La contaminación ambiental mata a 21.000 personas cada año en España, de las cuales 15.000 están directamente relacionadas con la contaminación atmosférica, según el último estudio de la Carga Global de Enfermedad (GBD).
David Rojas, investigador de ISGlobal que ha participado en el estudio, califica la situación de “inaceptable”. “Cabe señalar que en el estudio únicamente se incluyen aquellos factores de riesgo sobre los que existe una causalidad plenamente contrastada y, además, se cuenta con datos para los 195 países analizados, por lo que se trata de estimaciones conservadoras”, puntualiza.
“En cualquier caso, lo verdaderamente grave es que se trata de muertes que no deberían producirse, ya que sabemos las causas y podríamos evitarlas tomando medidas decididas para eliminar la contaminación”, manifiesta.
Los contaminantes incluidos en este estudio son únicamente las partículas en suspensión, el ozono, el plomo y el radón, mientras que entre los que han quedado sin contabilizar destacan el ruido, los óxidos de nitrógeno (NOx), los rayos UVA o los pesticidas.
David Rojas, investigador de ISGlobal que ha participado en el estudio, califica la situación de “inaceptable”. “Cabe señalar que en el estudio únicamente se incluyen aquellos factores de riesgo sobre los que existe una causalidad plenamente contrastada y, además, se cuenta con datos para los 195 países analizados, por lo que se trata de estimaciones conservadoras”, puntualiza.
“En cualquier caso, lo verdaderamente grave es que se trata de muertes que no deberían producirse, ya que sabemos las causas y podríamos evitarlas tomando medidas decididas para eliminar la contaminación”, manifiesta.
Los contaminantes incluidos en este estudio son únicamente las partículas en suspensión, el ozono, el plomo y el radón, mientras que entre los que han quedado sin contabilizar destacan el ruido, los óxidos de nitrógeno (NOx), los rayos UVA o los pesticidas.
Factores ambientales
En base a estos datos se estima que los factores ambientales son responsables de un 5% de la carga de enfermedad de la población de España, mientras que en el caso de la Unión Europea la carga ambiental es del 6% y la media mundial asciende al 13%.
De la misma manera que ocurría en ediciones anteriores de este estudio, la exposición ambiental que constituye un mayor riesgo para la salud a nivel global es la contaminación del aire por partículas en suspensión. En España, la fuente principal de este tipo de contaminación son los vehículos motorizados.
A nivel global, se estima que a las partículas en suspensión provocan más de 4,2 millones de muertes anuales y dan lugar a más de 167 millones de años de vida sana perdidos o años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
Se da la circunstancia, además, de que a lo largo de la última década se ha producido un incremento de un 7,8% en las cifras globales de mortalidad atribuida a las partículas en suspensión, un hecho al que ha contribuido el aumento de la población.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, Rojas afirma: “Es necesaria una mayor implicación, tanto por parte de las administraciones como de la propia ciudadanía para reducir nuestras emisiones de contaminantes y, en concreto, de las partículas en suspensión. Las administraciones deben promover un diseño urbano que mejore la salud pública, mientras que la población general puede desempeñar un papel decisivo a través de la elección del modo de transporte”.
Iniciado en los años 90 del siglo XX, el estudio de Carga Global de Enfermedad (GBD) lleva 25 años recogiendo y analizando datos relativos a mortalidad prematura y discapacidad en 195 países. Cuenta con un consorcio de más de 2.300 investigadores de todo el mundo y en su última versión compila datos del año 2015, pero de plena vigencia en la actualidad.
En base a estos datos se estima que los factores ambientales son responsables de un 5% de la carga de enfermedad de la población de España, mientras que en el caso de la Unión Europea la carga ambiental es del 6% y la media mundial asciende al 13%.
De la misma manera que ocurría en ediciones anteriores de este estudio, la exposición ambiental que constituye un mayor riesgo para la salud a nivel global es la contaminación del aire por partículas en suspensión. En España, la fuente principal de este tipo de contaminación son los vehículos motorizados.
A nivel global, se estima que a las partículas en suspensión provocan más de 4,2 millones de muertes anuales y dan lugar a más de 167 millones de años de vida sana perdidos o años de vida ajustados por discapacidad (AVAD).
Se da la circunstancia, además, de que a lo largo de la última década se ha producido un incremento de un 7,8% en las cifras globales de mortalidad atribuida a las partículas en suspensión, un hecho al que ha contribuido el aumento de la población.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, Rojas afirma: “Es necesaria una mayor implicación, tanto por parte de las administraciones como de la propia ciudadanía para reducir nuestras emisiones de contaminantes y, en concreto, de las partículas en suspensión. Las administraciones deben promover un diseño urbano que mejore la salud pública, mientras que la población general puede desempeñar un papel decisivo a través de la elección del modo de transporte”.
Iniciado en los años 90 del siglo XX, el estudio de Carga Global de Enfermedad (GBD) lleva 25 años recogiendo y analizando datos relativos a mortalidad prematura y discapacidad en 195 países. Cuenta con un consorcio de más de 2.300 investigadores de todo el mundo y en su última versión compila datos del año 2015, pero de plena vigencia en la actualidad.
Referencia
Global, regional, and national comparative risk assessment of 79 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks, 1990–2015: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2015. The Lancet. 2016 Oct 8;388(10053):1659-1724. doi:10.1016/S0140-6736(16)31679-8.
Global, regional, and national comparative risk assessment of 79 behavioural, environmental and occupational, and metabolic risks or clusters of risks, 1990–2015: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2015. The Lancet. 2016 Oct 8;388(10053):1659-1724. doi:10.1016/S0140-6736(16)31679-8.