Cultivo de células madre de músculo. Fuente: Universidad Tecnológica de Chalmers.
Muchos aspectos de la tecnología se están conjugando para hacer realidad el concepto de la carne cultivada, que consiste en convertir, a través de varias procesos alternativos, conjuntos de células en células musculares de carne destinadas a crear alimentos. Estos alimentos estarían libres de componentes animales, es decir, podría decirse que la carne cultivada es aquella carne que nunca ha sido parte de un animal vivo.
Diversos proyectos de investigación habían intentado ya cultivar este tipo de carne, también conocida como carne in vitro, aunque hasta ahora no se había producido carne para consumo público. Los primeros productos destinados a este fin serán, probablemente, carne picada, siendo un objetivo a largo plazo la obtención de tejido muscular completamente desarrollado.
Ahora, según publica la Universidad Tecnológica de Chalmers de Suecia en un comunicado, un grupo de científicos afirma que la tecnología necesaria para crear carne cultivada está lista para su uso comercial, y sólo necesita que una compañía lo respalde. La carne cultivada es actualmente prohibitivamente cara, pero se calcula que el coste puede bajar hasta aproximadamente el doble del pollo producido de manera convencional.
Reunión en Gotemburgo
La semana pasada se celebró en Gotemburgo, Suecia, un encuentro de expertos en el tema, que estuvo organizado por la Universidad Tecnológica de Chalmers y la European Science Foundation (ESF).
En él los especialistas llegaron a un consenso sobre cuestiones importantes en este campo de investigación, como la conveniencia de que los nutrientes para el cultivo de las células de la carne sean producidos con energía renovable y sin productos de origen animal. La mejor fuente para esto es utilizar un organismo fotosintético, como las algas.
Pero muchas otras decisiones clave, relacionadas con el modus operandi de la investigación en este terreno y el desarrollo en el cultivo de carne, quedan por resolver. Por eso, los científicos creen que es hora de difundir el debate fuera de la comunidad de investigación.
Diversos proyectos de investigación habían intentado ya cultivar este tipo de carne, también conocida como carne in vitro, aunque hasta ahora no se había producido carne para consumo público. Los primeros productos destinados a este fin serán, probablemente, carne picada, siendo un objetivo a largo plazo la obtención de tejido muscular completamente desarrollado.
Ahora, según publica la Universidad Tecnológica de Chalmers de Suecia en un comunicado, un grupo de científicos afirma que la tecnología necesaria para crear carne cultivada está lista para su uso comercial, y sólo necesita que una compañía lo respalde. La carne cultivada es actualmente prohibitivamente cara, pero se calcula que el coste puede bajar hasta aproximadamente el doble del pollo producido de manera convencional.
Reunión en Gotemburgo
La semana pasada se celebró en Gotemburgo, Suecia, un encuentro de expertos en el tema, que estuvo organizado por la Universidad Tecnológica de Chalmers y la European Science Foundation (ESF).
En él los especialistas llegaron a un consenso sobre cuestiones importantes en este campo de investigación, como la conveniencia de que los nutrientes para el cultivo de las células de la carne sean producidos con energía renovable y sin productos de origen animal. La mejor fuente para esto es utilizar un organismo fotosintético, como las algas.
Pero muchas otras decisiones clave, relacionadas con el modus operandi de la investigación en este terreno y el desarrollo en el cultivo de carne, quedan por resolver. Por eso, los científicos creen que es hora de difundir el debate fuera de la comunidad de investigación.
Julie Gold. Fuente: Universidad Tecnológica de Chalmers.
"Queremos invitar a todos los interesados en las discusiones para hacer frente a estos problemas e identificar en qué direcciones debemos ir", afirma Julie Gold, profesora asociada de física biológica en Chalmers, y uno de los coordinadores del taller. "Hasta la fecha, sólo hay actividades limitadas de investigación dedicadas a la carne cultivada. Para seguir adelante, las actividades de investigación tiene que aumentar sustancialmente", añade Gold.
Proyecto interdisciplinario
El taller de Suecia reunió a un grupo interdisciplinario de 25 científicos que comparten un especial interés en la carne cultivada. Algunos de ellos están especializados en ingeniería de tejidos, células madre y tecnología de los alimentos. Otros son expertos en medio ambiente, especialistas en ética, científicos sociales y economistas.
Todas estas áreas fueron discutidas durante el taller y el resultado es alentador con respecto a la posibilidad real de proporcionar al consumidor carne cultivada en el futuro, ya que estos expertos no han encontrado ningún argumento decisivo en contra de la carne cultivada.
Por otro lado, "los problemas éticos estarían resueltos, especialmente en relación con temas de bienestar animal", declara Stellan Welin, profesor de biotecnología, cultura y sociedad y otro de los coordinadores del taller.
Ventajas claras
Cuando la idea de la carne in vitro se convirtió en noticia en el año 2005, una gran cantidad de activistas a favor de los derechos de los animales no estaban seguros de su postura. Factores como la crisis alimentaria mundial y los retos ambientales actuales (el calentamiento global, la deforestación, la contaminación, la extinción de especies, la erosión del suelo y la escasez de recursos) podrían condicionar el debate sobre esta fórmula de consecución de alimentos.
Quizá por esta razón, la propuesta de patrocinar el taller exploratorio sobre la carne in vitro fue aceptado con entusiasmo por la European Science Foundation. La organización ha reconocido que este nuevo campo científico, debe ser explorado a fondo, "dada la gran potencialidad para mejorar el bienestar humano", según ha señalado Giovanni Pacini, miembro de la ESF.
Además, se ha demostrado ya que este tipo de carne podría aportar otros beneficios. Por ejemplo, en comparación con la cría de ganado, la carne cultivada implicaría una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, del uso de la tierra y del uso del agua.
A pesar de estas ventajas evidentes, esta área sigue teniendo muy pocos fondos económicos. En este sentido, el grupo interdisciplinario de científicos ha decidido formar una comunidad para tratar de atraer más capital y trabajar más rápido en el desarrollo de la carne in vitro.
Proyecto interdisciplinario
El taller de Suecia reunió a un grupo interdisciplinario de 25 científicos que comparten un especial interés en la carne cultivada. Algunos de ellos están especializados en ingeniería de tejidos, células madre y tecnología de los alimentos. Otros son expertos en medio ambiente, especialistas en ética, científicos sociales y economistas.
Todas estas áreas fueron discutidas durante el taller y el resultado es alentador con respecto a la posibilidad real de proporcionar al consumidor carne cultivada en el futuro, ya que estos expertos no han encontrado ningún argumento decisivo en contra de la carne cultivada.
Por otro lado, "los problemas éticos estarían resueltos, especialmente en relación con temas de bienestar animal", declara Stellan Welin, profesor de biotecnología, cultura y sociedad y otro de los coordinadores del taller.
Ventajas claras
Cuando la idea de la carne in vitro se convirtió en noticia en el año 2005, una gran cantidad de activistas a favor de los derechos de los animales no estaban seguros de su postura. Factores como la crisis alimentaria mundial y los retos ambientales actuales (el calentamiento global, la deforestación, la contaminación, la extinción de especies, la erosión del suelo y la escasez de recursos) podrían condicionar el debate sobre esta fórmula de consecución de alimentos.
Quizá por esta razón, la propuesta de patrocinar el taller exploratorio sobre la carne in vitro fue aceptado con entusiasmo por la European Science Foundation. La organización ha reconocido que este nuevo campo científico, debe ser explorado a fondo, "dada la gran potencialidad para mejorar el bienestar humano", según ha señalado Giovanni Pacini, miembro de la ESF.
Además, se ha demostrado ya que este tipo de carne podría aportar otros beneficios. Por ejemplo, en comparación con la cría de ganado, la carne cultivada implicaría una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, del uso de la tierra y del uso del agua.
A pesar de estas ventajas evidentes, esta área sigue teniendo muy pocos fondos económicos. En este sentido, el grupo interdisciplinario de científicos ha decidido formar una comunidad para tratar de atraer más capital y trabajar más rápido en el desarrollo de la carne in vitro.