El huracán katrina. ESA
Los huracanes han aumentado de potencia y de capacidad destructiva en las últimas tres décadas debido en parte al calentamiento global, señala un estudio realizado por un investigador del Instituto Tecnológico de Massachussets ( MIT. Este estudio, realizado antes de la catástrofe del Katrina en Estados Unidos, pone de manifiesto el riesgo y advierte de la necesidad de tomar medidas de precaución urgentes para evitar grandes males.
Asimismo, según informa dicho instituto, los resultados del estudio sugieren que el calentamiento global seguirá incrementando la tendencia de aumento de huracanes con potencial destructivo, lo que afectará cada vez más a las poblaciones costeras durante el siglo XXI. El artículo original que recoge las conclusiones de esta investigación han sido publicados por la revista Nature a finales del pasado mes de julio.
El estudio ha sido realizado por el investigador Kerry Emanuel, del MIT's Department of Earth, Atmospheric and Planetary Sciences, y advierte de la necesidad de seguir analizando la evolución de los huracranes, con el fin de evitar en la medida de lo posible los daños que se avecinan. Al contrario que estudios anteriores, centrados en si los huracanes eran cada vez más frecuentes o no, Emanuel ha tratado de descifrar la potencia de éstos y las variables que hayan podido darse en los últimos años en su fuerza.
Simulaciones informáticas
Gracias a simulaciones realizadas por ordenador acerca del clima, se ha podido prever que el calentamiento global generará un aumento de la intensidad de las tormentas en general, con lluvias y vientos que aumentarán notablemente.
Para analizar la fuerza de los huracanes, Emanuel usó los datos de ciclones tropicales, comúnmente conocidos como huracanes o tifones, desde mediados del siglo XX. Descubrió así que la cantidad de energía y la potencia de estos fenómenos climatológicos han aumentado tanto en el Atlántico Norte como en el norte del océano Pacífico desde mediados de los años 70. Asimismo, tanto la duración de los ciclones como su velocidad se han incrementado en un 50% en los últimos 50 años.
De este análisis se deduce además que el aumento de la intensidad de las tormentas está relacionado con el incremento de la temperatura media en la superficie de los océanos tropicales. Este calentamiento de las aguas, vinculado al calentamiento global del planeta, sería responsable de la potencia desmesurada que hoy por hoy tienen los ciclones. Sin embargo, no toda la comunidad científica es unánime al respecto, tal como han reflejado The New York Times o Los Angeles Times.
El Katrina, máxima potencia
La Agencia Espacial Europea (ESA reunió a finales de agosto toda una serie de imágenes del huracán Katrina, cuando se encontraba encima del Golfo de México. En ellas se mostraban las espirales nubosas, y la velocidad del huracán, de 250 kilómetros por hora. Gracias a espectómetros de imagen de resolución media ( MERIS y un radar avanzado de apertura sintética ( ASAR se supo que el huracán tenía la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, que es la máxima categoría posible para un fenómeno de este tipo.
Las consecuencias de esta terrible espiral no se han hecho esperar: el desastre tiene unas medidas espectaculares. Miles de muertos y ciudades destrozadas en una de las catástrofes más terribles padecidas por Estados Unidos. Esta catástrofe ha sido ya comparada con la devastación producida por el tsunami asiático, la bomba atómica de Hiroshima o incluso los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York.
Los resultados de este estudio, por lo tanto, han sido casi premonitorios. Patrocinado por el programa para el cambio climático de la National Science Foundation, dirigida por Jay Fein, el estudio señala la importancia del impacto de los huracanes en los sistemas ecológicos, sociales y económicos de la Tierra.
La actividad de los huracanes es, como se ha visto, muy importante para la sociedad, especialmente para las áreas en las que la incidencia de éstos aumenta con el paso del tiempo. Los huracanes producen graves daños en diversos niveles, entre ellos la pérdida de biodiversidad. El análisis ha sido realizado con novedosas aplicaciones de conceptos teóricos ya existentes.
Asimismo, según informa dicho instituto, los resultados del estudio sugieren que el calentamiento global seguirá incrementando la tendencia de aumento de huracanes con potencial destructivo, lo que afectará cada vez más a las poblaciones costeras durante el siglo XXI. El artículo original que recoge las conclusiones de esta investigación han sido publicados por la revista Nature a finales del pasado mes de julio.
El estudio ha sido realizado por el investigador Kerry Emanuel, del MIT's Department of Earth, Atmospheric and Planetary Sciences, y advierte de la necesidad de seguir analizando la evolución de los huracranes, con el fin de evitar en la medida de lo posible los daños que se avecinan. Al contrario que estudios anteriores, centrados en si los huracanes eran cada vez más frecuentes o no, Emanuel ha tratado de descifrar la potencia de éstos y las variables que hayan podido darse en los últimos años en su fuerza.
Simulaciones informáticas
Gracias a simulaciones realizadas por ordenador acerca del clima, se ha podido prever que el calentamiento global generará un aumento de la intensidad de las tormentas en general, con lluvias y vientos que aumentarán notablemente.
Para analizar la fuerza de los huracanes, Emanuel usó los datos de ciclones tropicales, comúnmente conocidos como huracanes o tifones, desde mediados del siglo XX. Descubrió así que la cantidad de energía y la potencia de estos fenómenos climatológicos han aumentado tanto en el Atlántico Norte como en el norte del océano Pacífico desde mediados de los años 70. Asimismo, tanto la duración de los ciclones como su velocidad se han incrementado en un 50% en los últimos 50 años.
De este análisis se deduce además que el aumento de la intensidad de las tormentas está relacionado con el incremento de la temperatura media en la superficie de los océanos tropicales. Este calentamiento de las aguas, vinculado al calentamiento global del planeta, sería responsable de la potencia desmesurada que hoy por hoy tienen los ciclones. Sin embargo, no toda la comunidad científica es unánime al respecto, tal como han reflejado The New York Times o Los Angeles Times.
El Katrina, máxima potencia
La Agencia Espacial Europea (ESA reunió a finales de agosto toda una serie de imágenes del huracán Katrina, cuando se encontraba encima del Golfo de México. En ellas se mostraban las espirales nubosas, y la velocidad del huracán, de 250 kilómetros por hora. Gracias a espectómetros de imagen de resolución media ( MERIS y un radar avanzado de apertura sintética ( ASAR se supo que el huracán tenía la categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, que es la máxima categoría posible para un fenómeno de este tipo.
Las consecuencias de esta terrible espiral no se han hecho esperar: el desastre tiene unas medidas espectaculares. Miles de muertos y ciudades destrozadas en una de las catástrofes más terribles padecidas por Estados Unidos. Esta catástrofe ha sido ya comparada con la devastación producida por el tsunami asiático, la bomba atómica de Hiroshima o incluso los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York.
Los resultados de este estudio, por lo tanto, han sido casi premonitorios. Patrocinado por el programa para el cambio climático de la National Science Foundation, dirigida por Jay Fein, el estudio señala la importancia del impacto de los huracanes en los sistemas ecológicos, sociales y económicos de la Tierra.
La actividad de los huracanes es, como se ha visto, muy importante para la sociedad, especialmente para las áreas en las que la incidencia de éstos aumenta con el paso del tiempo. Los huracanes producen graves daños en diversos niveles, entre ellos la pérdida de biodiversidad. El análisis ha sido realizado con novedosas aplicaciones de conceptos teóricos ya existentes.