Investigadores suizos han creado a una paciente de 43 años, mediante electrodos aplicados detrás de la oreja, la sensación de que estaba fuera del cuerpo y de que flotaba sobre la cama sin llegar a perder la conciencia en ningún momento, según cuentan en la revista Nature.
No es la primera vez que se consigue una experiencia de este tipo por parte de la medicina, ya que en 1995 el psicólogo Michael Persinger, de la Universidad de Sudbury, Ontario, había obtenido resultados similares estimulando eléctricamente diferentes regiones del cerebro.
Los investigadores suizos, del equipo del neurólogo Olaf Blanke, del Hospital Universitario de Ginebra, han localizado ahora una región concreta del cerebro que provoca estas sensaciones. Se trata del así llamado Gyrus Angular Derecho.
Esta región es la que integra las imágenes que nos entran por los ojos con las demás percepciones corporales y su función biológica se asocia al equilibrio físico y al estímulo de las sensaciones táctiles.
Las sensaciones descritas por la paciente, tratada de epilepsia, hablan de verse extendida sobre la cama desde el techo, después de haber experimentado una caída y a continuación el sentimiento de ser ligera como una pluma.
Experiencias extracorpóreas
Esta sensación es similar a la descrita médicamente como “experiencias extracorporales” (Out-of-Body Experiences), relatadas por personas que han padecido la muerte clínica debido a un infarto, un ataque epiléptico y otros problemas de salud, tal como se ha explicado en otro artículo de Tendencias Científicas .
Estas experiencias son relativamente frecuentes, ya que según una investigación médica realizada sobre 344 personas afectadas de paros cardíacos atendidas en 10 hospitales holandeses durante cuatro años (1988-1992), el 18% de las personas declaradas clínicamente muertas y que han vuelto a la vida declaran haber tenido una experiencia cercana a la muerte consistente en la visión de un túnel, de una luz o la sensación de haber dejado el cuerpo,
Aunque estas experiencias se asocian por lo general a lo paranormal, en realidad se trata de fenómenos relacionados de alguna forma con la actividad cerebral, lo que constituye una pista de investigación para determinar la relación de la conciencia con el cerebro.
No es la primera vez que se consigue una experiencia de este tipo por parte de la medicina, ya que en 1995 el psicólogo Michael Persinger, de la Universidad de Sudbury, Ontario, había obtenido resultados similares estimulando eléctricamente diferentes regiones del cerebro.
Los investigadores suizos, del equipo del neurólogo Olaf Blanke, del Hospital Universitario de Ginebra, han localizado ahora una región concreta del cerebro que provoca estas sensaciones. Se trata del así llamado Gyrus Angular Derecho.
Esta región es la que integra las imágenes que nos entran por los ojos con las demás percepciones corporales y su función biológica se asocia al equilibrio físico y al estímulo de las sensaciones táctiles.
Las sensaciones descritas por la paciente, tratada de epilepsia, hablan de verse extendida sobre la cama desde el techo, después de haber experimentado una caída y a continuación el sentimiento de ser ligera como una pluma.
Experiencias extracorpóreas
Esta sensación es similar a la descrita médicamente como “experiencias extracorporales” (Out-of-Body Experiences), relatadas por personas que han padecido la muerte clínica debido a un infarto, un ataque epiléptico y otros problemas de salud, tal como se ha explicado en otro artículo de Tendencias Científicas .
Estas experiencias son relativamente frecuentes, ya que según una investigación médica realizada sobre 344 personas afectadas de paros cardíacos atendidas en 10 hospitales holandeses durante cuatro años (1988-1992), el 18% de las personas declaradas clínicamente muertas y que han vuelto a la vida declaran haber tenido una experiencia cercana a la muerte consistente en la visión de un túnel, de una luz o la sensación de haber dejado el cuerpo,
Aunque estas experiencias se asocian por lo general a lo paranormal, en realidad se trata de fenómenos relacionados de alguna forma con la actividad cerebral, lo que constituye una pista de investigación para determinar la relación de la conciencia con el cerebro.