Kent Stephenson, uno de los pacientes paralizados y sometidos a la estimulación epidural, levanta su pierna voluntariamente. Fuente: UCLA.
Cuatro jóvenes paralizados durante años han conseguido mover de nuevo sus piernas gracias a estimulación eléctrica epidural de la médula espinal, publican científicos en la revista Brain.
En un estudio -realizado por investigadores de la Universidad de Louisville (EEUU), de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del Pavlov Institute of Physiology de Rusia-, fueron escogidos estos cuatro hombres, que padecían lesiones de la médula espinal y, por tanto, eran incapaces de mover sus extremidades inferiores.
A todos ellos se les implantó un estimulador epidural que suministra una corriente eléctrica continua a la parte inferior de la médula espinal, simulando las señales que el cerebro transmite normalmente para iniciar cualquier movimiento, informa la UCLA en un comunicado.
Potencial de recuperación de la médula espinal
La presente investigación se basó en un estudio inicial, publicado en mayo de 2011 en la revista The Lancet, en el que se evaluaron los efectos de la estimulación epidural en el primero de los pacientes escogidos, de nombre Rob Summers. Este se recuperó de una serie de disfunciones motoras a raíz de esta intervención.
Ahora, tres años más tarde, han sido documentados los resultados de la estimulación epidural en un total de cuatro participantes, entre ellos Summers. Todos quedaron paralizados tras sufrir accidentes con coches o motocicletas.
Los científicos afirman que tres de los cuatro participantes en el estudio fueron capaces de ejecutar movimientos voluntarios inmediatamente después de que se les implantase y activase el estimulador.
Gracias a éste, "dos de los cuatro sujetos, diagnosticados sin posibilidad de recuperación en absoluto (…) ahora pueden mover voluntariamente sus caderas, tobillos y los dedos de los pies”, afirma Claudia Angeli, una de las autoras del avance.
Según Angeli, estos resultados ofrecen “una nueva perspectiva de la médula espinal”, pues sugieren que ésta, “incluso después de una lesión grave, tiene un gran potencial para la recuperación funcional”.
En un estudio -realizado por investigadores de la Universidad de Louisville (EEUU), de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del Pavlov Institute of Physiology de Rusia-, fueron escogidos estos cuatro hombres, que padecían lesiones de la médula espinal y, por tanto, eran incapaces de mover sus extremidades inferiores.
A todos ellos se les implantó un estimulador epidural que suministra una corriente eléctrica continua a la parte inferior de la médula espinal, simulando las señales que el cerebro transmite normalmente para iniciar cualquier movimiento, informa la UCLA en un comunicado.
Potencial de recuperación de la médula espinal
La presente investigación se basó en un estudio inicial, publicado en mayo de 2011 en la revista The Lancet, en el que se evaluaron los efectos de la estimulación epidural en el primero de los pacientes escogidos, de nombre Rob Summers. Este se recuperó de una serie de disfunciones motoras a raíz de esta intervención.
Ahora, tres años más tarde, han sido documentados los resultados de la estimulación epidural en un total de cuatro participantes, entre ellos Summers. Todos quedaron paralizados tras sufrir accidentes con coches o motocicletas.
Los científicos afirman que tres de los cuatro participantes en el estudio fueron capaces de ejecutar movimientos voluntarios inmediatamente después de que se les implantase y activase el estimulador.
Gracias a éste, "dos de los cuatro sujetos, diagnosticados sin posibilidad de recuperación en absoluto (…) ahora pueden mover voluntariamente sus caderas, tobillos y los dedos de los pies”, afirma Claudia Angeli, una de las autoras del avance.
Según Angeli, estos resultados ofrecen “una nueva perspectiva de la médula espinal”, pues sugieren que ésta, “incluso después de una lesión grave, tiene un gran potencial para la recuperación funcional”.
En qué consiste
La estimulación epidural utilizada en el presente estudio consiste en la aplicación de una corriente eléctrica a diferentes frecuencias e intensidades en lugares específicos de la llamada médula espinal lumbosacra (que es la parte más baja de la médula espinal, situada cerca de la parte inferior de la espalda).
En esta zona de la médula se sitúan los densos paquetes neurales que controlan en gran medida el movimiento de las caderas, las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies.
Su estimulación, provocó la reactivación de esos paquetes neuronales y, en consecuencia, que los cuatro participantes volviesen a controlar y dirigir diversos movimientos musculares.
Además, la combinación de esta intervención con terapia de rehabilitación, hizo que el efecto de la estimulación epidural aumentara. Así, en el transcurso del estudio, los jóvenes fueron capaces de activar los mismos movimientos con una menor estimulación, algo que demuestra la capacidad de la red vertebral para aprender y mejorar las funciones nerviosas, según los científicos.
"Hemos descubierto una nueva estrategia de intervención que puede afectar drásticamente a la recuperación del movimiento voluntario en individuos con parálisis completa, incluso años después de la lesión ", asegura Susan Harkema, autora principal del artículo de The Lancet. “La creencia en que la parálisis completa es permanente ha sido desafiada”.
Además de la recuperación de los movimientos voluntarios, los participantes mostraron otras mejoras en su salud general a partir de la intervención, como incremento de la masa muscular, regulación de su presión arterial, disminución de la fatiga y mayor sentido de bienestar.
Esperanzas y posibilidades
Por todo, los científicos creen que esta investigación abre un increíble número de posibilidades para el desarrollo de intervenciones que ayuden a las personas a recuperar su capacidad de movimiento perdida.
De momento, confían en que esta terapia de intervención siga provocando mejoras en las funciones motoras de los pacientes estudiados. De hecho, en base a las observaciones ya realizadas, creen que hay fuertes evidencias de que, con avances continuos en el estimulador epidural, individuos con lesiones completas de la médula espinal puedan llegar a soportar peso de forma independiente, a mantener el equilibrio y trabajar para dar pasos, afirman.
Avance previo
Los resultados de esta investigación se suman a los conseguidos en 2012 por un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza.
En este caso, publicado en Science, los científicos consiguieron que ratas con lesiones en la médula espinal y parálisis severa volvieran a caminar y a correr gracias a la aplicación de estimulación electroquímica.
En primer lugar, inyectaron una solución química específica en las ratas que sustituyó a los neurotransmisores que libera el tronco cerebral de cualquier individuo sano, y que actuó excitando a las neuronas y preparándolas para coordinar movimientos corporales leves en el momento adecuado.
Diez minutos después de esta inyección, los científicos además estimularon eléctricamente la médula espinal con electrodos implantados en la capa más externa del canal espinal, en el llamado espacio epidural.
Según los investigadores, los resultados obtenidos entonces demostraron que este tipo de lesiones pueden recuperarse reactivando la inteligencia innata y la propia capacidad regenerativa de la médula.
La estimulación epidural utilizada en el presente estudio consiste en la aplicación de una corriente eléctrica a diferentes frecuencias e intensidades en lugares específicos de la llamada médula espinal lumbosacra (que es la parte más baja de la médula espinal, situada cerca de la parte inferior de la espalda).
En esta zona de la médula se sitúan los densos paquetes neurales que controlan en gran medida el movimiento de las caderas, las rodillas, los tobillos y los dedos de los pies.
Su estimulación, provocó la reactivación de esos paquetes neuronales y, en consecuencia, que los cuatro participantes volviesen a controlar y dirigir diversos movimientos musculares.
Además, la combinación de esta intervención con terapia de rehabilitación, hizo que el efecto de la estimulación epidural aumentara. Así, en el transcurso del estudio, los jóvenes fueron capaces de activar los mismos movimientos con una menor estimulación, algo que demuestra la capacidad de la red vertebral para aprender y mejorar las funciones nerviosas, según los científicos.
"Hemos descubierto una nueva estrategia de intervención que puede afectar drásticamente a la recuperación del movimiento voluntario en individuos con parálisis completa, incluso años después de la lesión ", asegura Susan Harkema, autora principal del artículo de The Lancet. “La creencia en que la parálisis completa es permanente ha sido desafiada”.
Además de la recuperación de los movimientos voluntarios, los participantes mostraron otras mejoras en su salud general a partir de la intervención, como incremento de la masa muscular, regulación de su presión arterial, disminución de la fatiga y mayor sentido de bienestar.
Esperanzas y posibilidades
Por todo, los científicos creen que esta investigación abre un increíble número de posibilidades para el desarrollo de intervenciones que ayuden a las personas a recuperar su capacidad de movimiento perdida.
De momento, confían en que esta terapia de intervención siga provocando mejoras en las funciones motoras de los pacientes estudiados. De hecho, en base a las observaciones ya realizadas, creen que hay fuertes evidencias de que, con avances continuos en el estimulador epidural, individuos con lesiones completas de la médula espinal puedan llegar a soportar peso de forma independiente, a mantener el equilibrio y trabajar para dar pasos, afirman.
Avance previo
Los resultados de esta investigación se suman a los conseguidos en 2012 por un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza.
En este caso, publicado en Science, los científicos consiguieron que ratas con lesiones en la médula espinal y parálisis severa volvieran a caminar y a correr gracias a la aplicación de estimulación electroquímica.
En primer lugar, inyectaron una solución química específica en las ratas que sustituyó a los neurotransmisores que libera el tronco cerebral de cualquier individuo sano, y que actuó excitando a las neuronas y preparándolas para coordinar movimientos corporales leves en el momento adecuado.
Diez minutos después de esta inyección, los científicos además estimularon eléctricamente la médula espinal con electrodos implantados en la capa más externa del canal espinal, en el llamado espacio epidural.
Según los investigadores, los resultados obtenidos entonces demostraron que este tipo de lesiones pueden recuperarse reactivando la inteligencia innata y la propia capacidad regenerativa de la médula.
Referencias bibliográficas:
Claudia A. Angeli, V. Reggie Edgerton, Yury P. Gerasimenko y Susan J. Harkema. Altering spinal cord excitability enables voluntary movements after chronic complete paralysis in humans. Brain (2014). DOI: 10.1093/brain/awu038.
Van den Brand R. et al. Restoring Voluntary Control of Locomotion after Paralyzing Spinal Cord Injury. Science (2012). DOI: 10.1126/science.1217416.
Claudia A. Angeli, V. Reggie Edgerton, Yury P. Gerasimenko y Susan J. Harkema. Altering spinal cord excitability enables voluntary movements after chronic complete paralysis in humans. Brain (2014). DOI: 10.1093/brain/awu038.
Van den Brand R. et al. Restoring Voluntary Control of Locomotion after Paralyzing Spinal Cord Injury. Science (2012). DOI: 10.1126/science.1217416.