Según una investigación realizada por el Gobierno norteamericano, el 36% de los habitantes de Estados Unidos de más de 18 años usa alguna forma de medicina alternativa o complementaria a la denominada “medicina tradicional”.
La medicina alternativa, también conocida en este país como CAM (complementary and alternative medicine), se define por estar formada por un grupo diverso de cuidados médicos y de salud, prácticas, y productos que por el momento no son considerados como “parte” de la medicina convencional.
Este nuevo descubrimiento confirma la tendencia creciente de los norteamericanos de acercarse a la medicina alternativa con la esperanza de mejorar sus tratamientos y de prevenir enfermedades, así como de aumentar su calidad de vida, señala Stephen E. Straus, director del Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM), en un comunicado de este Centro.
“Los datos no sólo nos ayudan a comprender quién esta haciendo uso de este tipo de tratamientos, sino también para conocer lo que se está usando y porqué, así como el conocimiento de las relaciones entre la medicina alternativa y otras características de la salud, como las condiciones de los enfermos crónicos, la cobertura de los seguros, y los hábitos de salud”.
31.000 adultos encuestados
La investigación, realizada en 2002 y que acaba de publicarse, abarcó a un total de 31.000 adultos representativos de Estados Unidos. Ha sido promovida por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (el CDC) y el Nacional Health Interview Survey (NHIS).
Desarrollada asimismo por el NCCAM y el Centro Nacional Estadístico de la Salud (NCHS), el estudio ha incluido preguntas acerca de 27 tipos de terapias alternativas comúnmente usadas en este país.
Diez de estos tipos de terapias son aquellas que necesitan de una persona que las imparta, como el acupuntor o el quiropráctico, mientras que las otras 17 terapias no requieren de una persona que atienda, como en el caso del uso de productos naturales (productos de herbolario, por ejemplo), dietas especiales o terapias vitamínicas.
Aunque hasta el momento había habido numerosas encuestas acerca del uso de medicinas alternativas, a menudo éstas se centraban en un pequeño número de terapias. Además, solían estar centradas en pequeñas muestras de población, a las que se preguntaba por teléfono o través del e-mail. Por el contrario, esta nueva investigación ha sido realizada con entrevistas personales.
Nuevos datos
Por esta razón, este nuevo estudio vuelca datos más comprensibles y fiables acerca del uso de medicinas alternativas por parte de la población adulta de Estados Unidos.
Por ejemplo, la investigación ha demostrado que el uso de este tipo de terapias y productos es mayor entre una variedad de grupos de población que incluye un número destacable de mujeres.
Asimismo, entre gente con un nivel cultural alto, personas que han estado hospitalizadas durante el último año o ex fumadores, frente a fumadores actuales o frente a personas que jamás han fumado.
Además, esta es la primera investigación que aporta información sustancial acerca del uso de las medicinas alternativas por parte de las minorías. Por ejemplo, se ha descubierto que los afroamericanos adultos son más propicios que los adultos de origen asiático o los blancos a utilizar medicinas alternativas cuando éstas comprenden las terapias vitamínicas o los terapeutas.
Tratamiento de dolores y depresión
El acercamiento a la medicina alternativa se produce más a menudo cuando se tienen que tratar dolores de espalda, resfriados, dolores de cuello o de articulaciones, ansiedad o depresión.
Sin embargo, sólo el 12% de los adultos solicita ayuda de un terapeuta titulado en medicina alternativa, lo que sugiere que la mayoría de los usuarios de este tipo de terapias no consulta a ningún especialista.
Según el estudio, los porcentajes de acercamiento a terapias en los Estados Unidos son los siguientes: acercamiento para mejora de la propia salud (43%), acercamiento incitado por otros (24%), productos naturales (19%), ejercicios de respiración y profundización (12%), participación en grupos para mejora de la salud (10%), meditación (8%), cuidados quiroprácticos (8%), yoga (5%), masajes (5%), y terapias basadas en dietas (4%).
Apoyo a la medicina convencional
Asimismo, la investigación también ha vertido información acerca del por qué del uso de este tipo de medicinas. El 55% de los adultos entrevistados afirmaron que las usaban porque pensaban que podían ayudarles en combinación con las terapias convencionales.
El 50% pensaba que era interesante probarlas, el 26% afirmaba que algún médico convencional les había sugerido que las probasen; y el 13% aseguraba que las utilizaban porque la medicina convencional les resultaba demasiado cara (hay que tener en cuenta que en el sistema norteamericano los servicios médicos para la población son de pago).
La encuesta también ha puesto en evidencia que el 28% de los adultos usaban estas terapias porque creían que la medicina convencional no podía ayudarles con sus problemas de salud.
Terapias consideradas
Las terapias alternativas consideradas por la investigación son muy amplias. Las definidas como alternativas son la acupuntura, el ayurveda, la homeopatía y las naturopatías. Las terapias cuerpo-mente incluidas en la investigación son: el biofeedback, la meditación, la relajación, la hipnosis, el yoga, el Tai Chi, Qi Gong, la oración y el Reiki. Finalmente, entre las terapias con base biológica se han incluido la medicina popular, las dietas vegetarianas, la macrobiótica y las terapias megavitamínicas.
El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa o NCCAM forma parte del Instituto Nacional de la Salud norteamericano (o DHHS), que está dedicado a explorar las medicinas alternativas y complementarias en un contexto científico riguroso con el fin de aportar y divulgar información autorizada para los profesionales de la medicina, así como para el público en general.
El Centro Nacional Estadístico de la Salud (NCHS) es un componente del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). La misión del NCHS es aportar información estadística que guíe las acciones y políticas de mejora de la salud de los estadounidenses.
La medicina alternativa, también conocida en este país como CAM (complementary and alternative medicine), se define por estar formada por un grupo diverso de cuidados médicos y de salud, prácticas, y productos que por el momento no son considerados como “parte” de la medicina convencional.
Este nuevo descubrimiento confirma la tendencia creciente de los norteamericanos de acercarse a la medicina alternativa con la esperanza de mejorar sus tratamientos y de prevenir enfermedades, así como de aumentar su calidad de vida, señala Stephen E. Straus, director del Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM), en un comunicado de este Centro.
“Los datos no sólo nos ayudan a comprender quién esta haciendo uso de este tipo de tratamientos, sino también para conocer lo que se está usando y porqué, así como el conocimiento de las relaciones entre la medicina alternativa y otras características de la salud, como las condiciones de los enfermos crónicos, la cobertura de los seguros, y los hábitos de salud”.
31.000 adultos encuestados
La investigación, realizada en 2002 y que acaba de publicarse, abarcó a un total de 31.000 adultos representativos de Estados Unidos. Ha sido promovida por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (el CDC) y el Nacional Health Interview Survey (NHIS).
Desarrollada asimismo por el NCCAM y el Centro Nacional Estadístico de la Salud (NCHS), el estudio ha incluido preguntas acerca de 27 tipos de terapias alternativas comúnmente usadas en este país.
Diez de estos tipos de terapias son aquellas que necesitan de una persona que las imparta, como el acupuntor o el quiropráctico, mientras que las otras 17 terapias no requieren de una persona que atienda, como en el caso del uso de productos naturales (productos de herbolario, por ejemplo), dietas especiales o terapias vitamínicas.
Aunque hasta el momento había habido numerosas encuestas acerca del uso de medicinas alternativas, a menudo éstas se centraban en un pequeño número de terapias. Además, solían estar centradas en pequeñas muestras de población, a las que se preguntaba por teléfono o través del e-mail. Por el contrario, esta nueva investigación ha sido realizada con entrevistas personales.
Nuevos datos
Por esta razón, este nuevo estudio vuelca datos más comprensibles y fiables acerca del uso de medicinas alternativas por parte de la población adulta de Estados Unidos.
Por ejemplo, la investigación ha demostrado que el uso de este tipo de terapias y productos es mayor entre una variedad de grupos de población que incluye un número destacable de mujeres.
Asimismo, entre gente con un nivel cultural alto, personas que han estado hospitalizadas durante el último año o ex fumadores, frente a fumadores actuales o frente a personas que jamás han fumado.
Además, esta es la primera investigación que aporta información sustancial acerca del uso de las medicinas alternativas por parte de las minorías. Por ejemplo, se ha descubierto que los afroamericanos adultos son más propicios que los adultos de origen asiático o los blancos a utilizar medicinas alternativas cuando éstas comprenden las terapias vitamínicas o los terapeutas.
Tratamiento de dolores y depresión
El acercamiento a la medicina alternativa se produce más a menudo cuando se tienen que tratar dolores de espalda, resfriados, dolores de cuello o de articulaciones, ansiedad o depresión.
Sin embargo, sólo el 12% de los adultos solicita ayuda de un terapeuta titulado en medicina alternativa, lo que sugiere que la mayoría de los usuarios de este tipo de terapias no consulta a ningún especialista.
Según el estudio, los porcentajes de acercamiento a terapias en los Estados Unidos son los siguientes: acercamiento para mejora de la propia salud (43%), acercamiento incitado por otros (24%), productos naturales (19%), ejercicios de respiración y profundización (12%), participación en grupos para mejora de la salud (10%), meditación (8%), cuidados quiroprácticos (8%), yoga (5%), masajes (5%), y terapias basadas en dietas (4%).
Apoyo a la medicina convencional
Asimismo, la investigación también ha vertido información acerca del por qué del uso de este tipo de medicinas. El 55% de los adultos entrevistados afirmaron que las usaban porque pensaban que podían ayudarles en combinación con las terapias convencionales.
El 50% pensaba que era interesante probarlas, el 26% afirmaba que algún médico convencional les había sugerido que las probasen; y el 13% aseguraba que las utilizaban porque la medicina convencional les resultaba demasiado cara (hay que tener en cuenta que en el sistema norteamericano los servicios médicos para la población son de pago).
La encuesta también ha puesto en evidencia que el 28% de los adultos usaban estas terapias porque creían que la medicina convencional no podía ayudarles con sus problemas de salud.
Terapias consideradas
Las terapias alternativas consideradas por la investigación son muy amplias. Las definidas como alternativas son la acupuntura, el ayurveda, la homeopatía y las naturopatías. Las terapias cuerpo-mente incluidas en la investigación son: el biofeedback, la meditación, la relajación, la hipnosis, el yoga, el Tai Chi, Qi Gong, la oración y el Reiki. Finalmente, entre las terapias con base biológica se han incluido la medicina popular, las dietas vegetarianas, la macrobiótica y las terapias megavitamínicas.
El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa o NCCAM forma parte del Instituto Nacional de la Salud norteamericano (o DHHS), que está dedicado a explorar las medicinas alternativas y complementarias en un contexto científico riguroso con el fin de aportar y divulgar información autorizada para los profesionales de la medicina, así como para el público en general.
El Centro Nacional Estadístico de la Salud (NCHS) es un componente del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). La misión del NCHS es aportar información estadística que guíe las acciones y políticas de mejora de la salud de los estadounidenses.