Cartel en el puente Golden Gate (California, EE.UU.) que advierte de las consecuencias de saltar por el puente y recomienda llamar a un teléfono de ayuda mediante un aparato situado allí mismo. Imagen: Miskatonic. Fuente: Wikipedia.
La crisis económica que afecta a todos los países del mundo desde 2008 hasta la actualidad se originó en EE.UU. Una de sus consecuencias más dramáticas son los llamados 'suicidios económicos’, es decir, las muertes voluntarias por razones financieras.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (ambas en Reino Unido) revela que esta gran crisis se asocia con al menos 10.000 suicidios entre 2008 y 2010. Estos suicidios se consideran económicos.
Los resultados, publicados en The British Journal of Psychiatry, muestran que las tasas de suicidio aumentaron considerablemente en 24 países de la Unión Europea (UE), Canadá y EE.UU. después de 2007, y el incremento fue cuatro veces más alto entre los hombres.
El equipo analizó los últimos datos de suicidio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y observó que la tendencia a la baja en la UE se invirtió cuando comenzó la crisis económica, aumentando un 6,5% en 2009 y continuando en el nivel más alto hasta 2011. En Canadá los suicidios se incrementaron un 4,5% entre 2007 y 2010; mientras que en EE UU la tasa creció un 4,8% durante el mismo periodo.
En España, en cambio, no ha habido un efecto sustancial de la recesión sobre el número de suicidios. "Es difícil decir el porqué de este poco impacto", reconoce uno de los investigadores, Aaron Reeves, a El Mundo. "Otros estudios han documentado una creciente crisis de salud mental en España durante este período. Parte de la dificultad en la investigación de este asunto es que los datos de salud pública no siempre están disponibles. A veces tenemos que esperar años para tener las tasas de suicidio, mientras que la información de los datos económicos se da trimestral o incluso mensualmente", señala.
Antidepresivos y factores de riesgo
Las tasas de prescripción de fármacos antidepresivos han aumentado notablemente en algunos países durante la actual recesión. En Reino Unido, entre 2003 y 2007 se produjo un incremento del 11% en la prescripción de estos fármacos, que alcanzó el 19% entre 2007 y 2010.
La pérdida de empleo, los embargos de las propiedades y las deudas son los principales factores de riesgo que conducen al suicidio durante las crisis económicas. Además, aunque la mayoría de los suicidios ocurren entre las personas con depresión clínica, hasta la fecha hay pocas pruebas de que los tratamientos con antidepresivos protejan del riesgo de suicidarse.
Algunos expertos insisten en la complejidad de las explicaciones económicas del suicidio. En su blog Última carta, el periodista Sergio González Ausina recoge declaraciones de Javier Jiménez, presidente de la Asociación para la Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (Aipis), que matiza: “Los suicidios no aumentan por las crisis económicas, sólo puede hablarse de determinadas situaciones que producen un aumento del estrés. Como el desempleo, que sí es un factor de riesgo”.
'Crisis de prosperidad'
Por su parte, el psiquiatra de la Fundación Jiménez Díaz Enrique Baca García señala que el efecto de las crisis “depende del contexto socioeconómico del país. Hay países ricos en los que un descenso del PIB va acompañado de un menor estrés y países pobres en los que el aumento del PIB va acompañado de un mayor estrés. En general, cualquier situación de cambio para un sujeto susceptible, sobre todo relacionado con el concepto de pérdida, puede derivar en un aumento del estrés”.
También las crisis de prosperidad pueden provocar un aumento de suicidios, según el sociólogo Émile Durkheim, que lo observó durante los meses de la Exposición Universal de París en 1878: “Si las crisis industriales o financieras aumentan los suicidios, no es por lo que empobrecen; es porque son crisis, es decir, perturbaciones de orden colectivo”, escribió en El suicidio.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (ambas en Reino Unido) revela que esta gran crisis se asocia con al menos 10.000 suicidios entre 2008 y 2010. Estos suicidios se consideran económicos.
Los resultados, publicados en The British Journal of Psychiatry, muestran que las tasas de suicidio aumentaron considerablemente en 24 países de la Unión Europea (UE), Canadá y EE.UU. después de 2007, y el incremento fue cuatro veces más alto entre los hombres.
El equipo analizó los últimos datos de suicidio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y observó que la tendencia a la baja en la UE se invirtió cuando comenzó la crisis económica, aumentando un 6,5% en 2009 y continuando en el nivel más alto hasta 2011. En Canadá los suicidios se incrementaron un 4,5% entre 2007 y 2010; mientras que en EE UU la tasa creció un 4,8% durante el mismo periodo.
En España, en cambio, no ha habido un efecto sustancial de la recesión sobre el número de suicidios. "Es difícil decir el porqué de este poco impacto", reconoce uno de los investigadores, Aaron Reeves, a El Mundo. "Otros estudios han documentado una creciente crisis de salud mental en España durante este período. Parte de la dificultad en la investigación de este asunto es que los datos de salud pública no siempre están disponibles. A veces tenemos que esperar años para tener las tasas de suicidio, mientras que la información de los datos económicos se da trimestral o incluso mensualmente", señala.
Antidepresivos y factores de riesgo
Las tasas de prescripción de fármacos antidepresivos han aumentado notablemente en algunos países durante la actual recesión. En Reino Unido, entre 2003 y 2007 se produjo un incremento del 11% en la prescripción de estos fármacos, que alcanzó el 19% entre 2007 y 2010.
La pérdida de empleo, los embargos de las propiedades y las deudas son los principales factores de riesgo que conducen al suicidio durante las crisis económicas. Además, aunque la mayoría de los suicidios ocurren entre las personas con depresión clínica, hasta la fecha hay pocas pruebas de que los tratamientos con antidepresivos protejan del riesgo de suicidarse.
Algunos expertos insisten en la complejidad de las explicaciones económicas del suicidio. En su blog Última carta, el periodista Sergio González Ausina recoge declaraciones de Javier Jiménez, presidente de la Asociación para la Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (Aipis), que matiza: “Los suicidios no aumentan por las crisis económicas, sólo puede hablarse de determinadas situaciones que producen un aumento del estrés. Como el desempleo, que sí es un factor de riesgo”.
'Crisis de prosperidad'
Por su parte, el psiquiatra de la Fundación Jiménez Díaz Enrique Baca García señala que el efecto de las crisis “depende del contexto socioeconómico del país. Hay países ricos en los que un descenso del PIB va acompañado de un menor estrés y países pobres en los que el aumento del PIB va acompañado de un mayor estrés. En general, cualquier situación de cambio para un sujeto susceptible, sobre todo relacionado con el concepto de pérdida, puede derivar en un aumento del estrés”.
También las crisis de prosperidad pueden provocar un aumento de suicidios, según el sociólogo Émile Durkheim, que lo observó durante los meses de la Exposición Universal de París en 1878: “Si las crisis industriales o financieras aumentan los suicidios, no es por lo que empobrecen; es porque son crisis, es decir, perturbaciones de orden colectivo”, escribió en El suicidio.
Políticas públicas
“El incremento de los suicidios no se ha observado en todas partes”, explica a Sinc Aaron Reeves. “Algunos países han logrado evitar que aumenten, lo que sugiere que la política pública de apoyo al mercado laboral puede mitigar el impacto de las crisis económicas sobre la salud mental y, potencialmente, el suicidio”.
Los autores calculan que por cada 100 dólares por habitante dedicados a programas que ofrecen asistencia a los desempleados –formación, ayuda en la búsqueda de empleo, subsidio de desempleo–, el riesgo de suicidio se reduce en un 0,4%. Así, Austria, Suecia y Finlandia aparecen como ejemplos de países en los que la tasa de suicidio no ha aumentado de manera notable a pesar del aumento del desempleo durante la recesión.
Otro de los autores del estudio, David Stuckler, apunta que los suicidios son solo la punta del iceberg: “Estos datos revelan una inminente crisis de salud mental en Europa y América del Norte. En estos tiempos económicos tan difíciles, es fundamental buscar la manera de proteger a los que probablemente sean los más afectados”.
En una entrevista con Tendencias 21, publicada el año pasado, Stuckler expuso duras críticas a las políticas de austeridad de la UE, que aparecen desarrolladas en su libro ¿Por qué la austeridad mata? El coste humano de las políticas de recortes, publicado por Taurus.
Otros estudios han analizado el efecto de la crisis económica en la tasa de suicidios, como uno de 2013 de las universidades de Hong Kong, Oxford y Bristol, y otro de hace unos meses, que analizó el efecto en Grecia.
“El incremento de los suicidios no se ha observado en todas partes”, explica a Sinc Aaron Reeves. “Algunos países han logrado evitar que aumenten, lo que sugiere que la política pública de apoyo al mercado laboral puede mitigar el impacto de las crisis económicas sobre la salud mental y, potencialmente, el suicidio”.
Los autores calculan que por cada 100 dólares por habitante dedicados a programas que ofrecen asistencia a los desempleados –formación, ayuda en la búsqueda de empleo, subsidio de desempleo–, el riesgo de suicidio se reduce en un 0,4%. Así, Austria, Suecia y Finlandia aparecen como ejemplos de países en los que la tasa de suicidio no ha aumentado de manera notable a pesar del aumento del desempleo durante la recesión.
Otro de los autores del estudio, David Stuckler, apunta que los suicidios son solo la punta del iceberg: “Estos datos revelan una inminente crisis de salud mental en Europa y América del Norte. En estos tiempos económicos tan difíciles, es fundamental buscar la manera de proteger a los que probablemente sean los más afectados”.
En una entrevista con Tendencias 21, publicada el año pasado, Stuckler expuso duras críticas a las políticas de austeridad de la UE, que aparecen desarrolladas en su libro ¿Por qué la austeridad mata? El coste humano de las políticas de recortes, publicado por Taurus.
Otros estudios han analizado el efecto de la crisis económica en la tasa de suicidios, como uno de 2013 de las universidades de Hong Kong, Oxford y Bristol, y otro de hace unos meses, que analizó el efecto en Grecia.
Referencia bibliográfica:
Aaron Reeves, Martin McKee y David Stückler. Economic suicides in Europe and North America's Great Recessions. The British Journal of Psychiatry (2014).
Aaron Reeves, Martin McKee y David Stückler. Economic suicides in Europe and North America's Great Recessions. The British Journal of Psychiatry (2014).