Un estudio ha descubierto que no dormir lo suficiente o acostarse muy tarde entraña una disminución del volumen de la materia gris del cerebro en los adolescentes, y que la falta de sueño puede afectar al rendimiento escolar, la salud y la seguridad de los adolescentes. La cantidad de materia gris en el cerebro se considera directamente proporcional a la inteligencia de un ser vivo.
El estudio ha sido realizado por investigadores del Inserm, perteneciente a la Universidad de París, y se publica en Scientific Reports, según informa esta institución en un comunicado.
Los investigadores estudiaron el cerebro y los hábitos de sueño de 177 alumnos de 14 años escolarizados en colegios de la región parisina. De media, los estudiantes se acuestan a las 22h20 horas entre semana para levantarse a las 7h06, y se acuestan a las 23h30 los fines de semana, para levantarse a las 9h45.
El estudio descubrió que los estudiantes que duermen menos de 7h entre semana y se acuestan tarde los fines de semana, presentan menos materia gris en tres regiones cerebrales específicas: el córtex frontal, el grio cingulado y el precúneo. Estas tres regiones cerebrales están implicadas en la atención, la concentración y la capacidad de realizar diversas tareas simultáneamente.
Además, los investigadores constataron que las malas notas obtenidas por los alumnos están asociadas a un descenso de la materia gris en las regiones frontales del cerebro, cuyo volumen disminuye por el hecho de acostarse tarde los fines de semana.
“El resultado más significativo de nuestro estudio es el que demuestra que mientras más tarde se acuestan los adolescentes los fines de semana, más disminuye su materia gris”, explica Jean Luc Martinot, uno de los investigadores.
El estudio ha sido realizado por investigadores del Inserm, perteneciente a la Universidad de París, y se publica en Scientific Reports, según informa esta institución en un comunicado.
Los investigadores estudiaron el cerebro y los hábitos de sueño de 177 alumnos de 14 años escolarizados en colegios de la región parisina. De media, los estudiantes se acuestan a las 22h20 horas entre semana para levantarse a las 7h06, y se acuestan a las 23h30 los fines de semana, para levantarse a las 9h45.
El estudio descubrió que los estudiantes que duermen menos de 7h entre semana y se acuestan tarde los fines de semana, presentan menos materia gris en tres regiones cerebrales específicas: el córtex frontal, el grio cingulado y el precúneo. Estas tres regiones cerebrales están implicadas en la atención, la concentración y la capacidad de realizar diversas tareas simultáneamente.
Además, los investigadores constataron que las malas notas obtenidas por los alumnos están asociadas a un descenso de la materia gris en las regiones frontales del cerebro, cuyo volumen disminuye por el hecho de acostarse tarde los fines de semana.
“El resultado más significativo de nuestro estudio es el que demuestra que mientras más tarde se acuestan los adolescentes los fines de semana, más disminuye su materia gris”, explica Jean Luc Martinot, uno de los investigadores.
Relación directa
El estudio ha establecido con claridad que existe una relación directa entre los malos hábitos de sueño, la estructura del cerebro (todavía en pleno periodo de maduración) y los malos resultados escolares.
Para los investigadores, el estudio sugiere que los padres deben cuidar que sus hijos adolescentes tengan buenos hábitos de sueño durante el período de maduración de su cerebro.
“Animamos a los padres, agentes sociales y escolares, a favorecer el mantenimiento de un buen ritmo vigilia-sueño en los adolescentes, particularmente a evitar que se acuesten sistemáticamente demasiado tarde (después de la medianoche) durante los fines de semana y levantarse después de las 10h30, ya que eso es importante para optimizar el potencial desarrollo del cerebro y para contribuir al éxito escolar, concluye Jean Luc Martinot.
Respecto al resto de la semana, la cuestión de la mejor hora para iniciar las clases para una mejor salud de los adolescentes, sigue siendo objeto de debate. Ahora, los resultados de esta investigación pueden ayudar a resolver la cuestión.
El estudio ha establecido con claridad que existe una relación directa entre los malos hábitos de sueño, la estructura del cerebro (todavía en pleno periodo de maduración) y los malos resultados escolares.
Para los investigadores, el estudio sugiere que los padres deben cuidar que sus hijos adolescentes tengan buenos hábitos de sueño durante el período de maduración de su cerebro.
“Animamos a los padres, agentes sociales y escolares, a favorecer el mantenimiento de un buen ritmo vigilia-sueño en los adolescentes, particularmente a evitar que se acuesten sistemáticamente demasiado tarde (después de la medianoche) durante los fines de semana y levantarse después de las 10h30, ya que eso es importante para optimizar el potencial desarrollo del cerebro y para contribuir al éxito escolar, concluye Jean Luc Martinot.
Respecto al resto de la semana, la cuestión de la mejor hora para iniciar las clases para una mejor salud de los adolescentes, sigue siendo objeto de debate. Ahora, los resultados de esta investigación pueden ayudar a resolver la cuestión.
Referencia
Sleep habits, academic performance, and the adolescent brain structure. Scientific Reports 7, Article number: 41678 (2017). doi:10.1038/srep41678
Sleep habits, academic performance, and the adolescent brain structure. Scientific Reports 7, Article number: 41678 (2017). doi:10.1038/srep41678