Fuente: URJC.
El grupo de Reconocimiento Facial & Visión Artificial (FRAV) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha creado un sistema de reconocimiento facial mediante cámaras que recogen múltiples imágenes en 3D de las caras de los transeúntes del Aeropuerto de Barajas (Madrid) para probar su funcionamiento.
Esta tecnología permitirá, en un futuro próximo, detectar sujetos sospechosos sin que estos sean conscientes de que se les está localizando.
El sistema de reconocimiento facial en 3D que se está probando en colaboración con los cuerpos de seguridad, permite no sólo la localización de un rostro concreto cruzando datos de archivos policiales, por ejemplo, sino también un seguimiento de movimientos en los espacios del aeropuerto con cámaras.
Resultados prometedores
La tecnología utilizada toma como referencia patrones faciales en 3D que después son comparados con las imágenes de archivo de documentos de identificación personal. Así, la cámara es capaz de detectar a la persona en tiempo real, identificarla y poder seguir todos sus movimientos sin que la persona detecte que está siendo vigilada.
Los investigadores llevan a cabo todas las fases del trabajo de pruebas: selección de las cámaras, adquisición de vídeos, digitalización de los mismos, localización y recorte de las caras, creación de las bases de datos y pruebas de verificación.
El material se recoge a través de las cámaras instaladas en Barajas, sin añadir ningún tipo de elemento adicional o interferir en el funcionamiento habitual, lo que queda limitado en la práctica tanto por la posición y orientación de las cámaras como la calidad de la imagen.
Si la policía requiere la información de esa persona, con solo pedirla, será enviada a una base de datos sin necesidad de la utilización de huellas por lo que, esta tecnología permitirá, en un futuro próximo, detectar sujetos sospechosos sin que éstos sean conscientes de que se les está localizando.
Los autores califican los resultados como prometedores, comparables con los obtenidos por sistemas comerciales.
Esta tecnología permitirá, en un futuro próximo, detectar sujetos sospechosos sin que estos sean conscientes de que se les está localizando.
El sistema de reconocimiento facial en 3D que se está probando en colaboración con los cuerpos de seguridad, permite no sólo la localización de un rostro concreto cruzando datos de archivos policiales, por ejemplo, sino también un seguimiento de movimientos en los espacios del aeropuerto con cámaras.
Resultados prometedores
La tecnología utilizada toma como referencia patrones faciales en 3D que después son comparados con las imágenes de archivo de documentos de identificación personal. Así, la cámara es capaz de detectar a la persona en tiempo real, identificarla y poder seguir todos sus movimientos sin que la persona detecte que está siendo vigilada.
Los investigadores llevan a cabo todas las fases del trabajo de pruebas: selección de las cámaras, adquisición de vídeos, digitalización de los mismos, localización y recorte de las caras, creación de las bases de datos y pruebas de verificación.
El material se recoge a través de las cámaras instaladas en Barajas, sin añadir ningún tipo de elemento adicional o interferir en el funcionamiento habitual, lo que queda limitado en la práctica tanto por la posición y orientación de las cámaras como la calidad de la imagen.
Si la policía requiere la información de esa persona, con solo pedirla, será enviada a una base de datos sin necesidad de la utilización de huellas por lo que, esta tecnología permitirá, en un futuro próximo, detectar sujetos sospechosos sin que éstos sean conscientes de que se les está localizando.
Los autores califican los resultados como prometedores, comparables con los obtenidos por sistemas comerciales.
Obtención de imágenes 3D con múltiples cámaras
El director de Investigación de FRAV y profesor del Departamento de Arquitectura, y Tecnología de las Computadoras de la Universidad Rey Juan Carlos, Enrique Cabello, señala que “los sistemas de reconocimiento facial ya están en casi todos los aeropuertos”, pero la novedad radica en que ahora se está experimentando con la obtención de imágenes en 3D con múltiples cámaras para conseguir ‘una identificación más certera y un seguimiento de los movimientos del sujeto’, factor que aportaría a las fuerzas de seguridad una herramienta valiosa de control social para la seguridad ciudadana.
Igualmente, desde el equipo liderado por Cabello aseguran que el sistema empleado es muy estable y responde muy bien ante distintas situaciones, siempre que la grabación sea de calidad. Sin embargo, encuentran algunas debilidades, como falsas alarmas o fallos de detección.
Las primeras se explican por la acumulación de movimiento y grabaciones de baja calidad. Y las segundas, por la propia forma de grabación.
Como puntos a favor del sistema, destacan su facilidad de uso, la compatibilidad de vídeos de cualquier tamaño, la presentación de los resultados y el cien por cien de detección de objetivos con una buena colocación de la cámara.
Como solución, proponen la creación de un software que incluya información de la escena, como un modelo de la sala o la incorporación de más tipos de receptores (Infrarrojos, láser, etcétera).
Este trabajo de investigación que aún sigue en curso se ha financiado gracias a un proyecto concedido por el Instituto Universitario de Investigación en Seguridad Interior (IUISI) de la UNED, en colaboración con AENA y la Guardia Civil del Aeropuerto de Barajas, que ha permitido crear el marco de colaboraciones con el grupo FRAV de la Universidad Rey Juan Carlos.
El director de Investigación de FRAV y profesor del Departamento de Arquitectura, y Tecnología de las Computadoras de la Universidad Rey Juan Carlos, Enrique Cabello, señala que “los sistemas de reconocimiento facial ya están en casi todos los aeropuertos”, pero la novedad radica en que ahora se está experimentando con la obtención de imágenes en 3D con múltiples cámaras para conseguir ‘una identificación más certera y un seguimiento de los movimientos del sujeto’, factor que aportaría a las fuerzas de seguridad una herramienta valiosa de control social para la seguridad ciudadana.
Igualmente, desde el equipo liderado por Cabello aseguran que el sistema empleado es muy estable y responde muy bien ante distintas situaciones, siempre que la grabación sea de calidad. Sin embargo, encuentran algunas debilidades, como falsas alarmas o fallos de detección.
Las primeras se explican por la acumulación de movimiento y grabaciones de baja calidad. Y las segundas, por la propia forma de grabación.
Como puntos a favor del sistema, destacan su facilidad de uso, la compatibilidad de vídeos de cualquier tamaño, la presentación de los resultados y el cien por cien de detección de objetivos con una buena colocación de la cámara.
Como solución, proponen la creación de un software que incluya información de la escena, como un modelo de la sala o la incorporación de más tipos de receptores (Infrarrojos, láser, etcétera).
Este trabajo de investigación que aún sigue en curso se ha financiado gracias a un proyecto concedido por el Instituto Universitario de Investigación en Seguridad Interior (IUISI) de la UNED, en colaboración con AENA y la Guardia Civil del Aeropuerto de Barajas, que ha permitido crear el marco de colaboraciones con el grupo FRAV de la Universidad Rey Juan Carlos.