Las personas que viven en ciudades con mayor contaminación ambiental son más propensas a contraer el coronavirus Covid-19 debido a la permanente exposición del aire contaminado, según la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA).
La contaminación del aire puede causar hipertensión, diabetes y enfermedades respiratorias, afecciones que los médicos están comenzando a vincular con tasas de mortalidad más altas para Covid-19.
Los expertos de la EPHA consideran que existen ciertas condiciones que hacen que el virus empeore en determinados lugares, especialmente en donde la contaminación es especialmente acusada, como en Europa.
Los gases contaminantes ya son una de las principales causas de enfermedades cardíacas y pulmonares, además de ser responsables de al menos 8 millones de muertes evitables al año en Europa.
“Las personas más propensas a morir son los pacientes con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas causadas por la exposición al aire tóxico”, explicó Sara De Matteis, miembro de la EPHA, en un comunicado.
La experta, además, señaló que China, al reducir sus emisiones de dióxido de carbono en el ambiente, evitó decenas de miles de muertos más por contaminación.
Existen otros brotes de coronavirus que también son mortales frente a personas que viven en zonas con aire contaminado.
Los científicos aseguran que el brote de SARS-CoV en China, ocurrido en el año 2003, tuvo un mayor impacto en las personas que vivían en áreas contaminadas que las que residían en lugares más saludables.
También tabaco
Asimismo, el brote de MERS-CoV, identificado por primera vez en Arabia Saudí en el año 2012, perjudicó más a las personas fumadoras que a aquellas que nunca habían probado tabaco.
Si bien el COVID-19 es más proclive de atacar a a fumadores y ex fumadores, su tasa de mortalidad es más baja que la de los dos virus anteriores.
"Con estos datos sabemos que las personas más vulnerables son las que fuman y las que viven en lugares con mayor contaminación del aire”, señaló Aaron Bernstein, de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard al diario The Washington Post.
El diario señala que la evidencia de esta hipótesis proviene de dos fuentes. Primero, hay una serie de estudios ciertamente imperfectos realizados durante los brotes causados por los primos evolutivos del coronavirus actual.
Y segundo, hay un razonamiento médico más básico sobre cómo el coronavirus y los productos de la combustión, una mezcla nociva de productos químicos y gases, afectan los pulmones.
La contaminación del aire puede causar hipertensión, diabetes y enfermedades respiratorias, afecciones que los médicos están comenzando a vincular con tasas de mortalidad más altas para Covid-19.
Los expertos de la EPHA consideran que existen ciertas condiciones que hacen que el virus empeore en determinados lugares, especialmente en donde la contaminación es especialmente acusada, como en Europa.
Los gases contaminantes ya son una de las principales causas de enfermedades cardíacas y pulmonares, además de ser responsables de al menos 8 millones de muertes evitables al año en Europa.
“Las personas más propensas a morir son los pacientes con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas causadas por la exposición al aire tóxico”, explicó Sara De Matteis, miembro de la EPHA, en un comunicado.
La experta, además, señaló que China, al reducir sus emisiones de dióxido de carbono en el ambiente, evitó decenas de miles de muertos más por contaminación.
Existen otros brotes de coronavirus que también son mortales frente a personas que viven en zonas con aire contaminado.
Los científicos aseguran que el brote de SARS-CoV en China, ocurrido en el año 2003, tuvo un mayor impacto en las personas que vivían en áreas contaminadas que las que residían en lugares más saludables.
También tabaco
Asimismo, el brote de MERS-CoV, identificado por primera vez en Arabia Saudí en el año 2012, perjudicó más a las personas fumadoras que a aquellas que nunca habían probado tabaco.
Si bien el COVID-19 es más proclive de atacar a a fumadores y ex fumadores, su tasa de mortalidad es más baja que la de los dos virus anteriores.
"Con estos datos sabemos que las personas más vulnerables son las que fuman y las que viven en lugares con mayor contaminación del aire”, señaló Aaron Bernstein, de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard al diario The Washington Post.
El diario señala que la evidencia de esta hipótesis proviene de dos fuentes. Primero, hay una serie de estudios ciertamente imperfectos realizados durante los brotes causados por los primos evolutivos del coronavirus actual.
Y segundo, hay un razonamiento médico más básico sobre cómo el coronavirus y los productos de la combustión, una mezcla nociva de productos químicos y gases, afectan los pulmones.
Densamente poblado
En Europa, la contaminación del aire produce cerca de 400.000 muertes prematuras al año, según la EEA. Una de las áreas más afectadas es el Valle del Po (Italia), donde se detectaron los primeros casos de Covid-19.
Los científicos están analizando si las partículas tóxicas en sí mismas han estado actuando como portadores del virus, así como la posible relación entre la contaminación y el brote del Covid-19 en el Valle del Po.
“Al reducir los niveles de contaminación del aire, podemos ayudar a los más vulnerables en su lucha contra esta y las posibles pandemias futuras”, adelantó De Matteis a la revista Forbes.
Las imágenes tomadas por satélite, muestran cómo disminuyó la contaminación de NO2 en el centro de Italia y cómo se mantenía concentrado antes del surgimiento del virus.
“Los gobiernos deberían haber abordado la contaminación atmosférica crónica hace mucho tiempo, pero han dado prioridad a la industria automotriz que a la salud”, expresó el secretario en funciones de EPHA general de Sascha Marschang.
“La ciencia nos dice que las epidemias como Covid-19 se producen con mayor frecuencia debido al no mantenimiento de los espacios contaminados”, señaló.
Y concluyó: “Así que la limpieza del aire de las calles será necesaria para un futuro más saludable”.
En Europa, la contaminación del aire produce cerca de 400.000 muertes prematuras al año, según la EEA. Una de las áreas más afectadas es el Valle del Po (Italia), donde se detectaron los primeros casos de Covid-19.
Los científicos están analizando si las partículas tóxicas en sí mismas han estado actuando como portadores del virus, así como la posible relación entre la contaminación y el brote del Covid-19 en el Valle del Po.
“Al reducir los niveles de contaminación del aire, podemos ayudar a los más vulnerables en su lucha contra esta y las posibles pandemias futuras”, adelantó De Matteis a la revista Forbes.
Las imágenes tomadas por satélite, muestran cómo disminuyó la contaminación de NO2 en el centro de Italia y cómo se mantenía concentrado antes del surgimiento del virus.
“Los gobiernos deberían haber abordado la contaminación atmosférica crónica hace mucho tiempo, pero han dado prioridad a la industria automotriz que a la salud”, expresó el secretario en funciones de EPHA general de Sascha Marschang.
“La ciencia nos dice que las epidemias como Covid-19 se producen con mayor frecuencia debido al no mantenimiento de los espacios contaminados”, señaló.
Y concluyó: “Así que la limpieza del aire de las calles será necesaria para un futuro más saludable”.