Fuente: PhotoXpress.
Los padres y las madres son personas con mayores niveles de felicidad que la gente que no tiene hijos, y además tienden más a percibir que su vida tiene sentido que las personas sin descendencia, revela una investigación realizada por especialistas de la Universidad de California en Riverside (UCR), de la Universidad de Standford (en Estados Unidos) y de la Universidad de British Columbia, en Canadá. La investigación fue llevada a cabo en ambos países.
Según publica la UCR en un comunicado, los progenitores serían además más felices cuidando de sus hijos que mientras realizan otras actividades cotidianas.
Una de las autoras de la investigación, la psicóloga de la UC Riverside, Sonja Lyubomirsky, señala que los resultados obtenidos no indican “que la paternidad o la maternidad hagan más felices a la gente, pero sí que el hecho de ser padre o madre está relacionado con la felicidad y con el sentimiento de que la vida tiene sentido”.
Estos hallazgos coinciden con los de otros estudios recientes, que han revelado que la maternidad y la paternidad conllevan aspectos positivos, a pesar de la responsabilidad que implican, y además encajan con perspectivas emergentes sobre la evolución, que sugieren que la maternidad o la paternidad son necesidades humanas fundamentales.
Sin embargo, también contradicen los resultados de otras investigaciones que en los últimos han señalado justo lo contrario: que la paternidad y la maternidad tienen un coste para el bienestar de los progenitores.
Según publica la UCR en un comunicado, los progenitores serían además más felices cuidando de sus hijos que mientras realizan otras actividades cotidianas.
Una de las autoras de la investigación, la psicóloga de la UC Riverside, Sonja Lyubomirsky, señala que los resultados obtenidos no indican “que la paternidad o la maternidad hagan más felices a la gente, pero sí que el hecho de ser padre o madre está relacionado con la felicidad y con el sentimiento de que la vida tiene sentido”.
Estos hallazgos coinciden con los de otros estudios recientes, que han revelado que la maternidad y la paternidad conllevan aspectos positivos, a pesar de la responsabilidad que implican, y además encajan con perspectivas emergentes sobre la evolución, que sugieren que la maternidad o la paternidad son necesidades humanas fundamentales.
Sin embargo, también contradicen los resultados de otras investigaciones que en los últimos han señalado justo lo contrario: que la paternidad y la maternidad tienen un coste para el bienestar de los progenitores.
Resultados obtenidos
La presente investigación consistió en tres experimentos, en los que se evaluó si los padres y las madres eran más felices en general que sus iguales sin hijos, si los padres y las madres se sentían más felices a cada momento que las personas sin descendencia, y si los padres y las madres experimentaban más sentimientos positivos cuando cuidaban de sus niños que cuando hacían cualquier otro tipo de actividades.
El análisis reveló, en primer lugar, que los padres y las madres eran más felices cuando cuidaban a sus hijos que en cualquier otro momento del día.
Los padres, en particular, expresaron niveles mayores de felicidad, de emociones positivas y de sentido en sus vidas que los hombres sin niños.
Según los investigadores, este punto requeriría de un análisis en mayor profundidad porque podría ser que “las satisfacciones de la paternidad se vieran contrarrestadas, en el caso de las madres, por la emergencia de responsabilidades y el aumento de las labores domésticas”.
Por otro lado, los estudios constataron que los padres y madres mayores y casados tendían a ser los más felices. Los autores de la investigación afirman que este último hallazgo sugiere que si eres mayor (y presumiblemente, más maduro) y estás casado (lo que presumiblemente conlleva un apoyo financiero y social mayor), entonces eres más propicio a estar más feliz con tus hijos que la gente que no tiene descendencia.
De hecho, esta diferencia con las personas sin hijos no se constató en padres y madres solteros ni en padres y madres muy jóvenes. Los resultados del presente estudio aparecerán publicados en Psychological Science, revista que edita la Association for Psychological Science de Estados Unidos.
La presente investigación consistió en tres experimentos, en los que se evaluó si los padres y las madres eran más felices en general que sus iguales sin hijos, si los padres y las madres se sentían más felices a cada momento que las personas sin descendencia, y si los padres y las madres experimentaban más sentimientos positivos cuando cuidaban de sus niños que cuando hacían cualquier otro tipo de actividades.
El análisis reveló, en primer lugar, que los padres y las madres eran más felices cuando cuidaban a sus hijos que en cualquier otro momento del día.
Los padres, en particular, expresaron niveles mayores de felicidad, de emociones positivas y de sentido en sus vidas que los hombres sin niños.
Según los investigadores, este punto requeriría de un análisis en mayor profundidad porque podría ser que “las satisfacciones de la paternidad se vieran contrarrestadas, en el caso de las madres, por la emergencia de responsabilidades y el aumento de las labores domésticas”.
Por otro lado, los estudios constataron que los padres y madres mayores y casados tendían a ser los más felices. Los autores de la investigación afirman que este último hallazgo sugiere que si eres mayor (y presumiblemente, más maduro) y estás casado (lo que presumiblemente conlleva un apoyo financiero y social mayor), entonces eres más propicio a estar más feliz con tus hijos que la gente que no tiene descendencia.
De hecho, esta diferencia con las personas sin hijos no se constató en padres y madres solteros ni en padres y madres muy jóvenes. Los resultados del presente estudio aparecerán publicados en Psychological Science, revista que edita la Association for Psychological Science de Estados Unidos.
Sonja Lyubomirsky. Fuente: UCR.
¿Un fenómeno psicológico moderno?
Como se ha dicho, los resultados de la presente investigación coinciden con los de otros estudios, pero también contradicen los de otras investigaciones recientes, como la realizada en 2011 por investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canadá.
Este otro estudio reveló que los padres insisten en defender que sus hijos son una fuente de felicidad y plenitud para sus vidas, con el fin de justificar el enorme esfuerzo que requiere su crianza. Para alcanzar esta conclusión, los especialistas analizaron en este caso a 80 padres y madres, que tenían todos al menos un hijo menor de 18 años.
Los investigadores explicaron entonces los resultados obtenidos desde una perspectiva histórica: antes, los niños constituían un valor económico para las familias porque trabajaban con los adultos en el campo o trayendo dinero a casa. Entonces las relaciones entre padres e hijos eran menos afectivas.
Pero, a medida que el valor de los hijos (como activo económico) se ha ido reduciendo y el coste de tenerlos ha aumentado, también lo ha hecho la creencia en que la paternidad o la maternidad están recompensadas emocionalmente. Los científicos canadienses creen que, por esa razón, el disfrute de la crianza es un fenómeno psicológico moderno.
Por otra parte, en 2009, un artículo publicado en la revista The Psychologist afirmaba que el aspecto idílico de la paternidad y de la maternidad podría ser sólo una ilusión, ya que diversos estudios han constatado que no existe una relación directa entre el hecho de tener hijos y el de ser felices.
Más bien al contrario, señalaba el artículo, se ha comprobado que los padres y madres presentan niveles significativamente más bajos de felicidad que los adultos sin hijos, ya que el tener descendencia tiene un coste para la dicha de los padres, para su tranquilidad marital y para su satisfacción personal.
Como se ha dicho, los resultados de la presente investigación coinciden con los de otros estudios, pero también contradicen los de otras investigaciones recientes, como la realizada en 2011 por investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canadá.
Este otro estudio reveló que los padres insisten en defender que sus hijos son una fuente de felicidad y plenitud para sus vidas, con el fin de justificar el enorme esfuerzo que requiere su crianza. Para alcanzar esta conclusión, los especialistas analizaron en este caso a 80 padres y madres, que tenían todos al menos un hijo menor de 18 años.
Los investigadores explicaron entonces los resultados obtenidos desde una perspectiva histórica: antes, los niños constituían un valor económico para las familias porque trabajaban con los adultos en el campo o trayendo dinero a casa. Entonces las relaciones entre padres e hijos eran menos afectivas.
Pero, a medida que el valor de los hijos (como activo económico) se ha ido reduciendo y el coste de tenerlos ha aumentado, también lo ha hecho la creencia en que la paternidad o la maternidad están recompensadas emocionalmente. Los científicos canadienses creen que, por esa razón, el disfrute de la crianza es un fenómeno psicológico moderno.
Por otra parte, en 2009, un artículo publicado en la revista The Psychologist afirmaba que el aspecto idílico de la paternidad y de la maternidad podría ser sólo una ilusión, ya que diversos estudios han constatado que no existe una relación directa entre el hecho de tener hijos y el de ser felices.
Más bien al contrario, señalaba el artículo, se ha comprobado que los padres y madres presentan niveles significativamente más bajos de felicidad que los adultos sin hijos, ya que el tener descendencia tiene un coste para la dicha de los padres, para su tranquilidad marital y para su satisfacción personal.