Un grupo de científicos japoneses ha conseguido propiciar el nacimiento de casi una docena de roedores engendrados en óvulos en fase temprana desarrollados en laboratorio.
Tras crear los óvulos a partir de células madre murinas, los científicos los fertilizaron con esperma de ratón y obtuvieron cientos de embriones. Después, los embriones se implantaron en hembras de ratón y se produjo el nacimiento de algunas crías de ratón aparentemente saludables. Las crías que sobrevivieron crecieron y se convirtieron en ejemplares adultos fértiles y sanos.
Aunque este método no permitirá crear óvulos humanos en un futuro cercano —la tasa de éxito es muy baja y, en ocasiones, los óvulos son defectuosos—, este avance podría ayudar a identificar genes implicados en el desarrollo y la maduración de los óvulos.
No obstante, se especula que, en caso de perfeccionarse la tecnología, en un futuro lejano esta técnica podría facilitar la maternidad de un mayor número de mujeres, propiciando el nacimiento de bebés más sanos.
Tras crear los óvulos a partir de células madre murinas, los científicos los fertilizaron con esperma de ratón y obtuvieron cientos de embriones. Después, los embriones se implantaron en hembras de ratón y se produjo el nacimiento de algunas crías de ratón aparentemente saludables. Las crías que sobrevivieron crecieron y se convirtieron en ejemplares adultos fértiles y sanos.
Aunque este método no permitirá crear óvulos humanos en un futuro cercano —la tasa de éxito es muy baja y, en ocasiones, los óvulos son defectuosos—, este avance podría ayudar a identificar genes implicados en el desarrollo y la maduración de los óvulos.
No obstante, se especula que, en caso de perfeccionarse la tecnología, en un futuro lejano esta técnica podría facilitar la maternidad de un mayor número de mujeres, propiciando el nacimiento de bebés más sanos.
Obtención de óvulos sanos
En un artículo publicado en la revista Nature, el profesor Katsuhiko Hayashi de la Universidad de Kyushu, máximo responsable del equipo de investigación que realizó este avance, describe el modo en que se crearon los primeros óvulos de ratón a partir de células madre embrionarias y otros con tejidos pertenecientes a la piel de la cola.
Tras esto, el equipo elaboró una mezcla de compuestos químicos que imitaba las condiciones de un ovario con el propósito de favorecer la transformación de las células madre en folículos, esto es, los conductos diminutos que se encuentran en los ovarios que producen óvulos.
A partir de estos folículos, el equipo de investigación pudo obtener óvulos sanos. Finalmente, los científicos implantaron en hembras más de trescientos embriones gestados durante dos días, aunque tan sólo se produjeron once embarazos que desembocaran en un alumbramiento normal. Este avance se basa en un trabajo de investigación desarrollado durante diez años por Hayashi y su equipo.
Cuestiones éticas
"Se trata de la primera vez que se crean, en laboratorio y desde las primeras fases de su desarrollo, óvulos completamente maduros y que se pueden fecundar", comentó Richard Anderson, profesor de medicina reproductiva en la Universidad de Edimburgo —ajeno al estudio—.
"Pese a que la posibilidad de crear óvulos de mujer artificiales resulta aún muy lejana, este estudio nos proporciona una base con la que elaborar modelos experimentales para analizar el desarrollo de óvulos generados con células de otras especies, entre ellas la humana. En un futuro, este método podría ayudar a mujeres afectadas por una pérdida de fertilidad precoz, así como a mejorar los tratamientos de fertilidad más convencionales".
Sin embargo, este avance también suscita una serie de cuestiones éticas relevantes, tales como si la tecnología progresará hasta el punto de hacer posible la creación de "bebés a la carta" con alteraciones genéticas escogidas por los progenitores. También existe la posibilidad de que un método de esta índole provoque ciertas anomalías, dado que las células se manipulan en laboratorio en numerosas ocasiones.
Baste decir que para poder aplicar el método del profesor Hayashi en humanos dista un largo camino, aunque él y su equipo están trabajando actualmente para llevar su investigación a otro nivel extrapolando su exitosa técnica a células de primate.
En un artículo publicado en la revista Nature, el profesor Katsuhiko Hayashi de la Universidad de Kyushu, máximo responsable del equipo de investigación que realizó este avance, describe el modo en que se crearon los primeros óvulos de ratón a partir de células madre embrionarias y otros con tejidos pertenecientes a la piel de la cola.
Tras esto, el equipo elaboró una mezcla de compuestos químicos que imitaba las condiciones de un ovario con el propósito de favorecer la transformación de las células madre en folículos, esto es, los conductos diminutos que se encuentran en los ovarios que producen óvulos.
A partir de estos folículos, el equipo de investigación pudo obtener óvulos sanos. Finalmente, los científicos implantaron en hembras más de trescientos embriones gestados durante dos días, aunque tan sólo se produjeron once embarazos que desembocaran en un alumbramiento normal. Este avance se basa en un trabajo de investigación desarrollado durante diez años por Hayashi y su equipo.
Cuestiones éticas
"Se trata de la primera vez que se crean, en laboratorio y desde las primeras fases de su desarrollo, óvulos completamente maduros y que se pueden fecundar", comentó Richard Anderson, profesor de medicina reproductiva en la Universidad de Edimburgo —ajeno al estudio—.
"Pese a que la posibilidad de crear óvulos de mujer artificiales resulta aún muy lejana, este estudio nos proporciona una base con la que elaborar modelos experimentales para analizar el desarrollo de óvulos generados con células de otras especies, entre ellas la humana. En un futuro, este método podría ayudar a mujeres afectadas por una pérdida de fertilidad precoz, así como a mejorar los tratamientos de fertilidad más convencionales".
Sin embargo, este avance también suscita una serie de cuestiones éticas relevantes, tales como si la tecnología progresará hasta el punto de hacer posible la creación de "bebés a la carta" con alteraciones genéticas escogidas por los progenitores. También existe la posibilidad de que un método de esta índole provoque ciertas anomalías, dado que las células se manipulan en laboratorio en numerosas ocasiones.
Baste decir que para poder aplicar el método del profesor Hayashi en humanos dista un largo camino, aunque él y su equipo están trabajando actualmente para llevar su investigación a otro nivel extrapolando su exitosa técnica a células de primate.