Una empresa irlandesa especializada en energías renovables ha conseguido instalar con éxito por primera vez una turbina maremotriz directamente en el lecho marino. Con este adelanto, según la empresa OpenHydro, se demuestra la viabilidad competitiva de la energía maremotriz.
La idea de esta empresa respecto a la energía extraída del mar es desarrollar parques y turbinas montados en el lecho marino, donde ninguna parte de su estructura es visible desde la superficie, y a una profundidad suficiente para no interferir el trabajo de los barcos pesqueros.
La instalación de esta primera turbina ha tenido lugar en el European Marine Energy Centre (EMEC), que está situado en Orkney, Escocia. Para ello, la empresa ha tenido que idear lo que han llamado el “OpenHydro Installer” (Instalador OpenHydro), una barcaza capaz de transportar y hacer las operaciones necesarias para sumergir tanto la base dónde se sujeta la turbina en el lecho marino como la propia turbina. Esta barcaza ha supuesto una inversión de 5 millones de euros.
Menos tiempo y dinero
Según OpenHydro, su concepto supone un importante avance, ya que permite ahorrar mucho tiempo y dificultad en la instalación de las turbinas. “Instalando turbinas maremotrices de esta manera, se convierte un proyecto complicado de meses en una operación rápida de un día y eficiente desde el punto de vista de su coste”, comenta Brendan Gilmore, que es presidente de OpenHydro, en un comunicado. “Es otro paso más para desarrollar un programa comercial de parques maremotrices capaces de generar energía”
La gran innovación ha sido, precisamente, la barcaza con la se ha instalado esta primera turbina. “Nos dimos cuenta de que no existía en el mercado el equipamiento apropiado para la instalación de turbinas en el lecho marino, por lo que en 2007 decidimos empezar a desarrollar nuestro propio barco”, dice James Ives, director ejecutivo de OpenHydro.
OpenHydro ha testado turbinas maremotrices desde el año 2006 usando su estructura de investigación situada en las instalaciones del EMEC. Los primeros frutos de sus trabajos se vieron en mayo de este año, cuando fueron capaces de completar el volcado de electricidad generada por una turbina maremotriz directamente en la red eléctrica del Reino Unido.
OpenHydro tiene previsto proveer y instalar sus turbinas en puntos de Nueva Escocia, Canadá, y en Alderney, una de las Islas del Canal. Para estos proyectos, han comenzado a fabricar una siguiente generación de turbinas, con una potencia de 1MW.
La idea de esta empresa respecto a la energía extraída del mar es desarrollar parques y turbinas montados en el lecho marino, donde ninguna parte de su estructura es visible desde la superficie, y a una profundidad suficiente para no interferir el trabajo de los barcos pesqueros.
La instalación de esta primera turbina ha tenido lugar en el European Marine Energy Centre (EMEC), que está situado en Orkney, Escocia. Para ello, la empresa ha tenido que idear lo que han llamado el “OpenHydro Installer” (Instalador OpenHydro), una barcaza capaz de transportar y hacer las operaciones necesarias para sumergir tanto la base dónde se sujeta la turbina en el lecho marino como la propia turbina. Esta barcaza ha supuesto una inversión de 5 millones de euros.
Menos tiempo y dinero
Según OpenHydro, su concepto supone un importante avance, ya que permite ahorrar mucho tiempo y dificultad en la instalación de las turbinas. “Instalando turbinas maremotrices de esta manera, se convierte un proyecto complicado de meses en una operación rápida de un día y eficiente desde el punto de vista de su coste”, comenta Brendan Gilmore, que es presidente de OpenHydro, en un comunicado. “Es otro paso más para desarrollar un programa comercial de parques maremotrices capaces de generar energía”
La gran innovación ha sido, precisamente, la barcaza con la se ha instalado esta primera turbina. “Nos dimos cuenta de que no existía en el mercado el equipamiento apropiado para la instalación de turbinas en el lecho marino, por lo que en 2007 decidimos empezar a desarrollar nuestro propio barco”, dice James Ives, director ejecutivo de OpenHydro.
OpenHydro ha testado turbinas maremotrices desde el año 2006 usando su estructura de investigación situada en las instalaciones del EMEC. Los primeros frutos de sus trabajos se vieron en mayo de este año, cuando fueron capaces de completar el volcado de electricidad generada por una turbina maremotriz directamente en la red eléctrica del Reino Unido.
OpenHydro tiene previsto proveer y instalar sus turbinas en puntos de Nueva Escocia, Canadá, y en Alderney, una de las Islas del Canal. Para estos proyectos, han comenzado a fabricar una siguiente generación de turbinas, con una potencia de 1MW.
Potencia europea
El Reino Unido está apostando con fuerza por la energía obtenida del mar. Según anunciaba la BBC recientemente, partes del lecho marino de Escocia van a ser alquilados a las empresas que quieran generar este tipo de energía. El lecho marino pertenece a la Corona Británica, que tiene previsto empezar con esta iniciativa en breve.
Se calcula que una cuarta parte del potencial de energía marina en Europa se encuentra en el lecho marino que rodea la costa escocesa. Precisamente en esta zona, la instalación de turbinas es especialmente complicada debido a la fuerza que allí tienen las olas. Aún así, se espera que en 2020 la energía maremotriz vierta a la red eléctrica del Reino Unido un Gigavatio de potencia.
El Reino Unido también es una potencia en la I+D en este campo. Esta semana, ingenieros de la Universidad de Oxford anunciaban el desarrollo de un nuevo tipo de turbina maremotriz más barata de fabricar y más eficiente.
El dispositivo ha sido diseñado por el profesor de ingeniería civil Guy Houlsby, por Malcolm McCulloch, del grupo de energía eléctrica, y por Martin Oldfield, del grupo de ingeniería mecánica.
Se trata de un turbina de eje horizontal pensada para interferir la mayor área posible de corriente marina. El rotor es cilíndrico y gira alrededor del eje. El prototipo, de 0,5 metros de diámetro, ha funcionado bien en las pruebas realizadas hasta el momento, probando las ventajas de este diseño de las palas.
Sus creadores calculan que, una vez construido a escala real, medirá unos diez metros de diámetro. Si se instalara este tipo de turbinas en una superficie de un kilómetro de ancho podrían generar 60 Megavatios de energía.
La turbina es mecánicamente menos complicada que las desarrolladas hoy en día, según los ingenieros de Oxford, ya que requiere menos generadores y cimientos, lo que se traduce en un menor coste de construcción (hasta un 60%) y mantenimiento (hasta un 40%).
El equipo de investigación tiene previsto hacer las primeras pruebas en mar abierto en 2009 y en 2013 tener la primera turbina comercializable.
El Reino Unido está apostando con fuerza por la energía obtenida del mar. Según anunciaba la BBC recientemente, partes del lecho marino de Escocia van a ser alquilados a las empresas que quieran generar este tipo de energía. El lecho marino pertenece a la Corona Británica, que tiene previsto empezar con esta iniciativa en breve.
Se calcula que una cuarta parte del potencial de energía marina en Europa se encuentra en el lecho marino que rodea la costa escocesa. Precisamente en esta zona, la instalación de turbinas es especialmente complicada debido a la fuerza que allí tienen las olas. Aún así, se espera que en 2020 la energía maremotriz vierta a la red eléctrica del Reino Unido un Gigavatio de potencia.
El Reino Unido también es una potencia en la I+D en este campo. Esta semana, ingenieros de la Universidad de Oxford anunciaban el desarrollo de un nuevo tipo de turbina maremotriz más barata de fabricar y más eficiente.
El dispositivo ha sido diseñado por el profesor de ingeniería civil Guy Houlsby, por Malcolm McCulloch, del grupo de energía eléctrica, y por Martin Oldfield, del grupo de ingeniería mecánica.
Se trata de un turbina de eje horizontal pensada para interferir la mayor área posible de corriente marina. El rotor es cilíndrico y gira alrededor del eje. El prototipo, de 0,5 metros de diámetro, ha funcionado bien en las pruebas realizadas hasta el momento, probando las ventajas de este diseño de las palas.
Sus creadores calculan que, una vez construido a escala real, medirá unos diez metros de diámetro. Si se instalara este tipo de turbinas en una superficie de un kilómetro de ancho podrían generar 60 Megavatios de energía.
La turbina es mecánicamente menos complicada que las desarrolladas hoy en día, según los ingenieros de Oxford, ya que requiere menos generadores y cimientos, lo que se traduce en un menor coste de construcción (hasta un 60%) y mantenimiento (hasta un 40%).
El equipo de investigación tiene previsto hacer las primeras pruebas en mar abierto en 2009 y en 2013 tener la primera turbina comercializable.