Einführung in die Artificial Intelligence
La primera experiencia de una sociedad artificial compleja cuenta ya con una red de computación distribuida formada por 60 ordenadores en los que vivirán hasta mil personas artificiales, según ha explicado el coordinador del proyecto NEW TIES, Gusz Eiben, profesor de Inteligencia Artificial en la Vrije Universiteit de Amsterdam.
El NEW TIES es un proyecto fundado por la Comisión Europea dentro del programa IST de Tecnologías Emergentes y de Futuro (FET en el que colaboran cinco institutos europeos de investigación. Su objetivo, tal como explicamos en otro artículo, es crear un mundo formado por softwares aleatoriamente generados –individuos generados informáticamente, similares a los famosos SIMS-, capaces de desarrollar entre ellos su propio lenguaje y cultura.
Tal como informa al respecto CORDIS, el Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo, la red de computación distribuida (Grid formada hoy por 60 ordenadores estará integrada en poco tiempo por 5.000 ordenadores y las mil personas con las que nacerá esta primera sociedad artificial compleja se convertirán en un millón.
Esta interacción social entre seres creados gracias a la inteligencia artificial supone un gran reto para el equipo de expertos en esta materia, informáticos, sociólogos y lingüistas que trabajan para el proyecto.
La palabra clave de este proyecto es su dimensión “social”, porque hasta la fecha se sabe cómo pueden aprender las máquinas, pero nunca se ha considerado si pueden o no desarrollar un aprendizaje social. El objetivo del proyecto es estudiar los procesos naturales (como el desarrollo del lenguaje) y avanzar en la construcción de un colectivo de inteligencia artificial.
Pruebas y puesta a punto
Para los lingüistas y sociólogos del equipo, la principal motivación del proyecto consiste en poder estudiar los procesos que se dan en las sociedades y en los lenguajes a partir del comportamiento de los “agentes” personas virtuales.
Los informáticos desean, por su parte, desarrollar y estudiar la cooperación entre ellos, con la vista puesta en futuras aplicaciones en el campo de la robótica: que los robots cooperen permitirá que, en el futuro, puedan ser enviados en misiones de rescate e, incluso, en expediciones a Marte.
Cada una de estas personas artificiales ha sido creada con sus propias características: género, esperanza de vida, fertilidad, tamaño, y metabolismo. Y, aunque no van etiquetados, son únicos y por lo tanto distinguibles de los demás.
Estos personajes generarán a su vez nuevos agentes, que heredarán los caracteres de sus “padres”, aunque también serán capaces de aprender de sus propias experiencias y de sus relaciones con los demás.
Como novedad se sabe además que los investigadores participantes no van a programar el comportamiento de los agentes porque cada uno de ellos tiene un controlador instalado análogo a un cerebro, que se enfrentará a escenarios creados artificialmente.
Por ejemplo, se les presentará un mundo con estaciones climáticas, con el fin de que tengan que aprender el transporte o el almacenaje de víveres. Asimismo, se han creado dos grupos rivales, para que todos deban aprender a distinguir a los amigos de los enemigos.
Sorpresas y comportamientos emergentes
Los agentes serán capaces también de comunicarse entre ellos, a partir de un vocabulario nativo formado por unas cuantas palabras: “comida”, “cerca”, “agente”. Los investigadores están especialmente interesados en la observación del desarrollo de un posible lenguaje más complejo a partir de estas palabras.
Asimismo, pretenden conocer si podrían existir otras alternativas de comunicación entre ellos, como la telepatía. También se les han incorporado algunas reglas básicas a sus conocimientos como, “si está caliente, quema”, pero se espera que por sí solos vayan aprendiendo las “leyes de la naturaleza”.
Para el momento en que la “vida” de estos agentes ya lleve un tiempo activada –se prevé que en agosto de 2007-, las personas virtuales tendrán suficientes conocimientos incorporados como para probar algunos posibles escenarios (por ejemplo de aplicación de nuevas leyes) antes de que sean aplicados al mundo real.
De esta forma NEW TIES serviría también para optimizar la aplicación de decisiones sociales.
El NEW TIES es un proyecto fundado por la Comisión Europea dentro del programa IST de Tecnologías Emergentes y de Futuro (FET en el que colaboran cinco institutos europeos de investigación. Su objetivo, tal como explicamos en otro artículo, es crear un mundo formado por softwares aleatoriamente generados –individuos generados informáticamente, similares a los famosos SIMS-, capaces de desarrollar entre ellos su propio lenguaje y cultura.
Tal como informa al respecto CORDIS, el Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo, la red de computación distribuida (Grid formada hoy por 60 ordenadores estará integrada en poco tiempo por 5.000 ordenadores y las mil personas con las que nacerá esta primera sociedad artificial compleja se convertirán en un millón.
Esta interacción social entre seres creados gracias a la inteligencia artificial supone un gran reto para el equipo de expertos en esta materia, informáticos, sociólogos y lingüistas que trabajan para el proyecto.
La palabra clave de este proyecto es su dimensión “social”, porque hasta la fecha se sabe cómo pueden aprender las máquinas, pero nunca se ha considerado si pueden o no desarrollar un aprendizaje social. El objetivo del proyecto es estudiar los procesos naturales (como el desarrollo del lenguaje) y avanzar en la construcción de un colectivo de inteligencia artificial.
Pruebas y puesta a punto
Para los lingüistas y sociólogos del equipo, la principal motivación del proyecto consiste en poder estudiar los procesos que se dan en las sociedades y en los lenguajes a partir del comportamiento de los “agentes” personas virtuales.
Los informáticos desean, por su parte, desarrollar y estudiar la cooperación entre ellos, con la vista puesta en futuras aplicaciones en el campo de la robótica: que los robots cooperen permitirá que, en el futuro, puedan ser enviados en misiones de rescate e, incluso, en expediciones a Marte.
Cada una de estas personas artificiales ha sido creada con sus propias características: género, esperanza de vida, fertilidad, tamaño, y metabolismo. Y, aunque no van etiquetados, son únicos y por lo tanto distinguibles de los demás.
Estos personajes generarán a su vez nuevos agentes, que heredarán los caracteres de sus “padres”, aunque también serán capaces de aprender de sus propias experiencias y de sus relaciones con los demás.
Como novedad se sabe además que los investigadores participantes no van a programar el comportamiento de los agentes porque cada uno de ellos tiene un controlador instalado análogo a un cerebro, que se enfrentará a escenarios creados artificialmente.
Por ejemplo, se les presentará un mundo con estaciones climáticas, con el fin de que tengan que aprender el transporte o el almacenaje de víveres. Asimismo, se han creado dos grupos rivales, para que todos deban aprender a distinguir a los amigos de los enemigos.
Sorpresas y comportamientos emergentes
Los agentes serán capaces también de comunicarse entre ellos, a partir de un vocabulario nativo formado por unas cuantas palabras: “comida”, “cerca”, “agente”. Los investigadores están especialmente interesados en la observación del desarrollo de un posible lenguaje más complejo a partir de estas palabras.
Asimismo, pretenden conocer si podrían existir otras alternativas de comunicación entre ellos, como la telepatía. También se les han incorporado algunas reglas básicas a sus conocimientos como, “si está caliente, quema”, pero se espera que por sí solos vayan aprendiendo las “leyes de la naturaleza”.
Para el momento en que la “vida” de estos agentes ya lleve un tiempo activada –se prevé que en agosto de 2007-, las personas virtuales tendrán suficientes conocimientos incorporados como para probar algunos posibles escenarios (por ejemplo de aplicación de nuevas leyes) antes de que sean aplicados al mundo real.
De esta forma NEW TIES serviría también para optimizar la aplicación de decisiones sociales.