiones cerebrales.
En el cerebro, la memoria es gestionada principalmente por el hipocampo, que es el área responsable de codificar y almacenar recuerdos. Sin embargo, cuando se trata de recompensas, se activará otra área, en concreto el área tegmental ventral, que está incluida en el sistema de recompensas, y es responsable de liberar la dopamina relacionada con la satisfacción con la recompensa.
Kristoffer Aberg explicó: "es el diálogo entre estas dos regiones del cerebro lo que ayuda a mantener la motivación, mejorar el aprendizaje y consolidar la memoria".
Este experimento muestra la importancia de la motivación para la memoria y el aprendizaje, y el equilibrio sutil, posiblemente personal, que debe establecerse.
Estos descubrimientos son particularmente útiles en el entorno escolar, ya que permiten diseñar un ambiente de aprendizaje en el que pueden desarrollar este tipo de motivación de acuerdo con las necesidades de cada niño.
En el cerebro, la memoria es gestionada principalmente por el hipocampo, que es el área responsable de codificar y almacenar recuerdos. Sin embargo, cuando se trata de recompensas, se activará otra área, en concreto el área tegmental ventral, que está incluida en el sistema de recompensas, y es responsable de liberar la dopamina relacionada con la satisfacción con la recompensa.
Kristoffer Aberg explicó: "es el diálogo entre estas dos regiones del cerebro lo que ayuda a mantener la motivación, mejorar el aprendizaje y consolidar la memoria".
Este experimento muestra la importancia de la motivación para la memoria y el aprendizaje, y el equilibrio sutil, posiblemente personal, que debe establecerse.
Estos descubrimientos son particularmente útiles en el entorno escolar, ya que permiten diseñar un ambiente de aprendizaje en el que pueden desarrollar este tipo de motivación de acuerdo con las necesidades de cada niño.
Referencia
Interplay between midbrain and dorsal anterior cingulate regions arbitrates lingering reward effects on memory encoding. Kristoffer Carl Aberg, Emily Elizabeth Kramer & Sophie SchwartzNature Communications Volume 11, Article number: 1829,14 april 20. Nature Communication. DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-020-15542-z
Interplay between midbrain and dorsal anterior cingulate regions arbitrates lingering reward effects on memory encoding. Kristoffer Carl Aberg, Emily Elizabeth Kramer & Sophie SchwartzNature Communications Volume 11, Article number: 1829,14 april 20. Nature Communication. DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-020-15542-z