Mapa del impacto de las mareas en el nivel oceánico a nivel mundial. Adaptación del trabajo de B. Simon. IRD. (Pinchar para ampliar)
Los resultados de diversos estudios científicos, realizados desde 1993, confirman un aumento de 3.2 centímetros del nivel de los océanos. Aún cuando esta variación puede parecer poco significativa, resulta en realidad dos veces más importante que la que se registró durante el siglo anterior. Esta elevación del nivel de los mares es consecuencia del calentamiento climático.
Cuando la temperatura del océano aumenta, éste se dilata y ocupa por lo tanto un volumen mayor. En tanto que este fenómeno es actualmente bien conocido por los científicos, otros procesos menos estudiados, como el ciclo de las mareas, parecen contribuir en igual medida, a escala del planeta, a modificar el nivel de los océanos.
Al comparar una serie de imágenes satelitales captadas a intervalos regulares durante un periodo de 20 años, un equipo coordinado por investigadores del IRD calculó el nivel de contribución del ciclo bidecenal de las mareas en las variaciones globales del nivel de los mares. Se trata de un ciclo de mareas que se establece exactamente en 18.6 años, durante el cual el nivel medio de los mares aumenta anualmente en un 3% en la primera mitad del ciclo y disminuye posteriormente en un 3% los 9 años siguientes.
En primer lugar, los científicos centraron su atención en los 350 kilómetros de costa de la Guayana Francesa, que resultan muy propicios para la observación del fenómeno. Esta región es en efecto virgen de toda intervención humana y garantiza que la observación del mínimo cambio del trazo de la costa es de origen natural. La zona geográfica está además cubierta por un ecosistema de manglares cuya franja costera reacciona casi de inmediato a las fluctuaciones oceánicas.
Desde 1986 hasta 2006
A partir de 60 imágenes captadas por los satélites Spot, Landsat, ASAR y JERS, el estudio permitió observar la evolución de los manglares de 1986 a 2006, es decir un ciclo bidecenal completo de las mareas. De manera paralela y durante ese mismo periodo, satélites de altimetría (datos Ssalto producidos por AVISO) permitieron medir la evolución del nivel de los mares.
El análisis de los datos proporcionados por estos dos tipos de aparatos permitió a los científicos determinar la implicación del fenómeno en la fisonomía del litoral. De acuerdo con su análisis, el aumento del 3% de la amplitud de las mareas en la costa de la Guayana Francesa, así como en el conjunto de los 1.500 kms de costa de la planicie de las Guayanas, provocó una erosión del litoral de más de 100 metros durante los diez primeros años del ciclo.
La disminución de 3% durante la segunda mitad del ciclo permitió posteriormente una regeneración de los manglares, sinónimo de un avance de la costa. El estudio revela asimismo que el 75% del incremento del nivel de los mares registrado para esta zona costera durante los diez primeros años del ciclo, sería directamente atribuible al ciclo de las mareas.
En la costa de la planicie de las Guayanas, la crecida, es decir la diferencia de altura del agua entre la marea alta y la marea baja, es relativamente baja, ya que se establece en promedio en cerca de dos metros. En este contexto, se prevé que la elevación del nivel de los mares, directamente vinculada con el ciclo bidecenal, no será superior a algunos centímetros entre 2006 y 2015. Por lo tanto debería ser del mismo orden que la elevación del nivel de los mares vinculada con la dilatación del océano.
Nivel planetario
Al extrapolar los resultados obtenidos para la costa de la planicie de las Guayanas, los científicos pudieron finalmente estimar el impacto del ciclo de las mareas en la subida de las aguas a escala del planeta (ver mapa).
Existen zonas costeras en donde la crecida es mucho más espectacular que en las costas de Guayana. En el Monte Saint-Michel, en Francia, puede por ejemplo ser superior a 12 metros y en la bahía de Ungava, ubicada en la costa Este de Canadá, región del mundo donde se registra la mayor amplitud de mareas, alcanza hasta 20 metros.
En esas regiones, el ciclo bidecenal de las mareas podría, entre 2008 y 2015, provocar una elevación del nivel de los mares de más de 50 centímetros, es decir veinticinco veces más importante que la subida de las aguas vinculada con la expansión térmica del océano producto del calentamiento climático global.
En el periodo 2015-2025, la segunda fase de este ciclo contribuirá a una disminución regular del nivel de los mares. A escala del planeta, podría incluso compensar parcialmente los efectos de la subida de las aguas producto del calentamiento climático.
Al mejorar la toma de consciencia del fenómeno cíclico de las mareas, que es probablemente uno de los más previsibles del mundo, estos estudios deberían permitir durante las próximas dos décadas, entender mejor la geomorfología costera y, en particular, el fenómeno de la erosión del litoral.
Créditos
Esta investigación fue realizada en colaboración con la Université de Dunkerque, el Institut national de recherche agronomique (INRA) y el Virginia Institute of Marine Science (Estados Unidos de Norteamérica). Esta información fue publicada originalmente por el Institut de Recherche pour le Développement en su publicación Actualités Scientifiques. La traducción española ha sido difundida por Alphagalileo. El artículo original ha sido publicado en Nature Geoscience.
Ver artículo original
Cuando la temperatura del océano aumenta, éste se dilata y ocupa por lo tanto un volumen mayor. En tanto que este fenómeno es actualmente bien conocido por los científicos, otros procesos menos estudiados, como el ciclo de las mareas, parecen contribuir en igual medida, a escala del planeta, a modificar el nivel de los océanos.
Al comparar una serie de imágenes satelitales captadas a intervalos regulares durante un periodo de 20 años, un equipo coordinado por investigadores del IRD calculó el nivel de contribución del ciclo bidecenal de las mareas en las variaciones globales del nivel de los mares. Se trata de un ciclo de mareas que se establece exactamente en 18.6 años, durante el cual el nivel medio de los mares aumenta anualmente en un 3% en la primera mitad del ciclo y disminuye posteriormente en un 3% los 9 años siguientes.
En primer lugar, los científicos centraron su atención en los 350 kilómetros de costa de la Guayana Francesa, que resultan muy propicios para la observación del fenómeno. Esta región es en efecto virgen de toda intervención humana y garantiza que la observación del mínimo cambio del trazo de la costa es de origen natural. La zona geográfica está además cubierta por un ecosistema de manglares cuya franja costera reacciona casi de inmediato a las fluctuaciones oceánicas.
Desde 1986 hasta 2006
A partir de 60 imágenes captadas por los satélites Spot, Landsat, ASAR y JERS, el estudio permitió observar la evolución de los manglares de 1986 a 2006, es decir un ciclo bidecenal completo de las mareas. De manera paralela y durante ese mismo periodo, satélites de altimetría (datos Ssalto producidos por AVISO) permitieron medir la evolución del nivel de los mares.
El análisis de los datos proporcionados por estos dos tipos de aparatos permitió a los científicos determinar la implicación del fenómeno en la fisonomía del litoral. De acuerdo con su análisis, el aumento del 3% de la amplitud de las mareas en la costa de la Guayana Francesa, así como en el conjunto de los 1.500 kms de costa de la planicie de las Guayanas, provocó una erosión del litoral de más de 100 metros durante los diez primeros años del ciclo.
La disminución de 3% durante la segunda mitad del ciclo permitió posteriormente una regeneración de los manglares, sinónimo de un avance de la costa. El estudio revela asimismo que el 75% del incremento del nivel de los mares registrado para esta zona costera durante los diez primeros años del ciclo, sería directamente atribuible al ciclo de las mareas.
En la costa de la planicie de las Guayanas, la crecida, es decir la diferencia de altura del agua entre la marea alta y la marea baja, es relativamente baja, ya que se establece en promedio en cerca de dos metros. En este contexto, se prevé que la elevación del nivel de los mares, directamente vinculada con el ciclo bidecenal, no será superior a algunos centímetros entre 2006 y 2015. Por lo tanto debería ser del mismo orden que la elevación del nivel de los mares vinculada con la dilatación del océano.
Nivel planetario
Al extrapolar los resultados obtenidos para la costa de la planicie de las Guayanas, los científicos pudieron finalmente estimar el impacto del ciclo de las mareas en la subida de las aguas a escala del planeta (ver mapa).
Existen zonas costeras en donde la crecida es mucho más espectacular que en las costas de Guayana. En el Monte Saint-Michel, en Francia, puede por ejemplo ser superior a 12 metros y en la bahía de Ungava, ubicada en la costa Este de Canadá, región del mundo donde se registra la mayor amplitud de mareas, alcanza hasta 20 metros.
En esas regiones, el ciclo bidecenal de las mareas podría, entre 2008 y 2015, provocar una elevación del nivel de los mares de más de 50 centímetros, es decir veinticinco veces más importante que la subida de las aguas vinculada con la expansión térmica del océano producto del calentamiento climático global.
En el periodo 2015-2025, la segunda fase de este ciclo contribuirá a una disminución regular del nivel de los mares. A escala del planeta, podría incluso compensar parcialmente los efectos de la subida de las aguas producto del calentamiento climático.
Al mejorar la toma de consciencia del fenómeno cíclico de las mareas, que es probablemente uno de los más previsibles del mundo, estos estudios deberían permitir durante las próximas dos décadas, entender mejor la geomorfología costera y, en particular, el fenómeno de la erosión del litoral.
Créditos
Esta investigación fue realizada en colaboración con la Université de Dunkerque, el Institut national de recherche agronomique (INRA) y el Virginia Institute of Marine Science (Estados Unidos de Norteamérica). Esta información fue publicada originalmente por el Institut de Recherche pour le Développement en su publicación Actualités Scientifiques. La traducción española ha sido difundida por Alphagalileo. El artículo original ha sido publicado en Nature Geoscience.
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