El grupo de ingenieros de Purdue University que trabaja en el desarrollo de nuevas técnicas relacionadas con la producción de combustibles sintéticos. Imagen: Purdue University / Mark Simons.
Los combustibles sintéticos generados a partir de carbón, biomasa y otros compuestos podrían convertirse en una interesante alternativa en el marco de una economía dependiente del petróleo. Es la conclusión a la que ha llegado una investigación realizada por expertos estadounidenses de Purdue University. El propósito del trabajo es fortalecer el andamiaje teórico sobre el cual se desarrolla la incipiente industria de los combustibles sintéticos.
La investigación, financiada por la Air Force Office of Scientific Research de los Estados Unidos y conducida por ingenieros de Purdue University, se centró en el análisis del comportamiento del carbón y la biomasa en los reactores gasificadores utilizados en los aviones norteamericanos impulsados mediante combustibles sintéticos.
Con el propósito de potenciar los fundamentos científicos de la economía de combustible sintético, los especialistas intentan comprender con precisión la forma en que el carbón y la biomasa se descomponen en los reactores. El avance en esta cuestión podría acelerar el uso de estos combustibles sintéticos en el sistema de transporte aéreo y facilitar su empleo en otros campos.
Al incrementar el conocimiento relacionado con la generación de este tipo de combustibles y desarrollar nuevas metodologías, se podría por un lado aumentar la producción de los mismos y, por otro, generar una menor cantidad de dióxido de carbono con respecto al producido bajo los métodos convencionales de procesamiento de combustible sintético.
La investigación, financiada por la Air Force Office of Scientific Research de los Estados Unidos y conducida por ingenieros de Purdue University, se centró en el análisis del comportamiento del carbón y la biomasa en los reactores gasificadores utilizados en los aviones norteamericanos impulsados mediante combustibles sintéticos.
Con el propósito de potenciar los fundamentos científicos de la economía de combustible sintético, los especialistas intentan comprender con precisión la forma en que el carbón y la biomasa se descomponen en los reactores. El avance en esta cuestión podría acelerar el uso de estos combustibles sintéticos en el sistema de transporte aéreo y facilitar su empleo en otros campos.
Al incrementar el conocimiento relacionado con la generación de este tipo de combustibles y desarrollar nuevas metodologías, se podría por un lado aumentar la producción de los mismos y, por otro, generar una menor cantidad de dióxido de carbono con respecto al producido bajo los métodos convencionales de procesamiento de combustible sintético.
Un nuevo sistema energético
El estudio indicado forma parte de un programa integral, destinado a desarrollar un sistema para generar grandes cantidades de combustible sintético a partir de desechos agrícolas, otros tipos de biomasa o carbón, que se convertirían en un principio en gas y luego en un combustible líquido.
Otros objetivos relacionados son la disminución del dióxido de carbono generado en estos procesos, junto a un incremento en el rendimiento del combustible líquido mediante la adición de hidrógeno en los reactores en los cuales se procesa el carbón y la biomasa, de acuerdo a una técnica iniciada por ingenieros de Purdue University.
Esta trascendente investigación fue difundida mediante una nota de prensa de Purdue University, y también reproducida en un artículo del medio especializado Physorg.com. En este momento, los investigadores están estudiando las reacciones del carbón y la biomasa cuando son expuestos al vapor a alta presión, con el propósito de mejorar la eficiencia del proceso de gasificación.
El objetivo final del estudio es sentar las bases para una economía sostenible relacionada con el combustible sintético, que pueda convertirse así en una alternativa seria frente al petróleo, sobretodo considerando la alta dependencia que posee la economía estadounidense de los combustibles fósiles.
El estudio indicado forma parte de un programa integral, destinado a desarrollar un sistema para generar grandes cantidades de combustible sintético a partir de desechos agrícolas, otros tipos de biomasa o carbón, que se convertirían en un principio en gas y luego en un combustible líquido.
Otros objetivos relacionados son la disminución del dióxido de carbono generado en estos procesos, junto a un incremento en el rendimiento del combustible líquido mediante la adición de hidrógeno en los reactores en los cuales se procesa el carbón y la biomasa, de acuerdo a una técnica iniciada por ingenieros de Purdue University.
Esta trascendente investigación fue difundida mediante una nota de prensa de Purdue University, y también reproducida en un artículo del medio especializado Physorg.com. En este momento, los investigadores están estudiando las reacciones del carbón y la biomasa cuando son expuestos al vapor a alta presión, con el propósito de mejorar la eficiencia del proceso de gasificación.
El objetivo final del estudio es sentar las bases para una economía sostenible relacionada con el combustible sintético, que pueda convertirse así en una alternativa seria frente al petróleo, sobretodo considerando la alta dependencia que posee la economía estadounidense de los combustibles fósiles.
Beneficios ecológicos y esfuerzos en Europa
Asimismo, los resultados publicados recientemente también evidenciaron grandes ventajas ambientales. Con las nuevas técnicas en desarrollo, el dióxido de carbono generado al producir combustibles sintéticos se podría reducir en un 40 por ciento. Además, las nuevas metodologías lograrían disminuir los costos y mejorar la eficiencia de estos combustibles.
Considerando todos estos avances, los combustibles sintéticos podrían sustituir a los combustibles fósiles en una cantidad inimaginable de aplicaciones. Actualmente, las variantes sintéticas se mezclan con los combustibles convencionales para mejorar el rendimiento en automóviles y aviones.
En el continente europeo, la Alianza para los Combustibles Sintéticos en Europa (ASFE) ha indicado en diferentes ocasiones que los combustibles sintéticos pueden contribuir ampliamente en la concreción de objetivos claves para la Unión Europea, como el ahorro energético, la seguridad energética y la mejora de la calidad ambiental del aire, entre otras cuestiones.
Según recoge “El Economista” en un artículo, los expertos que conforman ASFE señalaron ya en el marco del Salón del Automóvil de Madrid del año 2006 que los combustibles sintéticos generados a partir del gas natural y la biomasa, entre otras fuentes, podrían reducir en gran medida la actual dependencia del petróleo en el continente europeo.
Asimismo, los resultados publicados recientemente también evidenciaron grandes ventajas ambientales. Con las nuevas técnicas en desarrollo, el dióxido de carbono generado al producir combustibles sintéticos se podría reducir en un 40 por ciento. Además, las nuevas metodologías lograrían disminuir los costos y mejorar la eficiencia de estos combustibles.
Considerando todos estos avances, los combustibles sintéticos podrían sustituir a los combustibles fósiles en una cantidad inimaginable de aplicaciones. Actualmente, las variantes sintéticas se mezclan con los combustibles convencionales para mejorar el rendimiento en automóviles y aviones.
En el continente europeo, la Alianza para los Combustibles Sintéticos en Europa (ASFE) ha indicado en diferentes ocasiones que los combustibles sintéticos pueden contribuir ampliamente en la concreción de objetivos claves para la Unión Europea, como el ahorro energético, la seguridad energética y la mejora de la calidad ambiental del aire, entre otras cuestiones.
Según recoge “El Economista” en un artículo, los expertos que conforman ASFE señalaron ya en el marco del Salón del Automóvil de Madrid del año 2006 que los combustibles sintéticos generados a partir del gas natural y la biomasa, entre otras fuentes, podrían reducir en gran medida la actual dependencia del petróleo en el continente europeo.