Imagen: Tom@HK. Fuente: Flickr.
Cuando las personas –y los monos- miramos caras, una parte especial de nuestros cerebros, con el tamaño de un arándano, “se enciende”. Se trata del área fusiforme facial (FFA por sus siglas en inglés), que hasta ahora se creía exclusivamente especializada en el reconocimiento facial.
Sin embargo, el mapeo cerebral sobre esta área más detallado de los realizados hasta la fecha, ha revelado que la FFA no solo procesa imágenes faciales sino que, en realidad, sirve como centro general de conocimientos para el reconocimiento visual.
Es decir, que gracias a esta área del cerebro podemos reconocer rápidamente cualquier objeto en el que estemos especializados.
Posible fin de un debate
Anteriormente, los neurocientíficos habían establecido que la FFA, ubicada en el lóbulo temporal del cerebro, es responsable de una forma particularmente efectiva de reconocimiento visual.
Pero aún se debatía sobre si dicha área está especializada solo en reconocer caras, dada la importancia que el reconocimiento facial tiene para el ser humano, o si constituye un mecanismo general que nos permite reconocer rápidamente objetos con los que nos relacionamos con frecuencia.
Sin embargo, el mapeo cerebral sobre esta área más detallado de los realizados hasta la fecha, ha revelado que la FFA no solo procesa imágenes faciales sino que, en realidad, sirve como centro general de conocimientos para el reconocimiento visual.
Es decir, que gracias a esta área del cerebro podemos reconocer rápidamente cualquier objeto en el que estemos especializados.
Posible fin de un debate
Anteriormente, los neurocientíficos habían establecido que la FFA, ubicada en el lóbulo temporal del cerebro, es responsable de una forma particularmente efectiva de reconocimiento visual.
Pero aún se debatía sobre si dicha área está especializada solo en reconocer caras, dada la importancia que el reconocimiento facial tiene para el ser humano, o si constituye un mecanismo general que nos permite reconocer rápidamente objetos con los que nos relacionamos con frecuencia.
Actividad de la FFA (bordeada en blanco) según las imágenes presentadas (definidas en colores). Fuente: Universidad de Vanderbilt.
Los autores del presente estudio, de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, consiguieron registrar la actividad neuronal en la FFA de un grupo de expertos en automovilismo, a una resolución extremadamente alta.
Para ello usaron uno de los más potentes escáneres IRM (de resonancia magnética) disponibles.
En un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos explican que estos registros revelaron que no existe evidencia de que la FFA sea una región cerebral dedicada solo al reconocimiento facial.
De hecho, en el experimento se constató que la FFA de los individuos analizados estaba llena de pequeñas parcelas intercaladas, que respondían con intensidad tanto a fotos de caras como a imágenes de coches.
“No podemos decir que los mismos grupos de neuronas procesen las imágenes faciales y los objetos sobre los que se tienen grandes conocimientos, pero ahora hemos mapeado el área (la FFA) con el detalle suficiente como para desechar la posibilidad de que esta región del cerebro esté dedicada exclusivamente al reconocimiento facial”, afirma Rankin McGugin, co-autora de la investigación, en un comunicado de la Universidad de Vanderbilt.
Reconocimiento visual holístico
Según Isabel Gauthier, directora del estudio, la demostración de que la FFA está relacionada con otras categorías (y no solo las caras) podría ayudar a los científicos a mejorar los tratamientos destinados a personas que tienen dificultades para reconocer caras, como los individuos con autismo.
Además, identificar las bases neuronales de la adquisición de habilidades visuales es un importante paso hacia el mapeo de la química cerebral implicada en el aprendizaje, lo que con el tiempo podría propiciar el desarrollo de medicamentos que faciliten la adquisición de diferentes tipos de capacidades visuales.
En general, investigaciones previas habían demostrado que, para la mayoría de los objetos, el cerebro aplica un esquema de identificación por fragmentos, enfocado a las partes de cada objeto.
En este sentido, un estudio de 2005, reveló por vez primera que las neuronas se solapan unas con otras para que la combinación de características percibidas por cada una de ellas permita la construcción de una imagen completa del objeto percibido.
Sin embargo, en el caso de los expertos en coches, estos usaron un modo más holístico para el reconocimiento de automóviles y caras, un método extremadamente rápido y que mejoró su rendimiento en las tareas de reconocimiento visual de ambas cosas.
Para ello usaron uno de los más potentes escáneres IRM (de resonancia magnética) disponibles.
En un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos explican que estos registros revelaron que no existe evidencia de que la FFA sea una región cerebral dedicada solo al reconocimiento facial.
De hecho, en el experimento se constató que la FFA de los individuos analizados estaba llena de pequeñas parcelas intercaladas, que respondían con intensidad tanto a fotos de caras como a imágenes de coches.
“No podemos decir que los mismos grupos de neuronas procesen las imágenes faciales y los objetos sobre los que se tienen grandes conocimientos, pero ahora hemos mapeado el área (la FFA) con el detalle suficiente como para desechar la posibilidad de que esta región del cerebro esté dedicada exclusivamente al reconocimiento facial”, afirma Rankin McGugin, co-autora de la investigación, en un comunicado de la Universidad de Vanderbilt.
Reconocimiento visual holístico
Según Isabel Gauthier, directora del estudio, la demostración de que la FFA está relacionada con otras categorías (y no solo las caras) podría ayudar a los científicos a mejorar los tratamientos destinados a personas que tienen dificultades para reconocer caras, como los individuos con autismo.
Además, identificar las bases neuronales de la adquisición de habilidades visuales es un importante paso hacia el mapeo de la química cerebral implicada en el aprendizaje, lo que con el tiempo podría propiciar el desarrollo de medicamentos que faciliten la adquisición de diferentes tipos de capacidades visuales.
En general, investigaciones previas habían demostrado que, para la mayoría de los objetos, el cerebro aplica un esquema de identificación por fragmentos, enfocado a las partes de cada objeto.
En este sentido, un estudio de 2005, reveló por vez primera que las neuronas se solapan unas con otras para que la combinación de características percibidas por cada una de ellas permita la construcción de una imagen completa del objeto percibido.
Sin embargo, en el caso de los expertos en coches, estos usaron un modo más holístico para el reconocimiento de automóviles y caras, un método extremadamente rápido y que mejoró su rendimiento en las tareas de reconocimiento visual de ambas cosas.
Referencia bibliográfica:
Rankin Williams McGugina, J. Christopher Gatenbyb, John C. Gorec,d, e Isabel Gauthiera. High-resolution imaging of expertise reveals reliable object selectivity in the fusiform face area related to perceptual performance. Published online before print October 1, 2012, doi: 10.1073/pnas.1116333109.
Rankin Williams McGugina, J. Christopher Gatenbyb, John C. Gorec,d, e Isabel Gauthiera. High-resolution imaging of expertise reveals reliable object selectivity in the fusiform face area related to perceptual performance. Published online before print October 1, 2012, doi: 10.1073/pnas.1116333109.