La famosa ecuación E=mc² no se le ocurrió a Einstein solo

Extraigo del artículo: Más de un cerebro detrás de E=mc² *, este corto pero muy importante parágrafo y al cual posteriormente me permitiré entreverarle (en bastardilla) unos comentarios de mi parte:

“Antes de que Hasenöhrl centrara sus estudios en la radiación de la cavidad, varios físicos, entre ellos el matemático francés Henri Poincaré y el físico alemán Max Abraham, ya habían mostrado la existencia de una masa inercial asociada a la energía electromagnética”

Mis comentarios:

Antes de que Hasenöhrl centrara sus estudios en la radiación de la cavidad (...de un cuerpo negro u objeto teórico que absorbe toda la luz y toda la energía radiante que incide sobre él) varios físicos, entre ellos el matemático francés Henri Poincaré y el físico alemán Max Abraham, ya habían mostrado la existencia de una masa inercial (léase: medida de la resistencia de una masa a los cambios de velocidad en correspondencia con un sistema de referencia el cual es tambien inercial) asociada a la energía electromagnética.

Entendiendo el tema en los términos de la relatividad especial de Einstein: en una ondulación electromagnética o “campo” que se propaga en el vacío al 0.99999999999999…(infinitos nueves) de la velocidad de la luz c= 1, TODA su masa (léase: toda su materia) es, por su propia naturaleza, discontinua y asimétrica como discontinuas y asimétricas son entre sí, las mutuamente especulares dos “cargas” que componen el aspecto eléctrico del “campo” y que conocemos como el par: fermión-antifermión, mientras que, por el contrario, TODA su energía es, tambien por su propia naturaleza, la continuidad y simetría de una onda de carácter cuántico, la cual, simultánea e instantáneamente, interconecta a los dos “polos” magnéticos, onda la cual conocemos como: bosón magnético

Puede fácilmente comprobarse que en los einstenianos términos de la discontinuidad-asimetría inherente(s) a las “masas” de las dos cargas eléctricas (fermión-antifermión) y/o de la continuidad-simetría de la onda cuántica (bosón magnético) existe, de modo natural y con poderosas y oportunas perspectivas de aplicación a lo que sería(n) todos y cada uno de nuestro(s) vital-consciente(s) campo(s) bio-electromagnéticos, una UNITARIA y TOTAL reciprocidad inversa (léase: no-linealidad), la cual obliga al par masa-energía, a referirse mutuamente, tanto en su física, como en su lógica y en su(s) ontología(s), de la siguiente manera:

A) - 1/[la(s) discontinuidad-asimetría inherente(s) a las “masas” de las dos cargas eléctricas, entendidas estas como los mutuamente especulares: fermión-antifermión] = la continuidad y simetría de la cuantificada energía de la onda cuántica, inherente ésta al bosón magnético, y/o, a la inversa:

B) - 1/[la(s) continuidad-simetría de una onda de carácter cuántico y que conocemos como bosón magnético, la cual, simultánea e instantáneamente, interconecta a los dos “polos” magnéticos, de donde:

C) - [Discontinuidad-asimetría inherente(s) a las “masas” de las dos cargas eléctricas, entendidas estas como los mutuamente especulares: fermión-antifermión] x [continuidad-simetría de una onda de carácter cuántico y que conocemos como bosón magnético, la cual, simultánea e instantáneamente, interconecta a los dos “polos” magnéticos] = 1= la UNITARIA TOTALIDAD de un “campo” bio-electromagnético con capacidad de referirse a sí mismo, es decir con la humana facultad de obtener consciencia de sí mismo.

Como un obligado y natural corolario con respecto a la UNITARIA y TOTAL reciprocidad inversa (no-linealidad) entre la discontinuidad-asimetría inherente(s) a las “masas” de las dos cargas eléctricas (fermión-antifermión) y/o, la continuidad-simetría de la onda cuántica (bosón magnético), se puede establecer, muy claramente, que el origen de la discontinuidad-asimetría de la(s) “masa(s)” eléctrica(s) de todas las partículas elementales estadísticamente clasificadas como los pares mutuamente especulares: fermión-antifermión, no es otro diferente al de las oscilaciones cuánticas entendidas como el sempiterno proceso mecanocuántico de la rotura (fisión) de la continuidad-simetría de la energía de la onda cuántica conocida como bosón magnético…, discontinuidad-asimetría del par fermión-antifermión la cual puede nuevamente restablecerse (fusión) como la onda cuántica de otro bosón magnético… para otra vez “decaer” (fisión) como par fermión-antifermión, el cual de nuevo…. etc., etc., y así, por siempre jamás y sin un principio ni un final definidos, toda vez que… ¡dónde el proceso comienza… termina y/o, donde termina…comienza…!!

Y para finalizar y sobre la generalización de los einstenianos conceptos de masa-energía a todas las formas de energía con las que la Naturaleza actúa, podemos leer lo siguiente en el mismo artículo: Más de un cerebro detrás de E=mc² *, originado conjuntamente entre universidades de Nueva York y Heidelberg, el 25 de enero de 2013:

“En 1905, Einstein dio la correcta relación entre la masa inercial y la energía electromagnética, E = mc ². Sin embargo, no fue sino hasta 1911 que el físico alemán Max von Laue la generalizó hacia todas las formas de energía”.

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* http://www.springer.com/about+springer/media/springer+select?SGWID=0-11001-6-1403244-0