El robot Maggie, desarrollado en el departamento de Robótica de la Universidad Carlos III de Madrid, está orientado al acompañamiento de las personas mayores e interactúa y se socializa con ellas. Ayuda en las actividades cotidianas, por ejemplo a recordar la toma de medicinas: lee en voz alta sus componentes y la fecha de caducidad.
También propone actividades lúdicas como cantar, bailar y jugar. Con un metro y medio de estatura, es capaz de mover su cuerpo, los brazos, la cabeza y los ojos. Camina y ve. Además habla y reconoce voces, enciende y apaga el televisor, cambia de canal, sube o baja el volumen, conecta la radio, lee las noticias en tiempo real, informa de la temperatura ambiente y sigue a la persona que lo tutela.
En esta entrega de Demotecno, Javier Gorostiza, Doctor en Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III, comenta con Tomás Granados, responsable de investigación de Techtrans, el funcionamiento y las utilidades de este robot.
Según Gorostiza, con los robots sociales pasará lo mismo que con los ordenadores: que al principio fueron exclusivos de grandes empresas y pocas personas, pero que luego se han popularizado y forman parte de la vida cotidiana de las personas. Así pasará también con los robots sociales, como Maggie.
También propone actividades lúdicas como cantar, bailar y jugar. Con un metro y medio de estatura, es capaz de mover su cuerpo, los brazos, la cabeza y los ojos. Camina y ve. Además habla y reconoce voces, enciende y apaga el televisor, cambia de canal, sube o baja el volumen, conecta la radio, lee las noticias en tiempo real, informa de la temperatura ambiente y sigue a la persona que lo tutela.
En esta entrega de Demotecno, Javier Gorostiza, Doctor en Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III, comenta con Tomás Granados, responsable de investigación de Techtrans, el funcionamiento y las utilidades de este robot.
Según Gorostiza, con los robots sociales pasará lo mismo que con los ordenadores: que al principio fueron exclusivos de grandes empresas y pocas personas, pero que luego se han popularizado y forman parte de la vida cotidiana de las personas. Así pasará también con los robots sociales, como Maggie.