Casquete de hielo sobre el polo norte de Marte. Fuente: ESA.
El polo norte de Marte está coronado por un montículo de hielo surcado por oscuras fosas espirales, tal y como muestra un nuevo mosaico de imágenes obtenidas por la misión Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El mosaico está formado por 57 imágenes independientes tomadas en concreto con la Cámara Estéreo de Alta Resolución de Mars Express a lo largo de toda su misión, que acaba de cumplir diez años en el espacio. La sonda europea tomó las fotos cuando se encontraba en el punto de su órbita más próximo al planeta, a tan sólo 300 kilómetros de altitud.
El casquete de hielo tiene unos 1.000 kilómetros de diámetro y, gracias al radar de Mars Express, capaz de penetrar en el terreno, los científicos han podido determinar que las capas de agua congelada se extienden hasta una profundidad de unos dos kilómetros. Las distintas capas son el resultado de la fusión estacional y posterior acumulación de hielo mezclado con polvo, informa la ESA en un comunicado.
El mosaico está formado por 57 imágenes independientes tomadas en concreto con la Cámara Estéreo de Alta Resolución de Mars Express a lo largo de toda su misión, que acaba de cumplir diez años en el espacio. La sonda europea tomó las fotos cuando se encontraba en el punto de su órbita más próximo al planeta, a tan sólo 300 kilómetros de altitud.
El casquete de hielo tiene unos 1.000 kilómetros de diámetro y, gracias al radar de Mars Express, capaz de penetrar en el terreno, los científicos han podido determinar que las capas de agua congelada se extienden hasta una profundidad de unos dos kilómetros. Las distintas capas son el resultado de la fusión estacional y posterior acumulación de hielo mezclado con polvo, informa la ESA en un comunicado.
Corona cubierta de nieve carbónica
El depósito de agua congelada está recubierto por una fina capa de nieve carbónica o hielo seco (dióxido de carbono en estado sólido), de unos pocos centímetros de espesor.
Durante los veranos más cálidos, la mayor parte del dióxido de carbono se sublima y escapa a la atmósfera, dejando las capas de agua al descubierto.
Cada invierno el casquete acumula entre un metro y medio y dos metros de hielo seco, y puede alcanzar los 45º de latitud.
Se piensa que sus características fosas espirales, que recuerdan a un molinillo, son el resultado de los fuertes vientos que predominan en la región.
En la parte inferior izquierda del casquete se puede observar una sima de 318 kilómetros de longitud y dos kilómetros de profundidad, conocida como Chasma Boreale.
Este cañón es anterior a las fosas espirales, y se va haciendo más profundo a medida que los nuevos depósitos de hielo se acumulan a su alrededor. Visto de cerca, el fondo de Chasma Boreale está cubierto de oscuras dunas de arena espolvoreadas con una capa de escarcha blanca.
El depósito de agua congelada está recubierto por una fina capa de nieve carbónica o hielo seco (dióxido de carbono en estado sólido), de unos pocos centímetros de espesor.
Durante los veranos más cálidos, la mayor parte del dióxido de carbono se sublima y escapa a la atmósfera, dejando las capas de agua al descubierto.
Cada invierno el casquete acumula entre un metro y medio y dos metros de hielo seco, y puede alcanzar los 45º de latitud.
Se piensa que sus características fosas espirales, que recuerdan a un molinillo, son el resultado de los fuertes vientos que predominan en la región.
En la parte inferior izquierda del casquete se puede observar una sima de 318 kilómetros de longitud y dos kilómetros de profundidad, conocida como Chasma Boreale.
Este cañón es anterior a las fosas espirales, y se va haciendo más profundo a medida que los nuevos depósitos de hielo se acumulan a su alrededor. Visto de cerca, el fondo de Chasma Boreale está cubierto de oscuras dunas de arena espolvoreadas con una capa de escarcha blanca.