La comunidad científica intensifica sus esfuerzos para contactar con posibles formas inteligentes de vida extraterrestre, a pesar de que en las últimas décadas han resultado infructuosas las búsquedas a través del espacio exterior de mensajes alienígenas.
Según informa el diario The Mercury News, una nueva organización científica de búsqueda extraterrestre llamada METI (Mensajes a Inteligencia Extraterrestre) planea cambiar de estrategia: en vez de esperar indicios, enviará señales inequívocas a planetas distantes de que queremos el contacto con supuestas civilizaciones ajenas a nuestro planeta. Lo definen como el principio de una bella amistad.
A finales de 2018, enviará señales a un planeta rocoso que rodea a Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, situada a aproximadamente 4,22 años luz de la Tierra, en la constelación de Centaurus y posiblemente perteneciente al sistema de Alfa Centauri.
METI planea asimismo el envío de otras señales a planetas más lejanos, situados a cientos de miles de años luz de distancia. Serán mensajes técnicamente potentes, repetidos e intencionales, que apuntarán a diversas estrellas durante meses o años.
El presidente de METI es Douglas Vakoch, un experto en el campo de búsqueda de vida extraterrestre porque preside también el Grupo de Estudio de SETI de la Academia Internacional de Astronáutica (IAA). Antes de llegar a METI Internacional, Vakoch trabajó durante dieciséis años en SETI Institute, del que fue Director de Redacción de Mensaje Interestelar.
"Si queremos iniciar un intercambio a lo largo de muchas generaciones, debemos aprender y compartir información", declara Douglas Vakoch a The Mercury News. La misión de METI se resume en una frase: “Buscar en el universo para descubrirnos a nosotros”. Vakoch ya ha publicado un artículo en Nature Physics explicando el proyecto.
Fundado el año pasado, METI organiza dos talleres el próximo año, uno en París y el otro en St. Louis, para abordar estas temáticas. También comenzará a recaudar el millón de dólares necesario para el personal y la construcción o alquiler de un poderoso transmisor con capacidad para llegar a lugares remotos del universo.
Parte de la misión METI será averiguar cómo elaborar el mensaje perfecto para saludar a una supuesta civilización extraterrestre y trascender los estilos empleados hasta ahora en los mensajes abiertos enviados al espacio.
Según informa el diario The Mercury News, una nueva organización científica de búsqueda extraterrestre llamada METI (Mensajes a Inteligencia Extraterrestre) planea cambiar de estrategia: en vez de esperar indicios, enviará señales inequívocas a planetas distantes de que queremos el contacto con supuestas civilizaciones ajenas a nuestro planeta. Lo definen como el principio de una bella amistad.
A finales de 2018, enviará señales a un planeta rocoso que rodea a Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, situada a aproximadamente 4,22 años luz de la Tierra, en la constelación de Centaurus y posiblemente perteneciente al sistema de Alfa Centauri.
METI planea asimismo el envío de otras señales a planetas más lejanos, situados a cientos de miles de años luz de distancia. Serán mensajes técnicamente potentes, repetidos e intencionales, que apuntarán a diversas estrellas durante meses o años.
El presidente de METI es Douglas Vakoch, un experto en el campo de búsqueda de vida extraterrestre porque preside también el Grupo de Estudio de SETI de la Academia Internacional de Astronáutica (IAA). Antes de llegar a METI Internacional, Vakoch trabajó durante dieciséis años en SETI Institute, del que fue Director de Redacción de Mensaje Interestelar.
"Si queremos iniciar un intercambio a lo largo de muchas generaciones, debemos aprender y compartir información", declara Douglas Vakoch a The Mercury News. La misión de METI se resume en una frase: “Buscar en el universo para descubrirnos a nosotros”. Vakoch ya ha publicado un artículo en Nature Physics explicando el proyecto.
Fundado el año pasado, METI organiza dos talleres el próximo año, uno en París y el otro en St. Louis, para abordar estas temáticas. También comenzará a recaudar el millón de dólares necesario para el personal y la construcción o alquiler de un poderoso transmisor con capacidad para llegar a lugares remotos del universo.
Parte de la misión METI será averiguar cómo elaborar el mensaje perfecto para saludar a una supuesta civilización extraterrestre y trascender los estilos empleados hasta ahora en los mensajes abiertos enviados al espacio.
Antecedentes
Hasta ahora ha habido una serie de intentos para conectar con otras posibles civilizaciones, pero han sido infructuosos.
A principios de los años 70, las naves Pioneer 10 y 11 de la NASA llevaron placas inscritas con un mensaje simbólico que informa a una posible civilización extraterrestre sobre el ser humano y su lugar de procedencia, la Tierra.
El actual presidente honorario de SETI, Frank Drake, transmitió en 1974 un mensaje codificado hacia el espacio profundo, que tardará 25.000 años en llegar al cúmulo globular de Hércules, donde según muchos científicos puede existir vida inteligente. Los proyectos SETI, surgidos en los años 70, no han detectado todavía ninguna señal de claro origen extraterrestre.
Más recientemente, las sondas Voyager 1 y 2, lanzadas en 1977, llevan a bordo un disco de cobre bañado en oro, en el que se encuentra grabado un mensaje destinado a cualquier posible civilización extraterrestre. Los discos llevan música procedente de diferentes culturas y amplia información sobre la localización de nuestro sistema solar y de nuestro planeta, así como las bases matemáticas de nuestro conocimiento científico.
Por último, en 2015 se lanzó Breakthrough Listen, el programa de búsqueda de señales de procedencia extraterrestre fundado por Stephen Hawking y el millonario ruso Yuri Milner (Breaktrough Listen). Está dotado con 100 millones de dólares para diez años.
Entre otras cosas, según explica Universe Today, este proyecto analizará las 234 señales extrañas provenientes de otras tantas estrellas que fueron explicadas en un artículo publicado por los astrónomos Ermanno Borra y Eric Trottier. Ambos aseguran que han encontrado un mismo tipo de pulso, repetido cada 1,65 picosegundos, en 234 estrellas similares a nuestro Sol. E insinúan que ese pulso podría ser un esfuerzo coordinado de algunas civilizaciones para ponerse en contacto con la Tierra.
El programa Breakthrough Listen tiene el equipo SETI más potente del planeta y acceso a los telescopios más grandes del mundo. Este proyecto forma parte de otro más amplio, Breakthrough Initiatives, que implica un plan para transmitir un mensaje a otras civilizaciones a partir de la Tierra.
Hasta ahora ha habido una serie de intentos para conectar con otras posibles civilizaciones, pero han sido infructuosos.
A principios de los años 70, las naves Pioneer 10 y 11 de la NASA llevaron placas inscritas con un mensaje simbólico que informa a una posible civilización extraterrestre sobre el ser humano y su lugar de procedencia, la Tierra.
El actual presidente honorario de SETI, Frank Drake, transmitió en 1974 un mensaje codificado hacia el espacio profundo, que tardará 25.000 años en llegar al cúmulo globular de Hércules, donde según muchos científicos puede existir vida inteligente. Los proyectos SETI, surgidos en los años 70, no han detectado todavía ninguna señal de claro origen extraterrestre.
Más recientemente, las sondas Voyager 1 y 2, lanzadas en 1977, llevan a bordo un disco de cobre bañado en oro, en el que se encuentra grabado un mensaje destinado a cualquier posible civilización extraterrestre. Los discos llevan música procedente de diferentes culturas y amplia información sobre la localización de nuestro sistema solar y de nuestro planeta, así como las bases matemáticas de nuestro conocimiento científico.
Por último, en 2015 se lanzó Breakthrough Listen, el programa de búsqueda de señales de procedencia extraterrestre fundado por Stephen Hawking y el millonario ruso Yuri Milner (Breaktrough Listen). Está dotado con 100 millones de dólares para diez años.
Entre otras cosas, según explica Universe Today, este proyecto analizará las 234 señales extrañas provenientes de otras tantas estrellas que fueron explicadas en un artículo publicado por los astrónomos Ermanno Borra y Eric Trottier. Ambos aseguran que han encontrado un mismo tipo de pulso, repetido cada 1,65 picosegundos, en 234 estrellas similares a nuestro Sol. E insinúan que ese pulso podría ser un esfuerzo coordinado de algunas civilizaciones para ponerse en contacto con la Tierra.
El programa Breakthrough Listen tiene el equipo SETI más potente del planeta y acceso a los telescopios más grandes del mundo. Este proyecto forma parte de otro más amplio, Breakthrough Initiatives, que implica un plan para transmitir un mensaje a otras civilizaciones a partir de la Tierra.