Más de 600 ciudades acogieron el sábado las Marchas por la Ciencia

Miles de personas recorrieron el sábado las calles de numerosas ciudades de Estados Unidos en la Marcha por la Ciencia, que coincidiendo con el Día de la Tierra, reivindicó el derecho de los científicos a divulgar libremente los resultados de sus investigaciones y a disponer de los recursos necesarios para ampliar conocimientos y desarrollar nuevas tecnologías que aumenten la calidad de vida de las personas.

Las manifestaciones se extendieron por todos los continentes, abarcando a 615 ciudades de Australia, Asia, Europa, África y América.

En centenares de ciudades norteamericanas se desarrollaron no sólo manifestaciones, sino también talleres y otras actividades de divulgación para poner en valor la importancia de la ciencia, en oposición a las creencias, y criticando las políticas de recortes y declaraciones gratuitas sobre temas científicos por parte de la Administración Trump.

Las marchas afirmaron una nueva dimensión al tradicional Día de la Tierra, ya que este año reivindica "el papel vital que juega la ciencia en nuestra democracia".

La Marcha por la Ciencia del sábado fue la continuación de una serie de manifestaciones organizadas en Estados Unidos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, centradas en temas como el aborto a las políticas de inmigración.

La organización asegura que esta marcha es la primera de un movimiento global destinado a defender el papel crucial de la ciencia para la salud, la seguridad, la economía y los gobiernos.

También en España

En España, miles de científicos, estudiantes y personas de diferentes colectivos han salido este sábado a las calles en las Marchas por la Ciencia de las principales ciudades del país para exigir que el conocimiento científico esté en el centro de las decisiones políticas, así como más inversión en investigación, una partida que ha caído un 35 % desde 2009.

Las principales Marchas por la Ciencia han recorrido los centros de Madrid, Barcelona, Sevilla, Gerona, Valladolid, Granada, Bilbao, Valencia o Alicante bajo el lema "Sin Ciencia, No Hay Futuro", y con el apoyo de 200 instituciones científicas, entre ellas la totalidad de las sociedades científicas, los sindicatos, las asociaciones de estudiantes, o la conferencia de rectores de las universidades (CRUE).

Según los organizadores, la comunidad científica se ha unido para defenderse de los grupos "que niegan de modo interesado evidencias científicas como el cambio climático, la efectividad de las vacunas o la teoría de la evolución", al considerar que su influencia "puede acarrear consecuencias desastrosas para el objetivo de conseguir un mundo más justo y seguro".

Las marchas españolas han centrado sus reivindicaciones en la falta de inversiones públicas y en la precariedad del sector investigador que, según consideran, pone en jaque la economía del país y el bienestar de las generaciones futuras.

Las soluciones reclamadas por los científicos españoles en resumen en su manifiesto y son: la firma de un Pacto de Estado por la Ciencia; la puesta en marcha de un ente con estructura de agencia, homologable al European Research Council europeo, y dotado de un fondo estable de inversión procedente de los Presupuestos Generales del Estado (…), libre de los ciclos electorales; la integración de la ciencia en la agenda a todos los niveles, y la restitución del Ministerio de Ciencia como reconocimiento del protagonismo y responsabilidad que la ciencia debe ejercer en la gestión política.