El auge que experimentan las energías renovables no será suficiente para frenar el calentamiento global, según un estudio publicado en Nature Climate Change.
La energía solar, eólica o los coches eléctricos no bastarán para mantener la temperatura por debajo de los 2ºC fijados en el Acuerdo de París de diciembre de 2015, a menos que se consigan progresos tecnológicos en la captura de los gases de efecto invernadero, señalan los investigadores.
En la actualidad, estas tecnologías limpias no están impidiendo realmente el aumento de la combustión de las energías fósiles o los tradiciones sistemas de transporte de energía.
El recalentamiento se debe en gran medida a la combustión del gas, del carbón y del petróleo, que son las fuentes que mueven la economía mundial desde la Revolución Industrial hasta nuestros días. Desde entonces, la temperatura global ha subido un grado y provocado graves consecuencias, como las sequías, tempestades, inundaciones, etc.
Aunque el Acuerdo de París fijó un objetivo colectivo para frenar el calentamiento global en las próximas décadas, no estableció sin embargo un sistema de seguimiento para vigilar los compromisos de los países signatarios.
Los investigadores han establecido una decena de indicadores para hacer un seguimiento y una comparativa de las medidas acordadas en París, entre ellos el crecimiento del PIB, la energía consumida y las emisiones de CO2 por unidad del PIB, así como la parte que corresponde a las energías fósiles en los diferentes apartados.
De esta forma, han podido establecer que las energías fósiles representan menos del 3% del consumo mundial de energía, a pesar de que este porcentaje es hoy cinco veces más importante que en el año 2000.
Sin embargo, el 87% del consumo mundial de energía sigue siendo de origen fósil, tal como ocurría hace 15 años.
La energía solar, eólica o los coches eléctricos no bastarán para mantener la temperatura por debajo de los 2ºC fijados en el Acuerdo de París de diciembre de 2015, a menos que se consigan progresos tecnológicos en la captura de los gases de efecto invernadero, señalan los investigadores.
En la actualidad, estas tecnologías limpias no están impidiendo realmente el aumento de la combustión de las energías fósiles o los tradiciones sistemas de transporte de energía.
El recalentamiento se debe en gran medida a la combustión del gas, del carbón y del petróleo, que son las fuentes que mueven la economía mundial desde la Revolución Industrial hasta nuestros días. Desde entonces, la temperatura global ha subido un grado y provocado graves consecuencias, como las sequías, tempestades, inundaciones, etc.
Aunque el Acuerdo de París fijó un objetivo colectivo para frenar el calentamiento global en las próximas décadas, no estableció sin embargo un sistema de seguimiento para vigilar los compromisos de los países signatarios.
Los investigadores han establecido una decena de indicadores para hacer un seguimiento y una comparativa de las medidas acordadas en París, entre ellos el crecimiento del PIB, la energía consumida y las emisiones de CO2 por unidad del PIB, así como la parte que corresponde a las energías fósiles en los diferentes apartados.
De esta forma, han podido establecer que las energías fósiles representan menos del 3% del consumo mundial de energía, a pesar de que este porcentaje es hoy cinco veces más importante que en el año 2000.
Sin embargo, el 87% del consumo mundial de energía sigue siendo de origen fósil, tal como ocurría hace 15 años.
Déficit tecnológico
El estudio destaca que las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) provocadas por la quema de combustibles fósiles han permanecido estables durante tres años consecutivos (2014, 2015 y 2016), alrededor de las 36 gigatoneladas de dióxido de carbono.
Al mismo tiempo, destaca el estudio, algunas tecnologías consideradas esenciales para limitar la escalada de la temperatura global no están todavía a punto, como por ejemplo la capacidad de extraer CO2 de la atmósfera.
La captura y almacenamiento de los gases de efecto invernadero no se han desarrollado tecnológicamente lo suficiente para contribuir a la escalada de las temperaturas, añade el estudio.
Los biocarburantes, que absorben el carbono que emiten, son también una solución inexistente a un nivel suficiente para frenar el calentamiento global.
Todas estas tecnologías, según los investigadores, deberían potenciarse conjuntamente para impedir que la deriva climática lleve al planeta a un calentamiento de 3ºC o 4ºC, lo que demanda una urgente acción política.
Para estos investigadores, la dinámica del mercado no será suficiente para impedir que el calentamiento global sobrepase los límites de riesgo, al mismo tiempo que señalan que el objetivo de mantener la temperatura por debajo de los 2ºC no se alcanzará si no se detienen las emisiones derivadas de los carburantes fósiles.
El estudio destaca que las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) provocadas por la quema de combustibles fósiles han permanecido estables durante tres años consecutivos (2014, 2015 y 2016), alrededor de las 36 gigatoneladas de dióxido de carbono.
Al mismo tiempo, destaca el estudio, algunas tecnologías consideradas esenciales para limitar la escalada de la temperatura global no están todavía a punto, como por ejemplo la capacidad de extraer CO2 de la atmósfera.
La captura y almacenamiento de los gases de efecto invernadero no se han desarrollado tecnológicamente lo suficiente para contribuir a la escalada de las temperaturas, añade el estudio.
Los biocarburantes, que absorben el carbono que emiten, son también una solución inexistente a un nivel suficiente para frenar el calentamiento global.
Todas estas tecnologías, según los investigadores, deberían potenciarse conjuntamente para impedir que la deriva climática lleve al planeta a un calentamiento de 3ºC o 4ºC, lo que demanda una urgente acción política.
Para estos investigadores, la dinámica del mercado no será suficiente para impedir que el calentamiento global sobrepase los límites de riesgo, al mismo tiempo que señalan que el objetivo de mantener la temperatura por debajo de los 2ºC no se alcanzará si no se detienen las emisiones derivadas de los carburantes fósiles.
Referencia
Key indicators to track current progress and future ambition of the Paris Agreement. Nature Climate Change 7, 118–122 (2017) doi:10.1038/nclimate3202
Key indicators to track current progress and future ambition of the Paris Agreement. Nature Climate Change 7, 118–122 (2017) doi:10.1038/nclimate3202