Existe un hongo, Batrachochytrium dendrobatidis, también conocido como Bd o el hongo quítrido de los anfibios, que amenaza la población mundial de anfibios, a los que causa una enfermedad llamada quitridiomicosis, responsable de la disminución del 30 por ciento de algunas especies de anfibios en todo mundo durante los últimos 15 años.
Desde 1980 se está registrando un dramático declive en las poblaciones de anfibios de todo el mundo, caracterizado por colapsos en las poblaciones y extinciones masivas localizadas.
El hongo Bd ataca a la piel, dañando así la defensa inmunológica de los anfibios. Dada su virulencia, está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, establecida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Hasta ahora se ha especulado con su posible difusión a través de humanos, o también a través de una rana empleada para efectuar los test de embarazos. Otras hipótesis han señalado que el hongo siempre ha estado en contacto con las poblaciones de anfibios y que sólo ahora, cuando están afectadas por el impacto humano en sus ecosistemas, es cuando su debilidad se ha hecho más patente.
Hongo asiático
Un nuevo estudio publicado en la revista Science establece sin embargo que el hongo causante de esquilmar las poblaciones de anfibios de todos los continentes, procede del Asia Occidental. También que la colonización de este hongo se produjo a lo largo del siglo XX, favorecida por el comercio internacional de anfibios, según informa el CNRS en un comunicado.
Por este motivo, los investigadores insisten en la necesidad de reforzar la bioseguridad a través de las fronteras y proponen incluso la prohibición del comercio de anfibios como animales de compañía, para asegurar la supervivencia de las especies más vulnerables.
Las enfermedades infecciosas pueden provocar epizootias (una enfermedad contagiosa que ataca a un número elevado e inusual de animales al mismo tiempo y lugar y se propaga con rapidez), así como la desaparición de especies salvajes en todo el mundo.
La gripe aviar, por ejemplo, es responsable de la muerte de millones de pájaros, y la enfermedad de la nariz blanca pone en peligro a numerosas especies de murciélagos en Norteamérica.
Desaparición de anfibios
Los anfibios no han escapado a esta tendencia: desde hace más de 20 años, se viene apreciando la desaparición de muchas de estas especies, sin que las causas hayan sido bien establecidas.
Se ha hablado de muchas enfermedades virales y bacterianas como causantes de estas desapariciones, pero el verdadero causante de esta mortalidad masiva, tanto en Australia, como en todo América, en los países caribeños como en España y en Europa, está claramente identificado desde hace tiempo: el hongo Batrachochytium dendrobatidis (BdGPL).
Aunque han pasado 20 años desde su identificación, el período de su expansión mundial ha permanecido ignorado, estableciéndose hipotéticamente entre 100 años y los 26.000 años. El origen geográfico de este hongo ha sido asimismo muy debatido todo este tiempo.
El nuevo estudio ha despejado la incógnita. Sus autores recogieron en todos los continentes muestras de los hongos que atacan a los anfibios, tanto a los anuros (sapos y ranas sin cola), como a los urodelos (salamandras y tritones con cola) y a los gimnofiones (carentes de patas).
Desde 1980 se está registrando un dramático declive en las poblaciones de anfibios de todo el mundo, caracterizado por colapsos en las poblaciones y extinciones masivas localizadas.
El hongo Bd ataca a la piel, dañando así la defensa inmunológica de los anfibios. Dada su virulencia, está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, establecida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Hasta ahora se ha especulado con su posible difusión a través de humanos, o también a través de una rana empleada para efectuar los test de embarazos. Otras hipótesis han señalado que el hongo siempre ha estado en contacto con las poblaciones de anfibios y que sólo ahora, cuando están afectadas por el impacto humano en sus ecosistemas, es cuando su debilidad se ha hecho más patente.
Hongo asiático
Un nuevo estudio publicado en la revista Science establece sin embargo que el hongo causante de esquilmar las poblaciones de anfibios de todos los continentes, procede del Asia Occidental. También que la colonización de este hongo se produjo a lo largo del siglo XX, favorecida por el comercio internacional de anfibios, según informa el CNRS en un comunicado.
Por este motivo, los investigadores insisten en la necesidad de reforzar la bioseguridad a través de las fronteras y proponen incluso la prohibición del comercio de anfibios como animales de compañía, para asegurar la supervivencia de las especies más vulnerables.
Las enfermedades infecciosas pueden provocar epizootias (una enfermedad contagiosa que ataca a un número elevado e inusual de animales al mismo tiempo y lugar y se propaga con rapidez), así como la desaparición de especies salvajes en todo el mundo.
La gripe aviar, por ejemplo, es responsable de la muerte de millones de pájaros, y la enfermedad de la nariz blanca pone en peligro a numerosas especies de murciélagos en Norteamérica.
Desaparición de anfibios
Los anfibios no han escapado a esta tendencia: desde hace más de 20 años, se viene apreciando la desaparición de muchas de estas especies, sin que las causas hayan sido bien establecidas.
Se ha hablado de muchas enfermedades virales y bacterianas como causantes de estas desapariciones, pero el verdadero causante de esta mortalidad masiva, tanto en Australia, como en todo América, en los países caribeños como en España y en Europa, está claramente identificado desde hace tiempo: el hongo Batrachochytium dendrobatidis (BdGPL).
Aunque han pasado 20 años desde su identificación, el período de su expansión mundial ha permanecido ignorado, estableciéndose hipotéticamente entre 100 años y los 26.000 años. El origen geográfico de este hongo ha sido asimismo muy debatido todo este tiempo.
El nuevo estudio ha despejado la incógnita. Sus autores recogieron en todos los continentes muestras de los hongos que atacan a los anfibios, tanto a los anuros (sapos y ranas sin cola), como a los urodelos (salamandras y tritones con cola) y a los gimnofiones (carentes de patas).
Secuencia genética
La secuencia genética de estos hongos permitió identificar 177 individuos genéticamente idénticos, a los que se sumaron 57 ya descritos por la literatura científica, obteniendo así 234 individuos genéticamente idénticos disponibles para el análisis filogenético.
El estudio de las relaciones de parentesco entre los individuos genéticos permitió determinar que todos procedían de una línea genética procedente de la península coreana, origen último del temible Batrachochytrium dendrobatidis.
La investigación genética permitió determinar también que el ancestro de la línea genética que condujo al Batrachochytrium dendrobatidis tiene una antigüedad de entre 50 y 120 años.
Analizando datos históricos de las primeras descripciones de este hongo, especialmente en Australia, Centroamérica y Europa (Sierra de Guadarrama en Madrid y los Pirineos), esta investigación estima su origen en 1975, pudiendo anticiparse hasta 1939 y prolongarse hasta 1989.
La descripción de la estructura genética muestra también que Batrachochytrium dendrobatidis ha intercambiado material genético cuando las líneas entran en contacto con transferencias intercontinentales, generando así una nueva diversidad genómica.
También pone de manifiesto que la virulencia de estas expresiones génicas es variable y que Batrachochytrium dendrobatidis es la más agresiva para los renacuajos y sus metamorfosis.
La secuencia genética de estos hongos permitió identificar 177 individuos genéticamente idénticos, a los que se sumaron 57 ya descritos por la literatura científica, obteniendo así 234 individuos genéticamente idénticos disponibles para el análisis filogenético.
El estudio de las relaciones de parentesco entre los individuos genéticos permitió determinar que todos procedían de una línea genética procedente de la península coreana, origen último del temible Batrachochytrium dendrobatidis.
La investigación genética permitió determinar también que el ancestro de la línea genética que condujo al Batrachochytrium dendrobatidis tiene una antigüedad de entre 50 y 120 años.
Analizando datos históricos de las primeras descripciones de este hongo, especialmente en Australia, Centroamérica y Europa (Sierra de Guadarrama en Madrid y los Pirineos), esta investigación estima su origen en 1975, pudiendo anticiparse hasta 1939 y prolongarse hasta 1989.
La descripción de la estructura genética muestra también que Batrachochytrium dendrobatidis ha intercambiado material genético cuando las líneas entran en contacto con transferencias intercontinentales, generando así una nueva diversidad genómica.
También pone de manifiesto que la virulencia de estas expresiones génicas es variable y que Batrachochytrium dendrobatidis es la más agresiva para los renacuajos y sus metamorfosis.
Referencia
Recent Asian origin of chytrid fungi causing global amphibian declines. Science, Vol. 360, Issue 6389, pp. 621-627. DOI: 10.1126/science.aar1965
Recent Asian origin of chytrid fungi causing global amphibian declines. Science, Vol. 360, Issue 6389, pp. 621-627. DOI: 10.1126/science.aar1965