A través de teléfonos inteligentes, investigadores de la Universidad de Harvard han conseguido analizar las ideas suicidas de más de 80 personas susceptibles de tener pensamientos negativos o de plantearse el suicidio, y establecido que existen al menos cinco perfiles diferentes de pensamientos suicidas. Los resultados se publican en la revista Depression and Anxiety.
Mediante una aplicación, el teléfono inteligente captó cuatro veces por día la evolución de los pensamientos de estos usuarios mediante sus desplazamientos (GPS), registro de llamadas, análisis del sueño y de los movimientos, así como de la frecuencia cardiaca.
Los datos, recogidos mediante un algoritmo, permitieron a los investigadores conocer si la angustia psicológica de los usuarios era ligera, moderada, severa, constante o variable.
De esta forma, pudieron hacer un seguimiento en tiempo real de su estado de ánimo y detectar ideas suicidas, que aparecen y desaparecen con rapidez en la mente de las personas deprimidas.
Los participantes en el estudio fueron escogidos por el equipo del psicólogo Evan Kleiman de la Universidad de Harvard. 51 de ellos procedían de foros de internet relacionados con el suicidio y que habían intentado quitarse la vida en el último año. Otros 32 estaban hospitalizados en un centro psiquiátrico de Boston por intento de suicidio o por manifestar pensamientos suicidas recientes.
Cinco fenotipos de pensamientos suicidas
A todos se les facilitaron teléfonos inteligentes, que los voluntarios debían usar cuatro veces al día, con una diferencia de cuatro a ocho horas, para evaluar la intensidad de su deseo de suicidarse, su intención de llevarlo a cabo y su capacidad para resistir los impulsos suicidas.
Los que procedían del foro de internet proporcionaron respuestas durante 28 días consecutivos, mientras que los que estaban hospitalizados participaron en el experimento hasta que fueron dados de alta. De media participaron entre una o dos semanas.
De las más de 3.500 respuestas recibidas, la mayoría proporcionadas por los participantes en el foro de internet, los investigadores descubrieron que ambos grupos mostraban cinco patrones diferentes (fenotipos) de pensamiento suicida, clasificados según su intensidad. Uno de esos patrones representaba un alto riesgo de intento de suicidio en el futuro.
Este es uno de los principales hallazgos del estudio, ya que históricamente el pensamiento suicida ha sido estudiado como un constructo homogéneo. La tecnología de seguimiento mediante móviles ha podido establecer sin embargo que existen al menos cinco perfiles diferentes de pensamientos suicidas.
Esos perfiles se manifestaron por lo general en niveles bajos y altos que oscilaban a lo largo del día. Las diferencias surgen cuando las personas han intentado ya alguna vez el suicidio: en estos casos, los pensamientos graves varían poco. En los voluntarios hospitalizados por intento de suicidio, estos pensamientos no se manifiestan. Los participantes cuyo perfil se caracterizó por pensamientos suicidas persistentes más graves tuvieron más probabilidades de haber realizado un intento de suicidio reciente.
Mediante una aplicación, el teléfono inteligente captó cuatro veces por día la evolución de los pensamientos de estos usuarios mediante sus desplazamientos (GPS), registro de llamadas, análisis del sueño y de los movimientos, así como de la frecuencia cardiaca.
Los datos, recogidos mediante un algoritmo, permitieron a los investigadores conocer si la angustia psicológica de los usuarios era ligera, moderada, severa, constante o variable.
De esta forma, pudieron hacer un seguimiento en tiempo real de su estado de ánimo y detectar ideas suicidas, que aparecen y desaparecen con rapidez en la mente de las personas deprimidas.
Los participantes en el estudio fueron escogidos por el equipo del psicólogo Evan Kleiman de la Universidad de Harvard. 51 de ellos procedían de foros de internet relacionados con el suicidio y que habían intentado quitarse la vida en el último año. Otros 32 estaban hospitalizados en un centro psiquiátrico de Boston por intento de suicidio o por manifestar pensamientos suicidas recientes.
Cinco fenotipos de pensamientos suicidas
A todos se les facilitaron teléfonos inteligentes, que los voluntarios debían usar cuatro veces al día, con una diferencia de cuatro a ocho horas, para evaluar la intensidad de su deseo de suicidarse, su intención de llevarlo a cabo y su capacidad para resistir los impulsos suicidas.
Los que procedían del foro de internet proporcionaron respuestas durante 28 días consecutivos, mientras que los que estaban hospitalizados participaron en el experimento hasta que fueron dados de alta. De media participaron entre una o dos semanas.
De las más de 3.500 respuestas recibidas, la mayoría proporcionadas por los participantes en el foro de internet, los investigadores descubrieron que ambos grupos mostraban cinco patrones diferentes (fenotipos) de pensamiento suicida, clasificados según su intensidad. Uno de esos patrones representaba un alto riesgo de intento de suicidio en el futuro.
Este es uno de los principales hallazgos del estudio, ya que históricamente el pensamiento suicida ha sido estudiado como un constructo homogéneo. La tecnología de seguimiento mediante móviles ha podido establecer sin embargo que existen al menos cinco perfiles diferentes de pensamientos suicidas.
Esos perfiles se manifestaron por lo general en niveles bajos y altos que oscilaban a lo largo del día. Las diferencias surgen cuando las personas han intentado ya alguna vez el suicidio: en estos casos, los pensamientos graves varían poco. En los voluntarios hospitalizados por intento de suicidio, estos pensamientos no se manifiestan. Los participantes cuyo perfil se caracterizó por pensamientos suicidas persistentes más graves tuvieron más probabilidades de haber realizado un intento de suicidio reciente.
Ampliando la base
Los investigadores son conscientes de que la base de la investigación realizada es insuficiente para extraer conclusiones definitivas. Por ello se proponen desarrollar un estudio similar más ampliado, que incluye a 300 adultos y 300 adolescentes con historiales de intento de suicidio para, a través de los teléfonos inteligentes, detectar sus pensamientos y prevenir sus posibles reacciones.
Señalan que uno de los problemas fundamentales para estudiar la psicología del suicidio es que las personas afectadas muchas veces no son capaces de reconocer lo angustiado que están, por lo que el recurso a herramientas no verbales, como las que puede ofrecer un teléfono inteligente, permite descubrir su nivel de angustia.
De esta forma, los especialistas pueden ayudarles a reconocer signos físicos de angustia y a diseñar un plan para que puedan pedir y obtener ayuda cuando perciban esas señales.
Este no es el primer intento de aplicar tecnologías para la detección de pensamientos tendencias o suicidas. La Universidad de Cincinnati ya constató en 2015 la utilidad de un algoritmo para detectar trastornos mentales a través del análisis de la voz y del discurso de un grupo de adolescentes con tendencias suicidas.
En España, el suicidio produce el doble de muertes que los accidentes de tráfico y 80 veces más fallecimientos que la violencia de género. En 2016 hubo 3.569 casos de suicidios en todo el país, superando los 1.160 fallecidos en accidentes en las carreteras, según el Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales, Intress. El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Los investigadores son conscientes de que la base de la investigación realizada es insuficiente para extraer conclusiones definitivas. Por ello se proponen desarrollar un estudio similar más ampliado, que incluye a 300 adultos y 300 adolescentes con historiales de intento de suicidio para, a través de los teléfonos inteligentes, detectar sus pensamientos y prevenir sus posibles reacciones.
Señalan que uno de los problemas fundamentales para estudiar la psicología del suicidio es que las personas afectadas muchas veces no son capaces de reconocer lo angustiado que están, por lo que el recurso a herramientas no verbales, como las que puede ofrecer un teléfono inteligente, permite descubrir su nivel de angustia.
De esta forma, los especialistas pueden ayudarles a reconocer signos físicos de angustia y a diseñar un plan para que puedan pedir y obtener ayuda cuando perciban esas señales.
Este no es el primer intento de aplicar tecnologías para la detección de pensamientos tendencias o suicidas. La Universidad de Cincinnati ya constató en 2015 la utilidad de un algoritmo para detectar trastornos mentales a través del análisis de la voz y del discurso de un grupo de adolescentes con tendencias suicidas.
En España, el suicidio produce el doble de muertes que los accidentes de tráfico y 80 veces más fallecimientos que la violencia de género. En 2016 hubo 3.569 casos de suicidios en todo el país, superando los 1.160 fallecidos en accidentes en las carreteras, según el Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales, Intress. El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Referencia
Digital phenotyping of suicidal thoughts. Evan M.Kleiman et al. Depression and Anxiety, Volume35, Issue7, Pages: 601-608. DOI: https://doi.org/10.1002/da.22730
Digital phenotyping of suicidal thoughts. Evan M.Kleiman et al. Depression and Anxiety, Volume35, Issue7, Pages: 601-608. DOI: https://doi.org/10.1002/da.22730