La telefonía móvil se extiende sin parar en nuestras sociedades. Hasta tal punto que, en 2020, habrá mil millones más de abonados, según un informe de la GSMA (la organización mundial de operadores móviles) presentado en el Mobile World Congress celebrado estos días en Barcelona. Eso supone que, para ese año, ya serán nada menos que 4.600 millones de personas las que tengan móvil en el mundo.
Una parte importante de ellas tendrá un smartphone o teléfono inteligente, que permite hacer búsquedas de información, reservas de restaurantes u orientarse espacialmente casi por cualquier sitio, entre muchas otras cosas.
Si unimos un uso tan extendido con la comodidad que proporcionan los smartphones es normal empezar a preguntarse por los efectos a largo plazo que tendrá esta nueva tecnología, que parece que ha llegado para quedarse.
En esta dirección han ido tres estudios realizados por especialistas de la Universidad de Waterloo, en Canadá. Estos investigadores se preguntaron, en concreto, por la relación entre los smartphones y la inteligencia humana.
Para tratar de encontrar dicha relación, analizaron las habilidades cognitivas de 660 sujetos: sus estilos cognitivos (de más intuitivo a más analítico) y sus capacidades numéricas y verbales. También examinaron los hábitos de uso de smartphones de todos los sujetos, informa la Universidad de Waterloo en un comunicado.
Una parte importante de ellas tendrá un smartphone o teléfono inteligente, que permite hacer búsquedas de información, reservas de restaurantes u orientarse espacialmente casi por cualquier sitio, entre muchas otras cosas.
Si unimos un uso tan extendido con la comodidad que proporcionan los smartphones es normal empezar a preguntarse por los efectos a largo plazo que tendrá esta nueva tecnología, que parece que ha llegado para quedarse.
En esta dirección han ido tres estudios realizados por especialistas de la Universidad de Waterloo, en Canadá. Estos investigadores se preguntaron, en concreto, por la relación entre los smartphones y la inteligencia humana.
Para tratar de encontrar dicha relación, analizaron las habilidades cognitivas de 660 sujetos: sus estilos cognitivos (de más intuitivo a más analítico) y sus capacidades numéricas y verbales. También examinaron los hábitos de uso de smartphones de todos los sujetos, informa la Universidad de Waterloo en un comunicado.
Motor de búsqueda vs. pensamiento analítico
Los resultados obtenidos señalaron que sí existiría una asociación entre la propensión a usar mucho el smartphone y la inteligencia.
En concreto, constató que aquellos participantes que demostraron fuertes habilidades cognitivas y la voluntad de pensar de manera analítica habían pasado menos tiempo utilizando el motor de búsqueda de sus smartphones durante el año anterior.
Por el contrario, los sujetos intuitivos –más propensos a confiar en sus instintos a la hora de tomar decisiones- usaron más a menudo el motor de búsqueda de los teléfonos, en lugar de usar sus propios cerebros para resolver cuestiones.
Como los investigadores consideran que “las personas altamente inteligentes son más analíticas y menos intuitivas a la hora de resolver problemas”, deducen que “existe una relación entre un uso constante del smartphone y una menor inteligencia”.
El uso del móvil para las relaciones sociales o para aplicaciones de entretenimiento no pudo asociarse, sin embargo, a capacidades cognitivas superiores ni inferiores.
Una ‘prolongación de la mente’ con potenciales efectos adversos
"Décadas de investigación han revelado que los humanos están ansiosos por evitar el esfuerzo que supone resolver problemas, y parece probable que la gente esté usando cada vez más los teléfonos inteligentes como una prolongación de su propia mente", explica Nathaniel Barr, autora principal de la investigación.
A largo plazo, el uso excesivo de los smartphones puede tener consecuencias adversas para el envejecimiento, advierten los investigadores. Se supone que porque tener un cerebro activo –que piense y busque soluciones por sí mismo- es una buena manera de asegurarse un óptimo funcionamiento cerebral en edades avanzadas.
Los resultados obtenidos señalaron que sí existiría una asociación entre la propensión a usar mucho el smartphone y la inteligencia.
En concreto, constató que aquellos participantes que demostraron fuertes habilidades cognitivas y la voluntad de pensar de manera analítica habían pasado menos tiempo utilizando el motor de búsqueda de sus smartphones durante el año anterior.
Por el contrario, los sujetos intuitivos –más propensos a confiar en sus instintos a la hora de tomar decisiones- usaron más a menudo el motor de búsqueda de los teléfonos, en lugar de usar sus propios cerebros para resolver cuestiones.
Como los investigadores consideran que “las personas altamente inteligentes son más analíticas y menos intuitivas a la hora de resolver problemas”, deducen que “existe una relación entre un uso constante del smartphone y una menor inteligencia”.
El uso del móvil para las relaciones sociales o para aplicaciones de entretenimiento no pudo asociarse, sin embargo, a capacidades cognitivas superiores ni inferiores.
Una ‘prolongación de la mente’ con potenciales efectos adversos
"Décadas de investigación han revelado que los humanos están ansiosos por evitar el esfuerzo que supone resolver problemas, y parece probable que la gente esté usando cada vez más los teléfonos inteligentes como una prolongación de su propia mente", explica Nathaniel Barr, autora principal de la investigación.
A largo plazo, el uso excesivo de los smartphones puede tener consecuencias adversas para el envejecimiento, advierten los investigadores. Se supone que porque tener un cerebro activo –que piense y busque soluciones por sí mismo- es una buena manera de asegurarse un óptimo funcionamiento cerebral en edades avanzadas.
Referencia bibliográfica:
Nathaniel Barr, Gordon Pennycook, Jennifer A. Stolz, Jonathan A. Fugelsang. The brain in your pocket: Evidence that Smartphones are used to supplant thinking. Computers in Human Behavior (2015). DOI: 10.1016/j.chb.2015.02.029.
Nathaniel Barr, Gordon Pennycook, Jennifer A. Stolz, Jonathan A. Fugelsang. The brain in your pocket: Evidence that Smartphones are used to supplant thinking. Computers in Human Behavior (2015). DOI: 10.1016/j.chb.2015.02.029.