Después de las nevadas de enero, que se hicieron esperar, la mayor parte de las regiones de los Alpes suizos están ahora nevadas, pero numerosos sitios registraron durante el mes de diciembre las menores nevadas desde que existen registros, hace aproximadamente 150 años.
El año 2016 ha sido el tercero de una serie de navidades sin apenas nieve en las tradicionales pistas de esquí de los Alpes. Un estudio publicado ahora en The Cryosphere por el Instituto WSL para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas, indica que las regiones de montaña tendrán que prepararse para vivir navidades verdes cada vez con más frecuencia, según se informa en un comunicado de la European Geosciences Union.
Los investigadores indican en su estudio que el manto de nieve de los Alpes podría disminuir un 70% de aquí a finales de siglo. El manto será menos espeso en todas las altitudes, según todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, si bien las regiones inferiores a los 1.200 metros de altitud serán las más afectadas, ya que no tendrán casi nada de nieve continua hacia finales del siglo. Por debajo de los 1.200 metros de altitud está ubicada una cuarta parte de los alojamientos turísticos de invierno.
Las estaciones de esquí situadas por encima de los 3.000 metros, sufrirán una disminución del manto de nieve del 40%. Pero si la temperatura global no sube por encima de los dos grados de aquí a finales de siglo, la disminución del manto de nieve se limitará a esa altitud al 30% en 2100.
Los resultados de estos investigadores señalan igualmente que el invierno alpino, la época durante la cual hay suficiente nieve para los deportes de invierno, se reducirá. Con el calentamiento climático, la estación de esquí deberá comenzar quince días o un mes más tarde que en la actualidad.
Y no es todo: si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero que transforman el clima global, a finales de siglo sólo se encontrará nieve para los deportes de invierno por encima de los 2.500 metros de altitud.
La capa de nieve va disminuir sin lugar a dudas en los Alpes, confirma Christoph Marty, autor principal del estudio, si bien el nivel de emisiones futuras va a determinar la dimensión de esta disminución.
El año 2016 ha sido el tercero de una serie de navidades sin apenas nieve en las tradicionales pistas de esquí de los Alpes. Un estudio publicado ahora en The Cryosphere por el Instituto WSL para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas, indica que las regiones de montaña tendrán que prepararse para vivir navidades verdes cada vez con más frecuencia, según se informa en un comunicado de la European Geosciences Union.
Los investigadores indican en su estudio que el manto de nieve de los Alpes podría disminuir un 70% de aquí a finales de siglo. El manto será menos espeso en todas las altitudes, según todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, si bien las regiones inferiores a los 1.200 metros de altitud serán las más afectadas, ya que no tendrán casi nada de nieve continua hacia finales del siglo. Por debajo de los 1.200 metros de altitud está ubicada una cuarta parte de los alojamientos turísticos de invierno.
Las estaciones de esquí situadas por encima de los 3.000 metros, sufrirán una disminución del manto de nieve del 40%. Pero si la temperatura global no sube por encima de los dos grados de aquí a finales de siglo, la disminución del manto de nieve se limitará a esa altitud al 30% en 2100.
Los resultados de estos investigadores señalan igualmente que el invierno alpino, la época durante la cual hay suficiente nieve para los deportes de invierno, se reducirá. Con el calentamiento climático, la estación de esquí deberá comenzar quince días o un mes más tarde que en la actualidad.
Y no es todo: si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero que transforman el clima global, a finales de siglo sólo se encontrará nieve para los deportes de invierno por encima de los 2.500 metros de altitud.
La capa de nieve va disminuir sin lugar a dudas en los Alpes, confirma Christoph Marty, autor principal del estudio, si bien el nivel de emisiones futuras va a determinar la dimensión de esta disminución.
Menos lluvia, menos nieve
Aunque las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero van a traer temperaturas cada vez más altas en los Alpes, los científicos están menos convencidos de la influencia del cambio climático sobre las nevadas.
La mayoría de los modelos estiman que las precipitaciones invernales van a aumentar ligeramente de aquí a finales de siglo. “Según nuestro estudio, estas precipitaciones deben producirse en forma de lluvia y no de nieve, debido al aumento simultáneo de las temperaturas”, añade Christoph Marty.
“Esperamos demostrar de manera convincente con estos resultados que las crecientes precipitaciones invernales no podrán compensar el efecto de la elevación de las temperaturas”, puntualiza.
Las previsiones de los investigadores se apoyan en detalladas evaluaciones. Sebastian Schlögl, coautor del trabajo, señala: “utilizamos un gran número de datos meteorológicos, actuales y pasados, y los más diversos escenarios de calentamiento climático, para simular el manto de nieve futuro en las regiones de montaña mediante el modelo informático open-source llamado cALPINE3D.”
Menos nieve y una estación de esquí más corta son dos elementos que afectarán profundamente al turismo de invierno. Según Sebastian Schlögl, como numerosos pueblos alpinos dependen enormemente del turismo, la economía y la vida social de estos centros turísticos se verán afectadas.
Sin embargo, el estudio también indica hasta qué punto podría ser bueno para los Alpes limitar el calentamiento climático. Según Christoph Marty, aunque es inquietante constatar que podemos perder el 30% de la capa de nieve con un escenario de calentamiento global de 2ºC, al mismo tiempo podemos pensar que podemos perder el 70% si no cambiamos nuestros comportamientos actuales.
Aunque las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero van a traer temperaturas cada vez más altas en los Alpes, los científicos están menos convencidos de la influencia del cambio climático sobre las nevadas.
La mayoría de los modelos estiman que las precipitaciones invernales van a aumentar ligeramente de aquí a finales de siglo. “Según nuestro estudio, estas precipitaciones deben producirse en forma de lluvia y no de nieve, debido al aumento simultáneo de las temperaturas”, añade Christoph Marty.
“Esperamos demostrar de manera convincente con estos resultados que las crecientes precipitaciones invernales no podrán compensar el efecto de la elevación de las temperaturas”, puntualiza.
Las previsiones de los investigadores se apoyan en detalladas evaluaciones. Sebastian Schlögl, coautor del trabajo, señala: “utilizamos un gran número de datos meteorológicos, actuales y pasados, y los más diversos escenarios de calentamiento climático, para simular el manto de nieve futuro en las regiones de montaña mediante el modelo informático open-source llamado cALPINE3D.”
Menos nieve y una estación de esquí más corta son dos elementos que afectarán profundamente al turismo de invierno. Según Sebastian Schlögl, como numerosos pueblos alpinos dependen enormemente del turismo, la economía y la vida social de estos centros turísticos se verán afectadas.
Sin embargo, el estudio también indica hasta qué punto podría ser bueno para los Alpes limitar el calentamiento climático. Según Christoph Marty, aunque es inquietante constatar que podemos perder el 30% de la capa de nieve con un escenario de calentamiento global de 2ºC, al mismo tiempo podemos pensar que podemos perder el 70% si no cambiamos nuestros comportamientos actuales.
Referencia
How much can we save? Impact of different emission scenarios on future snow cover in the Alps. The Cryosphere, 11, 517-529, 2017. doi:10.5194/tc-11-517-2017
How much can we save? Impact of different emission scenarios on future snow cover in the Alps. The Cryosphere, 11, 517-529, 2017. doi:10.5194/tc-11-517-2017