Un paciente de cáncer español ha recibido un esternón y caja torácica de titanio impresos en 3D, diseñados y fabricados en Australia.
El hombre, de 54 años, sufre un sarcoma de la pared torácica (un tipo de tumor canceroso que se desarrolla, en este caso, alrededor de la caja torácica), y necesitaba que sustituyeran su esternón y una parte de su caja torácica. Esta parte del pecho es notoriamente difícil de recrear con prótesis, debido a la compleja geometría y diseño requeridos para cada paciente. Así que el equipo quirúrgico del paciente determinó que un esternón y caja torácica totalmente personalizables e impresos en 3D era la mejor opción.
Se dirigieron a la compañía de dispositivos médicos Anatomics, con sede en Melbourne, que diseñó el implante. La noticia ha sido anunciada por el ministro de Industria y Ciencia Ian Macfarlane: Doce días después de la cirugía el paciente fue dado de alta y se ha recuperado bien.
Esta no es la primera vez que los cirujanos convierten el cuerpo humano en una "obra maestra" de titanio, como la califica la información de Csiro (la agencia científica australiana, en cuyos laboratorios se fabricó el implante). Los cirujanos del tórax suelen utilizar implantes planos y de placa para el pecho. Sin embargo, pueden aflojarse con el tiempo y aumentar el riesgo de complicaciones.
José Aranda, Marcelo Jimenez y Gonzalo Varela, el equipo quirúrgico del paciente, del Hospital Universitario de Salamanca, pensaron que un implante impreso totalmente en 3D podría replicar las estructuras intrincadas del esternón y las costillas, proporcionando una opción más segura para el paciente.
El hombre, de 54 años, sufre un sarcoma de la pared torácica (un tipo de tumor canceroso que se desarrolla, en este caso, alrededor de la caja torácica), y necesitaba que sustituyeran su esternón y una parte de su caja torácica. Esta parte del pecho es notoriamente difícil de recrear con prótesis, debido a la compleja geometría y diseño requeridos para cada paciente. Así que el equipo quirúrgico del paciente determinó que un esternón y caja torácica totalmente personalizables e impresos en 3D era la mejor opción.
Se dirigieron a la compañía de dispositivos médicos Anatomics, con sede en Melbourne, que diseñó el implante. La noticia ha sido anunciada por el ministro de Industria y Ciencia Ian Macfarlane: Doce días después de la cirugía el paciente fue dado de alta y se ha recuperado bien.
Esta no es la primera vez que los cirujanos convierten el cuerpo humano en una "obra maestra" de titanio, como la califica la información de Csiro (la agencia científica australiana, en cuyos laboratorios se fabricó el implante). Los cirujanos del tórax suelen utilizar implantes planos y de placa para el pecho. Sin embargo, pueden aflojarse con el tiempo y aumentar el riesgo de complicaciones.
José Aranda, Marcelo Jimenez y Gonzalo Varela, el equipo quirúrgico del paciente, del Hospital Universitario de Salamanca, pensaron que un implante impreso totalmente en 3D podría replicar las estructuras intrincadas del esternón y las costillas, proporcionando una opción más segura para el paciente.
Fabricación
Utilizando datos de tomografía computarizada de alta resolución, el equipo Anatomics fue capaz de crear una reconstrucción en 3D de la pared torácica y el tumor, lo que permitió a los cirujanos planificar y definir con precisión los márgenes de extirpación.
Los científicos utilizaron una impresora Arcam de 1.300.000 dólares para construir el implante capa por capa con su haz de electrones, dando lugar a un nuevo implante que fue enviado con prontitud a España.
La ventaja de la impresión 3D, explica la nota, es que crea prototipos rápidamente.
La empresa ya había creado como un calcáneo (hueso del talón) impreso en 3D, o un protector bucal impreso en 3D para la apnea del sueño.
Utilizando datos de tomografía computarizada de alta resolución, el equipo Anatomics fue capaz de crear una reconstrucción en 3D de la pared torácica y el tumor, lo que permitió a los cirujanos planificar y definir con precisión los márgenes de extirpación.
Los científicos utilizaron una impresora Arcam de 1.300.000 dólares para construir el implante capa por capa con su haz de electrones, dando lugar a un nuevo implante que fue enviado con prontitud a España.
La ventaja de la impresión 3D, explica la nota, es que crea prototipos rápidamente.
La empresa ya había creado como un calcáneo (hueso del talón) impreso en 3D, o un protector bucal impreso en 3D para la apnea del sueño.