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La electricidad ayuda a las telarañas a capturar presas y partículas contaminantes

Científicos descubren que el pegamento de estas redes es conductor


El pegamento de las telas de araña conduce la electricidad, han descubierto científicos de la Universidad de Oxford. Este hecho hace que sea “atraído” hacia las partículas o insectos que javascript:void(0)se mueven por el aire, y que van cargados de electricidad estática. La eficiencia de las telarañas para captar sustancias volátiles podría ser aprovechada para controlar la contaminación del aire, de manera tan eficiente como los sensores industriales, pero más barata y natural, afirman los investigadores.


Universidad de Oxford/T21
15/01/2014

Las telas de araña “cazan” activamente a sus presas gracias a la propagación, a través de sus superficies, de un pegamento poco común porque, además de pegar, conduce la electricidad, han descubierto unos científicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.

Los investigadores encontraron que las propiedades electrostáticas del pegamento que recubre las telarañas permiten que éstas atrapen todas las partículas con carga eléctrica -desde polen a sustancias contaminantes e insectos voladores-.

También demostraron que las espirales de pegamento de estas redes pueden distorsionar el campo eléctrico de la Tierra unos pocos milímetros alrededor de la red, lo que permitiría a los insectos detectar la ‘trampa’ con sus antenas, antes de caer en ella.

El estudio, publicado en la revista Naturwissenschaften, revela como un capricho de la física puede hacer que las telas de araña se muevan hacia todos los objetos transportados por el aire, estén éstos cargados positiva o negativamente. Esto explica por qué estas redes son capaces de recoger pequeñas partículas del aire de manera tan eficiente, y por qué se acercan a los insectos.

Telas de araña para controlar la contaminación

Según los investigadores, las telas de araña comunes, presentes en todo el mundo, podrían por tanto usarse para la vigilancia del medio ambiente, ya que filtran activamente contaminantes del aire con una eficacia comparable a la de los sensores industriales más costosos.

“La elegante física de estas redes las convierte en filtros activos, perfectos para la captación de contaminantes presentes en el aire, como los aerosoles y los pesticidas, explica Fritz Vollrath, director del estudio, en un comunicado de dicha Universidad.

"La atracción eléctrica arrastra las partículas hacia las telas de araña, por lo que éstas se podrían reunir para controlar los niveles de contaminación, por ejemplo, para comprobar si hay pesticidas dañando a las poblaciones de abejas”.

“Una posibilidad aún más fascinante sería usarlas para detectar algunas sustancias químicas del aire con sólo observar las redes. Muchas arañas se comen sus propias telarañas con el propósito de reciclar y reutilizar su seda. En ésta quedan por tanto las partículas y las sustancias químicas, dibujando eléctricamente la telaraña. Ya sabemos que las arañas tejen telas diferentes en función de lo que hayan consumido, por ejemplo pueden crear hermosas telas de con LSD y terribles telarañas con cafeína. Por tanto, las formas de las telas de araña por sí solas pueden indicarnos si alguna sustancia química presente en el aire está afectando el comportamiento del animal”, asegura Vollrath.

Alerta eléctrica para los insectos

En colaboración con Donald Edmonds, del Departamento de Física de la Universidad de Oxford, el investigador también ha demostrado que ciertas telarañas, como las de la araña de jardín o araña de la cruz (Araneus diadematus),‎ causan distorsiones locales en el campo eléctrico de la Tierra, porque se comportan como discos conductores.

Muchos insectos son capaces de detectar pequeñas alteraciones eléctricas, entre ellos las abejas, capaces de notar los campos eléctricos de diferentes flores o de otras abejas.

"Casi todos los insectos voladores son capaces de detectar perturbaciones eléctricas gracias a que sus antenas funcionan como sensores, cuando sus extremos están conectados al cuerpo por materiales aislantes, lo que supone que la carga de dichos extremos será diferente a la del resto del insecto”, sigue explicando Vollrath.

“Cuando esos insectos se acercan a objetos cargados, las puntas de sus antenas se mueven un poco, un movimiento que ellos pueden sentir. Las abejas usan este sistema para detectar flores, por lo que queda por ver si también pueden usarlo para esquivar las telas de araña y evitar convertirse en alimento”.

Aunque las perturbaciones eléctricas causadas por las telas de araña son de muy de corto alcance y aún no está claro si los insectos son capaces de detectarlas antes de quedar atrapados, es evidente que las cargas electrostáticas juegan un papel importante en el mundo de los insectos.

"La gente a menudo subestima la electricidad estática que se acumula en los objetos transportados por el aire, pero es importante a todas las escalas”. Por ejemplo, "el desastre del Hindenburg (un dirigible alemán tipo zeppelin, destruido a causa de un incendio cuando aterrizaba en Nueva Jersey el 6 de mayo de 1937) podría haber sido causado por una descarga de electricidad estática, y se sabe de helicópteros que han explotado por esta misma causa. Todo lo que se mueve a través del aire desarrolla carga estática, por lo que es fascinante ver como las telarañas aprovechan este hecho para atrapar activamente a las presas. Es una gran ventaja para nosotros que funcionen así, porque esto también las hace atraer contaminantes, lo que las convierte en una forma barata y natural de controlar pesticidas y la calidad del aire en todo el mundo”, concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

Fritz Vollrath, Donald Edmonds. Consequences of electrical conductivity in an orb spider's capture web. Naturwissenschaften (2013). DOI: 10.1007/s00114-013-1120-8.



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