Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y del Hospital Infantil Lucile Packard de Stanford (EEUU) han desarrollado un método de examen de pacientes jóvenes con cáncer sin radiación. La técnica podría reducir el riesgo de desarrollar otros cánceres posteriormente.
La nueva técnica, detallada en un artículo publicado por The Lancet Oncology, es una variación de la resonancia magnética y emplea un medio de contraste para la detección de tumores novedoso.
Según un comunicado de la Escuela Médica de Stanford, el método es tan eficaz como las exploraciones de detección de cáncer que utilizan la radiación ionizante - específicamente, la tomografía por emisión de positrones (PET) y tomografía computerizada -, han constatado los investigadores.
Aunque la tecnología PET proporciona información esencial para la detección del cáncer, tiene un gran inconveniente: Una sola exploración expone al paciente a más radiación que las radiografías de tórax.
Esta exposición es especialmente peligrosa para niños y adolescentes, que son más vulnerables a la radiación que los adultos debido a que todavía están creciendo. Los niños también tienen más probabilidades de vivir el tiempo suficiente como para desarrollar un segundo cáncer. "Estoy emocionada de contar con una prueba para pacientes con cáncer que no requiere exposición a la radiación", afirma la autora principal del avance y radióloga, Heike Daldrup-Link.
El equipo comparó la nueva técnica con la resonancia magnética estándar en 22 pacientes de entre ocho y 33 años que padecían un linfoma o sarcoma. Estos cánceres se originan en el sistema inmunológico y los huesos, respectivamente. Ambos se pueden propagar a través de tejidos tales como los de la médula ósea, los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
La nueva técnica, detallada en un artículo publicado por The Lancet Oncology, es una variación de la resonancia magnética y emplea un medio de contraste para la detección de tumores novedoso.
Según un comunicado de la Escuela Médica de Stanford, el método es tan eficaz como las exploraciones de detección de cáncer que utilizan la radiación ionizante - específicamente, la tomografía por emisión de positrones (PET) y tomografía computerizada -, han constatado los investigadores.
Aunque la tecnología PET proporciona información esencial para la detección del cáncer, tiene un gran inconveniente: Una sola exploración expone al paciente a más radiación que las radiografías de tórax.
Esta exposición es especialmente peligrosa para niños y adolescentes, que son más vulnerables a la radiación que los adultos debido a que todavía están creciendo. Los niños también tienen más probabilidades de vivir el tiempo suficiente como para desarrollar un segundo cáncer. "Estoy emocionada de contar con una prueba para pacientes con cáncer que no requiere exposición a la radiación", afirma la autora principal del avance y radióloga, Heike Daldrup-Link.
El equipo comparó la nueva técnica con la resonancia magnética estándar en 22 pacientes de entre ocho y 33 años que padecían un linfoma o sarcoma. Estos cánceres se originan en el sistema inmunológico y los huesos, respectivamente. Ambos se pueden propagar a través de tejidos tales como los de la médula ósea, los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.
Medio de contraste con nanopartículas
En el pasado, diversos obstáculos han impedido que los médicos usen imágenes de resonancia magnética de todo el cuerpo para detectar tumores. Estos exámenes tardan hasta dos horas, frente a los escasos minutos que requiere la PET.
Por otra parte, la resonancia magnética no distingue los tejidos sanos del tejido canceroso. Y los medios de contraste existentes - productos químicos inyectados en el cuerpo para hacer visibles los tumores- abandonan los tejidos demasiado rápido como para ser usados en una resonancia magnética prolongada, de cuerpo entero.
Para encontrar tumores mediante resonancia magnética, el equipo de Stanford utilizó un nuevo medio de contraste constituido por nanopartículas de hierro. Las inyecciones de estas nanopartículas de hierro han sido aprobadas por las autoridades sanitarias norteamericanas para tratar la anemia, y los investigadores obtuvieron el permiso necesario para su uso experimental.
Estas nanopartículas son retenidas por el cuerpo durante muchos días. En las resonancias magnéticas, hacen que los vasos sanguíneos aparezcan más brillantes, proporcionando puntos anatómicos de referencia. Las nanopartículas también hacen que la médula ósea sana, los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo tengan un aspecto más oscuro, destacando los tumores.
Exactitud diagnóstica similar
Las imágenes generadas con este sistema proporcionaron información comparable a las exploraciones PET y de tomografía computerizada (PET-CT), reveló el estudio.
La PET-TC detectó 163 de un total de 174 tumores en los 22 pacientes, mientras que las imágenes de resonancia magnética con el medio de contraste alternativo detectaron 158 de los 174 tumores. Por tanto, los dos métodos presentaron niveles similares de sensibilidad, especificidad y exactitud diagnóstica.
Además, ninguno de los pacientes experimentó reacciones adversas a las nanopartículas de hierro, aunque había indicado previamente un pequeño riesgo de reacción alérgica hacia el recubrimiento de las nanopartículas.
Los científicos esperan que el sistema pueda aplicarse a nivel clínico pronto. A partir de ahora, planean
buscar la validación de su método basado en la RM para grupos más diversos de pacientes con cáncer, así como examinar su posible utilización para el seguimiento de tumores en el transcurso del tratamiento de esta enfermedad.
El método también es prometedor para el seguimiento de los pacientes tras la culminación de sus tratamientos, momento en que el control sin radiación resultaría una posibilidad especialmente valiosa.
En el pasado, diversos obstáculos han impedido que los médicos usen imágenes de resonancia magnética de todo el cuerpo para detectar tumores. Estos exámenes tardan hasta dos horas, frente a los escasos minutos que requiere la PET.
Por otra parte, la resonancia magnética no distingue los tejidos sanos del tejido canceroso. Y los medios de contraste existentes - productos químicos inyectados en el cuerpo para hacer visibles los tumores- abandonan los tejidos demasiado rápido como para ser usados en una resonancia magnética prolongada, de cuerpo entero.
Para encontrar tumores mediante resonancia magnética, el equipo de Stanford utilizó un nuevo medio de contraste constituido por nanopartículas de hierro. Las inyecciones de estas nanopartículas de hierro han sido aprobadas por las autoridades sanitarias norteamericanas para tratar la anemia, y los investigadores obtuvieron el permiso necesario para su uso experimental.
Estas nanopartículas son retenidas por el cuerpo durante muchos días. En las resonancias magnéticas, hacen que los vasos sanguíneos aparezcan más brillantes, proporcionando puntos anatómicos de referencia. Las nanopartículas también hacen que la médula ósea sana, los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo tengan un aspecto más oscuro, destacando los tumores.
Exactitud diagnóstica similar
Las imágenes generadas con este sistema proporcionaron información comparable a las exploraciones PET y de tomografía computerizada (PET-CT), reveló el estudio.
La PET-TC detectó 163 de un total de 174 tumores en los 22 pacientes, mientras que las imágenes de resonancia magnética con el medio de contraste alternativo detectaron 158 de los 174 tumores. Por tanto, los dos métodos presentaron niveles similares de sensibilidad, especificidad y exactitud diagnóstica.
Además, ninguno de los pacientes experimentó reacciones adversas a las nanopartículas de hierro, aunque había indicado previamente un pequeño riesgo de reacción alérgica hacia el recubrimiento de las nanopartículas.
Los científicos esperan que el sistema pueda aplicarse a nivel clínico pronto. A partir de ahora, planean
buscar la validación de su método basado en la RM para grupos más diversos de pacientes con cáncer, así como examinar su posible utilización para el seguimiento de tumores en el transcurso del tratamiento de esta enfermedad.
El método también es prometedor para el seguimiento de los pacientes tras la culminación de sus tratamientos, momento en que el control sin radiación resultaría una posibilidad especialmente valiosa.
Referencia bibliográfica:
Christopher Klenk, Rakhee Gawande, Lebriz Uslu, Aman Khurana, Deqiang Qiu, Andrew Quon, Jessica Donig, Jarrett Rosenberg, Sandra Luna-Fineman, Michael Moseley, Heike E Daldrup-Link. Ionising radiation-free whole-body MRI versus 18F-fluorodeoxyglucose PET/CT scans for children and young adults with cancer: a prospective, non-randomised, single-centre study. The Lancet Oncology (2014). DOI: 10.1016/S1470-2045(14)70021-X.
Christopher Klenk, Rakhee Gawande, Lebriz Uslu, Aman Khurana, Deqiang Qiu, Andrew Quon, Jessica Donig, Jarrett Rosenberg, Sandra Luna-Fineman, Michael Moseley, Heike E Daldrup-Link. Ionising radiation-free whole-body MRI versus 18F-fluorodeoxyglucose PET/CT scans for children and young adults with cancer: a prospective, non-randomised, single-centre study. The Lancet Oncology (2014). DOI: 10.1016/S1470-2045(14)70021-X.