Imagen: Patrick Hoesly. Fuente: Flickr.
Generaciones de niños de todo el mundo disfrutaron de juegos como Pac-man, Galaga y Donkey Kong, entre otros. De hecho, muchos de los programadores, científicos e investigadores más importantes del mundo dieron sus primeros pasos informáticos con este tipo de entretenimiento. No obstante, al igual que ocurre con muchos otros juegos, con el tiempo se les da de lado y se sustituyen por otros.
Aún así no han caído en el olvido. Gracias a un proyecto financiado con fondos europeos ya existen las herramientas necesarias para que la generación actual y las venideras accedan a estos juegos ahora y en el futuro. El proyecto KEEP (“Keeping emulation environments portable”) ha recibido 3,1 millones de euros de financiación en virtud del tema “Tecnologías de la información y la comunicación” (TIC) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE, una cantidad que supone cerca de tres cuartos del presupuesto total del proyecto.
La labor realizada por aficionados, bibliotecas, museos y archivos nacionales ha permitido conservar óptimamente gran parte de este patrimonio digital. Se han recopilado muchas copias de software antiguo en calidad de objetos de arte de la primera era digital, desde los primeros videojuegos hasta los paquetes de aplicaciones de software profesional de alta gama.
Pero este material está almacenado en disquetes y cartuchos y, a no ser que se disponga de la consola, el ordenador o incluso el monitor de la época correspondiente, resulta extremadamente complicado cargarlos. Pero ¿qué pasa cuando el equipo viejo se rompe y no se puede arreglar?
Aún así no han caído en el olvido. Gracias a un proyecto financiado con fondos europeos ya existen las herramientas necesarias para que la generación actual y las venideras accedan a estos juegos ahora y en el futuro. El proyecto KEEP (“Keeping emulation environments portable”) ha recibido 3,1 millones de euros de financiación en virtud del tema “Tecnologías de la información y la comunicación” (TIC) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE, una cantidad que supone cerca de tres cuartos del presupuesto total del proyecto.
La labor realizada por aficionados, bibliotecas, museos y archivos nacionales ha permitido conservar óptimamente gran parte de este patrimonio digital. Se han recopilado muchas copias de software antiguo en calidad de objetos de arte de la primera era digital, desde los primeros videojuegos hasta los paquetes de aplicaciones de software profesional de alta gama.
Pero este material está almacenado en disquetes y cartuchos y, a no ser que se disponga de la consola, el ordenador o incluso el monitor de la época correspondiente, resulta extremadamente complicado cargarlos. Pero ¿qué pasa cuando el equipo viejo se rompe y no se puede arreglar?
Los emuladores devolverán la vida a Super Mario
El proyecto KEEP propuso una solución: los emuladores. Un emulador es una aplicación de software que se ejecuta en los ordenadores modernos, incluso en la web, para simular el hardware y los componentes del sistema de los ordenadores caducos. Se trata de una máquina virtual.
El emulador de un Commodore 64 permitirá la ejecución de los juegos de Commodore 64 y el emulador de una Gameboy hará que Super Mario Land recobre la vida, y además con la comodidad de poder elegir el dispositivo que mejor convenga en el momento.
En KEEP se percataron desde un principio de que los emuladores, al ser también software, pueden acabar obsoletos. Para evitarlo, los socios del proyecto se propusieron construir emuladores a ‘prueba del paso del tiempo’, que puedan ejecutarse en las máquinas del mañana.
Así utilizaron la máquina virtual de KEEP como plataforma, una solución que puede ejecutar un software de emulación, pero que además es capaz de adaptarse fácilmente a las especificaciones futuras y aún desconocidas que precise una arquitectura informática.
“KEEP se propuso ofrecer todas las herramientas necesarias para no quedarnos atrapados en un software antiguo”, ha explicado Elisabeth Freyre, de la Biblioteca Nacional de Francia y coordinadora del proyecto en declaraciones recogidas por CORDIS.
Freyre añade que: “Nos dimos cuenta de que no podemos fiarnos del hardware que se ha quedado obsoleto para ejecutar el software, ya que el hardware es en sí un artefacto del pasado. Así que tenemos que confiar en los emuladores para recobrar los objetos digitales tanto estáticos como dinámicos del pasado como son los archivos de texto, sonido e imagen, los documentos multimedia, sitios web, bases de datos, videojuegos, etc.”
KEEP ha desarrollado un conjunto de herramientas que ayudará a los archivistas a extraer datos procedentes de diferentes tipos de ‘soportes’ (la forma en que se empaqueta el software) y convertir los datos en un formato de codificación común utilizable y multiplataforma. Así se logra que el juego no quede preso del dispositivo para el que se fabricó, ya fuese éste una máquina recreativa o un Commodore 64.
Guía divulgativa para cuestiones legales
El “Marco de herramientas de transferencia multimedia” (MTTF) de KEEP constituye una manera idónea de crear una imagen de un soporte de software y almacenarla en los medios digitales actuales para que pueda ser utilizada por los servicios de emulación. El marco cumple además las directrices de la Open Planets Foundation relativas a la interoperabilidad en la conservación digital.
“El desarrollo de este marco destinado al archivo de materiales digitales heredados supone un gran avance en la conservación de nuestra cultura digital”, señala Freyre. “Hemos logrado un progreso técnico óptimo, pero también somos conscientes del contexto social de lo que estamos haciendo, así que hemos elaborado además una guía divulgativa para abordar las cuestiones legales relativas a la copia y la conservación de software”.
En KEEP mantienen que su marco de emulación es una de las claves de su éxito. Este marco no es propiamente un emulador, sino una herramienta de software que puede identificar el contenido de un archivo o imagen de soporte y después ejecutar el emulador más apropiado que exista.
La perspectiva a largo plazo y de gran calado adoptada por el proyecto garantizará el acceso al patrimonio digital para las generaciones venideras. “Es imposible imaginar lo importante que es la conservación de todos nuestros bienes digitales para la posteridad”, afirma Freyre. “Pero sin la emulación funcional en el futuro, los bienes digitales guardados pasarán a ser meros objetos físicos, discos y cintas en los que se ha almacenado el software. Hemos creado una llave para que las generaciones futuras desvelen el código y vean lo que se ve hoy en día, las imágenes, juegos y aplicaciones que son tan importantes para la sociedad actual”, concluye la coordinadora.
El proyecto KEEP propuso una solución: los emuladores. Un emulador es una aplicación de software que se ejecuta en los ordenadores modernos, incluso en la web, para simular el hardware y los componentes del sistema de los ordenadores caducos. Se trata de una máquina virtual.
El emulador de un Commodore 64 permitirá la ejecución de los juegos de Commodore 64 y el emulador de una Gameboy hará que Super Mario Land recobre la vida, y además con la comodidad de poder elegir el dispositivo que mejor convenga en el momento.
En KEEP se percataron desde un principio de que los emuladores, al ser también software, pueden acabar obsoletos. Para evitarlo, los socios del proyecto se propusieron construir emuladores a ‘prueba del paso del tiempo’, que puedan ejecutarse en las máquinas del mañana.
Así utilizaron la máquina virtual de KEEP como plataforma, una solución que puede ejecutar un software de emulación, pero que además es capaz de adaptarse fácilmente a las especificaciones futuras y aún desconocidas que precise una arquitectura informática.
“KEEP se propuso ofrecer todas las herramientas necesarias para no quedarnos atrapados en un software antiguo”, ha explicado Elisabeth Freyre, de la Biblioteca Nacional de Francia y coordinadora del proyecto en declaraciones recogidas por CORDIS.
Freyre añade que: “Nos dimos cuenta de que no podemos fiarnos del hardware que se ha quedado obsoleto para ejecutar el software, ya que el hardware es en sí un artefacto del pasado. Así que tenemos que confiar en los emuladores para recobrar los objetos digitales tanto estáticos como dinámicos del pasado como son los archivos de texto, sonido e imagen, los documentos multimedia, sitios web, bases de datos, videojuegos, etc.”
KEEP ha desarrollado un conjunto de herramientas que ayudará a los archivistas a extraer datos procedentes de diferentes tipos de ‘soportes’ (la forma en que se empaqueta el software) y convertir los datos en un formato de codificación común utilizable y multiplataforma. Así se logra que el juego no quede preso del dispositivo para el que se fabricó, ya fuese éste una máquina recreativa o un Commodore 64.
Guía divulgativa para cuestiones legales
El “Marco de herramientas de transferencia multimedia” (MTTF) de KEEP constituye una manera idónea de crear una imagen de un soporte de software y almacenarla en los medios digitales actuales para que pueda ser utilizada por los servicios de emulación. El marco cumple además las directrices de la Open Planets Foundation relativas a la interoperabilidad en la conservación digital.
“El desarrollo de este marco destinado al archivo de materiales digitales heredados supone un gran avance en la conservación de nuestra cultura digital”, señala Freyre. “Hemos logrado un progreso técnico óptimo, pero también somos conscientes del contexto social de lo que estamos haciendo, así que hemos elaborado además una guía divulgativa para abordar las cuestiones legales relativas a la copia y la conservación de software”.
En KEEP mantienen que su marco de emulación es una de las claves de su éxito. Este marco no es propiamente un emulador, sino una herramienta de software que puede identificar el contenido de un archivo o imagen de soporte y después ejecutar el emulador más apropiado que exista.
La perspectiva a largo plazo y de gran calado adoptada por el proyecto garantizará el acceso al patrimonio digital para las generaciones venideras. “Es imposible imaginar lo importante que es la conservación de todos nuestros bienes digitales para la posteridad”, afirma Freyre. “Pero sin la emulación funcional en el futuro, los bienes digitales guardados pasarán a ser meros objetos físicos, discos y cintas en los que se ha almacenado el software. Hemos creado una llave para que las generaciones futuras desvelen el código y vean lo que se ve hoy en día, las imágenes, juegos y aplicaciones que son tan importantes para la sociedad actual”, concluye la coordinadora.