Este mapa recoge la ubicación de las 30 regiones del mundo etiquetadas según la presencia pre-colonial de dioses moralizantes en sus respectivas culturas. Los números indican los miles de años de antigüedad. Los colores el tipo de dioses. Créditos: Harvey Whitehouse et al.
Las creencias sociales en los dioses, las deidades moralizantes que castigan transgresiones éticas, son una consecuencia, y no la causa, de la evolución de las sociedades complejas, ha descubierto una investigación internacional cuyos resultados se publican en la revista Nature.
La investigación basó sus análisis estadísticos en el la base de datos Seshat: Global History, la colección más completa y en constante crecimiento de datos históricos y prehistóricos: contiene aproximadamente 300.000 registros sobre complejidad social, religiones y otras características de 500 sociedades pasadas, que abarcan 10.000 años de historia humana.
"Durante siglos se ha debatido por qué los humanos, a diferencia de otros animales, cooperan en grandes grupos de individuos genéticamente no relacionados", explica el director y coautor del artículo, Peter Turchin, en un comunicado. “Factores como la agricultura, la guerra o la religión, han sido propuestos como las principales fuerzas impulsoras de esta cooperación”, añade.
Una de las teorías que explicaría esta cooperación se refiere a la hipótesis religiosa. Considera que las creencias en dioses serían la clave de esta evolución social, ya que los antepasados pudieron pensar que si no cooperaban entre sí de manera equilibrada, podían ser castigados.
Las primeras investigaciones sobre esta hipótesis dieron resultados mixtos, explican los autores en un artículo publicado al respecto en The Conversation: mientras que el castigo sobrenatural parece haber precedido al surgimiento de cierta complejidad social entre los pueblos de las islas del Pacífico, en los estudios de Eurasia se sugirió que la complejidad social surgió primero y que luego aparecieron las creencias en los dioses moralizantes. Sin embargo, estos estudios regionales tenían un alcance limitado y utilizaban medidas bastante elementales, tanto de la religión moralizadora como de la complejidad social.
414 sociedades de 30 regiones
En esta investigación, los científicos analizaron datos de 414 sociedades de 30 regiones del mundo, y utilizaron 51 medidas de complejidad social y cuatro medidas de cumplimiento sobrenatural de normas morales, para llegar al fondo del asunto.
Este análisis descubrió que los dioses moralizantes aparecieron en la historia mucho más tarde de la aparición de la complejidad social en la historia mundial. En consecuencia, los dioses que se preocupan por si somos buenos o malos no impulsaron el surgimiento inicial de las civilizaciones, sino que surgieron después y como consecuencia de ese proceso de complejidad social, explican.
Un ejemplo: el emperador Ashoka adoptó el budismo hace 2.300 años, después de que hubiera establecido un imperio grande y complejo del sur de Asia conocido como el Imperio Maurya.
La complejidad de una sociedad puede estimarse por características sociales como la población, el territorio y la sofisticación de las instituciones gubernamentales y los sistemas de información. Los datos religiosos incluyen la presencia de creencias en la aplicación sobrenatural de la reciprocidad, la imparcialidad y la lealtad, y la frecuencia y estandarización de los rituales religiosos.
La investigación basó sus análisis estadísticos en el la base de datos Seshat: Global History, la colección más completa y en constante crecimiento de datos históricos y prehistóricos: contiene aproximadamente 300.000 registros sobre complejidad social, religiones y otras características de 500 sociedades pasadas, que abarcan 10.000 años de historia humana.
"Durante siglos se ha debatido por qué los humanos, a diferencia de otros animales, cooperan en grandes grupos de individuos genéticamente no relacionados", explica el director y coautor del artículo, Peter Turchin, en un comunicado. “Factores como la agricultura, la guerra o la religión, han sido propuestos como las principales fuerzas impulsoras de esta cooperación”, añade.
Una de las teorías que explicaría esta cooperación se refiere a la hipótesis religiosa. Considera que las creencias en dioses serían la clave de esta evolución social, ya que los antepasados pudieron pensar que si no cooperaban entre sí de manera equilibrada, podían ser castigados.
Las primeras investigaciones sobre esta hipótesis dieron resultados mixtos, explican los autores en un artículo publicado al respecto en The Conversation: mientras que el castigo sobrenatural parece haber precedido al surgimiento de cierta complejidad social entre los pueblos de las islas del Pacífico, en los estudios de Eurasia se sugirió que la complejidad social surgió primero y que luego aparecieron las creencias en los dioses moralizantes. Sin embargo, estos estudios regionales tenían un alcance limitado y utilizaban medidas bastante elementales, tanto de la religión moralizadora como de la complejidad social.
414 sociedades de 30 regiones
En esta investigación, los científicos analizaron datos de 414 sociedades de 30 regiones del mundo, y utilizaron 51 medidas de complejidad social y cuatro medidas de cumplimiento sobrenatural de normas morales, para llegar al fondo del asunto.
Este análisis descubrió que los dioses moralizantes aparecieron en la historia mucho más tarde de la aparición de la complejidad social en la historia mundial. En consecuencia, los dioses que se preocupan por si somos buenos o malos no impulsaron el surgimiento inicial de las civilizaciones, sino que surgieron después y como consecuencia de ese proceso de complejidad social, explican.
Un ejemplo: el emperador Ashoka adoptó el budismo hace 2.300 años, después de que hubiera establecido un imperio grande y complejo del sur de Asia conocido como el Imperio Maurya.
La complejidad de una sociedad puede estimarse por características sociales como la población, el territorio y la sofisticación de las instituciones gubernamentales y los sistemas de información. Los datos religiosos incluyen la presencia de creencias en la aplicación sobrenatural de la reciprocidad, la imparcialidad y la lealtad, y la frecuencia y estandarización de los rituales religiosos.
Transición a lo complejo
El análisis estadístico desarrollado en esta investigación descubrió que las creencias sobre el castigo sobrenatural tienden a aparecer solo cuando las sociedades hacen la transición de lo simple a lo complejo, alrededor del momento en que la población total supera el millón de individuos, señalan los autores de esta investigación.
Los datos de Seshat también sugieren que los rituales colectivos diarios o semanales, equivalentes a los servicios dominicales de hoy o las oraciones de los viernes, aparecen temprano en el auge de la complejidad social.
A la vista de estos resultados, los investigadores se preguntan qué impacto puede tener en nuestra civilización actual la creciente disminución de creencias religiosas y en los nuevos estadios de la cooperación humana, por ejemplo el que representa el proyecto de la Unión Europea.
Si las creencias en los grandes dioses disminuyen, ¿qué significará eso para la cooperación entre grupos étnicos frente a la migración, la guerra o la propagación de la xenofobia? ¿Pueden las funciones de moralizar a los dioses simplemente ser reemplazadas por otras formas de vigilancia?, señalan.
Incluso si Seshat no puede proporcionar respuestas fáciles a todas estas preguntas, podría proporcionar una manera más confiable de estimar las probabilidades de diferentes futuros, concluyen los investigadores.
El análisis estadístico desarrollado en esta investigación descubrió que las creencias sobre el castigo sobrenatural tienden a aparecer solo cuando las sociedades hacen la transición de lo simple a lo complejo, alrededor del momento en que la población total supera el millón de individuos, señalan los autores de esta investigación.
Los datos de Seshat también sugieren que los rituales colectivos diarios o semanales, equivalentes a los servicios dominicales de hoy o las oraciones de los viernes, aparecen temprano en el auge de la complejidad social.
A la vista de estos resultados, los investigadores se preguntan qué impacto puede tener en nuestra civilización actual la creciente disminución de creencias religiosas y en los nuevos estadios de la cooperación humana, por ejemplo el que representa el proyecto de la Unión Europea.
Si las creencias en los grandes dioses disminuyen, ¿qué significará eso para la cooperación entre grupos étnicos frente a la migración, la guerra o la propagación de la xenofobia? ¿Pueden las funciones de moralizar a los dioses simplemente ser reemplazadas por otras formas de vigilancia?, señalan.
Incluso si Seshat no puede proporcionar respuestas fáciles a todas estas preguntas, podría proporcionar una manera más confiable de estimar las probabilidades de diferentes futuros, concluyen los investigadores.
Referencia
Complex societies precede moralizing gods throughout world history. Harvey Whitehouse et al. Nature (2019). DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-019-1043-4
Complex societies precede moralizing gods throughout world history. Harvey Whitehouse et al. Nature (2019). DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-019-1043-4